¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la secciónSi alguien lo detuviese saliendo de su productora y después que accediese a detenerse, le dijeran que la temporada que vivió fue una “cámara oculta”, probablemente Marcelo Hugo Tinelli no sabría si reírse, quedarse estupefacto o directamente largarse a llorar. Habiendo conocido el éxito, la popularidad, el crecimiento patrimonial, la admiración de la industria y también el reconocimiento del público merced al rating, el animador televisivo y una de las figuras estelares de la pantalla chica en las últimas tres décadas, está viviendo en estas horas de forma indiscutible uno de los peores momentos profesionales, después de triunfar de manera contundente en la mayoría de sus incursiones laborales. Si alguien aterriza hoy en este país y le dicen que “ShowMatch” fue movido tres veces de horario, acortado en su duración y que no logra acariciar en muchas ocasiones los siete puntos de medición, aquél que sea consultado probablemente pregunte…” ¿es una jodita para Tinelli?”. La respuesta a esa duda es no, porque hasta el más grande de la añeja “caja boba” degusta el helado sabor del fracaso.
La relación del público con el exitoso empresario esquelino-bolivarense comenzó a sufrir fallas en su quilla emocional, poco antes que el Presidente de la Nación firmara el decreto por el cual se establecía el confinamiento obligatorio para todos aquellos no esenciales en la tercera semana de marzo de 2020. Pocas horas antes que ese documento de necesidad y urgencia fuera anunciado por cadena nacional, el talentoso empresario y conductor de tv se apuró a trasladarse con toda, absolutamente toda su familia, incluyendo novios de todas sus hijas, a un hermoso chalet que posee en la localidad de Esquel, al sur de nuestro país, mientras las pocas cámaras que no seguían la actividad presidencial por esas horas dieron en Aeroparque con un vuelo privado que lo trasladó de urgencia a esa mansión ubicada en el extremo sur de nuestro territorio. Habiendo formado su imagen de residente porteño en la mayoría de las actividades, la fotografía del animador televisivo subiendo a un avión en esas horas con destino al Sur, curiosamente antes que se transmitiera el anuncio formulado por el presidente Alberto Fernández, despertó simultáneamente sensaciones de malestar, incomodidad, fastidio y en muchos casos indisimulable bronca, emociones que reflejaban el disgusto de ver a alguien que conocía información de buena fuente, usándola veloz para beneficio propio.
Si alguien se pregunta cuándo comenzó el reciente fracaso de Marcelo Tinelli en pantalla, lo más paradójico es que ese inicio está íntimamente ligado al momento en que pudiendo aparecer en la misma durante el 2020, optó por desentenderse del asunto, cumpliendo con un contrato con la emisora que lo tiene incluido en la grilla de contenidos, ofreciendo un muy bochornoso concurso de cantantes que protagonizaron varias figuras que estaban sin trabajo, a raíz de todas las fuentes de trabajo cercenadas por la pandemia y sus muy duras restricciones sanitarias. Las actitudes dicen mucho y el simple hecho de haber evadido la responsabilidad de conducir en tevé un ciclo de menor estructura, ya que el “Bailando por un sueño” no podía hacerse por razones de seguridad sanitaria, pareció así agravar de manera inexorable el antiguo nexo entre la audiencia acumulada y un brillante representante de la industria televisiva, quien prefirió por esas horas trasladarle el fardo a Ángel de Brito y Laurita Fernández, dupla que mostró las cualidades del primero para ejercer una repentización animando en otro look, desnudando la incapacidad de la notable bailarina e incipiente actriz al frente de ese reality.
Ya con ciertas estructuras de la vida cotidiana devueltas a su funcionamiento, el esperado regreso de Marcelo Tinelli a la pantalla chica en este 2021 pareció un “Caballo de Troya”, pues aunque inicialmente buscó disimular que se trataba de un concurso muy artesanal con variantes y estilos culturales muy infrecuentes en pantalla, a los pocos días la gente comprobó que el formato era lisa y llanamente el tradicional “Bailando”, sin ninguna clase de disimulo ante un público que no podía creer que lo mejor que el empresario esquelino-bolivarense tenía para ofrecer era más de lo mismo, pero en peor contexto y estructura. El quiebre entre los televidentes y una de las más icónicas figuras de la televisión nacional se potenció todavía más, cuando el conductor de tv no tuvo mejor idea que hacer la apertura de su programa en la localidad de Don Torcuato (los viejos estudios Baires), sobrepasando la cantidad de personas que podían estar en el estudio para esa época de la pandemia, lo que se leyó por esas horas como una gran burla a las restricciones sanitarias. Todos estos comportamientos en medio de una crisis tan aguda como la generada por los contagios de “covid 19”, hicieron que, a pocas horas de iniciado el conocido programa, el mismo se desbarrancara en la medición de ratings de una forma sencillamente impensada.
Los meses pasaron, nada cambió o en realidad sí, cambió para peor, porque ya sin aquél disfraz de “La Academia”, una nomenclatura maltratada para encubrir más de lo mismo, el programa ingresó en una zona de desconsideración inédita por parte del público, que entre ver una ficción turca sobre un medico autista o quedarse a ver el mismo conventillo de los participantes del concurso de danza, prefirió sin titubeos degustar la novela extranjera, un formato muy bien producido que trató una enfermedad tan particular de una respetuosa y simpática forma, incluso sin privarse de coquetear con un ingenuo humor. Del otro lado la pésima respuesta de público, ciertos participantes verdaderamente insufribles, en especial “Cachete” Sierra, más las actitudes de un jurado que no le movió el amperímetro a nadie, fueron socavando los cimientos de un ciclo que ya venía mal desde el inicio. Preocupado por las pésimas y riesgosas mediciones que conseguía a las 21 horas, primer turno horario en el que debutó, “El Trece” encaró un brusco cambio en la programación para levantar la puntería. Colocó “Los 8 escalones del millón” en ese horario y trasladó a “ShowMatch” a la impiadosa batalla de las 22 horas con “La Voz Argentina” y semanas más tarde con “Bake Off”. Demás está decir que el añejo programa de Artear perdía todas las noches contra los productos que le colocó Viacom-Telefè del otro lado del sintonizador.
