Un dicho inesperado de Juana Viale provocó carcajadas

Las cartas estaban echadas. Se anticipaba un mediodía de risas en el programa Almorzando con Mirtha Legrand. Es que Juana Viale, actual conductora del ciclo, tiene toda la onda y una habilidad increíble para manejar las charlas de los almuerzos. La mesa del domingo último estaba compuesta por Adrián Suar, Sebastián Wainraich, Peto Menahem y Roxy Vázquez. Con estos famosos como invitados, las posibilidades de aburrirse estaban descartadas.

La tertulia entre la anfitriona, los actores y la conductora de Mujeres del Trece arrancó con el análisis de la realidad televisiva actual, pandemia mediante. Situación que inquieta a los trabajadores del mundo de espectáculo por su dinámica laboral y escasas posibilidades de retomar las tareas con normalidad. Nada que no sepamos ya y que no esté transitando la sociedad en general. Lo destacado fue el modo en que se fue dando la charla dentro de un contexto relajado y distendido.

Vinito de por medio

Un comentario llevó a otro, y surgió el tema de los tatuajes en el cuerpo. Roxy mostró uno suyo. Adrián, que no tiene ninguno, expresó sus deseos de tatuarse los nombres de sus hijos. Por su parte, Juana reconoció poseer varios, pero ningún nombre ni iniciales en su cuerpo.

A lo que Wainraich aludió al ex futbolista de San Lorenzo Leandro el Pipi Romagnoli, que lleva tatuados los rostros de sus padres en el pecho.

- “Eso es para un psicólogo”, manifestó Juana.

- “Estás haciendo el amor y ves las caras…”, señaló Wainraich, entre risas.

 - “Cada tetilla es la nariz (de los tatuajes)”, agregó Peto Menahem, engordando el chiste.

Y llegó el remate inesperado de Juana, que tentada de la risa y fiel a su estilo dijo:

- ¡Y si tenés que chuparle las tetas…!

- Sacale el vinoooo, se animó a decir Wainraich…

Las carcajadas invadieron el estudio, delante y detrás de cámaras. Y, bueno, se sabía desde un principio que esta mesaza era explosiva. ¡Aplausos por ello!

La importancia de hacer reír

En medio de la pandemia, un programa que arranque una carcajada al televidente es fundamental. Hoy la televisión argentina está sumergida en todo lo que está pasando: enfermedades, grieta, noticias desalentadoras. Es cierto que una de sus funciones es la de informar. No cabe duda. Pero la función de entretener es tan importante como la anterior. Y más aún un domingo. La producción del programa, a cargo de Nacho Viale, tiene muy clara la premisa.

Otro ciclo que entendió la importancia de hacer reír en los tiempos que corren es Polémica en el bar. Semanas atrás, el programa producido por Gustavo Sofovich decidió hacer un giro y volver a las bases.

Si bien las circunstancias no son las mejores, es cierto que al programa le está yendo muy bien con el cambio. El programa se reformuló cuando cambiaron la mesa y se fueron Chiche Gelblung, Mauro Viale, Pablo Duggan y Coco Sily. La nueva mesa está integrada Luciana Salazar, Gastón Recondo y Horacio Cabak, que abordan los temas de actualidad con soltura y sin peleas. En tanto que la cuota del humor quedó en manos de Alvaro Navia, Pachu Peña, Claudio Rico y Jey Mammon. También aportan los suyo María Fernanda Callejón, Rocío Oliva y Luisa Albinoni.

La gente necesita que le saquen una sonrisa. La risa también cura.