Anunciando su alejamiento parcial de San Lorenzo, volviendo a coquetear políticamente con una fuerza que no está en armonía con el canal que lo tiene contratado y exhibiendo a todo momento un desinterés por renovar sus contenidos, la gente le pasó factura y muchas noches el ciclo del empresario esquelino-bolivarense alcanzó números bochornosos, casi la antítesis de sus mejores marcas en no tan añejos tiempos. Preocupado por enderezar la grave situación de las mediciones, la gerencia de contenidos de “El Trece” puso en juego su carta decisiva, la ficción “La 1-5 – 18” de la firma Pol-Ka, buscando que esa novela de duro tono social le devolviese mejores guarismos a la pantalla del canal. En esa curiosa secuencia de movimientos, Guido Kaczka conservó el turno de las 9 PM, la nueva ficción se ubicó a las 10 y el programa de Tinelli, sin pena ni gloria, terminó aterrizando sin más comentarios a las 23:00 horas, mientras pasillos adentro, la crisis levantaba mayor lava que el volcán ardiente en la gran isla Canaria. El choque del empresario con su señal de transmisión ingresó en un momento de belicoso conflicto, semanas en las que el programa acortó su duración a tan solo 55 minutos. Ubicado en esa franja horaria, después del final de “Bake Off” y con la dupla de “MasterChef Celebrity” y “Por el mundo” con Marley en la vecina orilla de Viacom-Telefé, todo se agravó a tal escala, que comenzó a analizarse casi de urgencia la dura decisión de terminar con anticipación el programa de Marcelo Tinelli.
La crisis entre el empresario esquelino-bolivarense y las autoridades del canal creció con velocidad subsónica, momento donde se filtró la orden de culminar esta temporada en los días 18 y 19 de noviembre, lo que obligaría a generar un desenlace del concurso de baile directamente a los tumbos y sin mucho titubeo. Ese pedido fue comunicado a la audiencia desde el ciclo “Intrusos”, programa que indicó que la tensión existente entre ambas partes había llegado a un límite muy peligroso. Antes que las cosas explotaran de una manera no deseada, el canal y su estrella atravesando esta crisis tomaron la decisión de reunirse con la finalidad de establecer la fecha de finalización del ciclo, bajo estas condiciones. Por un lado Marcelo Tinelli transmitió su deseo y firme postura de cerrar en la segunda semana de diciembre, mientras que El Trece sostuvo inicialmente la postura de concluir antes del inicio del último mes del año. Negociando cuestiones de pagos y otros elementos de peso económico, salomónicamente se estableció, hasta el momento, que “ShowMatch” seguirá al aire hasta el lunes 6 de diciembre, día en que se disputará la final de “La Academia”, algo que verdaderamente a esta altura de las circunstancias pasa desapercibido para los medios y el público afín a esta clase de competiciones.
Evidenciado el desgaste no solo del programa sino de la relación entre ambas partes, hay algunos aspectos que quedaron establecidos mirando a la temporada 2022. Por lo pronto, y gracias a quien corresponda, no habrá otra edición del “Bailando”, lo cual ya significa a esta altura del conflicto un avance gigantesco. Tampoco la vuelta de Tinelli ocurrirá en el primer cuatrimestre del año próximo y algunos se animan a predecir que recién durante el segundo semestre del año que viene retornará a la pantalla de El Trece sin conocerse bajo que formato artístico. Desgastado a más no poder con una temporada donde las cosas que ejecutó nunca funcionaron acordes a las expectativas por él planteadas, el empresario dijo que le gustaría concretar un programa de menor tiempo de duración, generado en base a entrevistas con famosos, secuencia de charlas que arrancarían con un encuentro íntimo en Europa con el delantero del PSG Lionel Messi, con fecha de grabación a confirmar. Algo que hizo mucho ruido en la relación Artear-Tinelli, es que este formato de reportajes para el año próximo tendría como destino la plataforma digital “Paramount +”, unidad operativa dentro del conglomerado de Viacom-Telefè, lo cual no cayó nada bien entre las huestes del Grupo Clarín, agrandando así la crisis que signa la relación entre las partes.
En la primera o segunda semana de diciembre, cuando finalice el ciclo de Tinelli que va a las 23 horas, su lugar será ocupado por el nuevo formato “El juego de la Oca”, programa de entretenimiento en base a una competencia especial, formato que fue adquirido en las últimas incursiones del empresario a Europa, ciclo que tendrá la conducción de Joaquín “Pollo” Álvarez y Dani “la Chepi” Viaggiamari. En paralelo, en las próximas semanas se conocerá el programa “Hogar Dulce Hogar”, ciclo que la productora del animador está grabando con la conducción de Eugenia Tobal para colocar en el horario de las 15:45, en el lugar que hoy ocupa la deslucida versión de “El Gran Premio de la Cocina” con participantes que se anuncian como "famosos". Contratado para seguir en El Trece hasta fines del año que viene y con alguna chance de seguir instalando contenidos en la emisora del solcito, la relación de Marcelo Hugo Tinellli con El Trece, Artear y el Grupo Clarín atraviesa su momento más ríspido, entendiendo que la última de estas tres patas estructurales jamás lo consideró un elemento de importancia dentro de su estructura artístico-comercial. Desganado, remando bastante más de lo habitual pero sin exagerar, y encima abofeteado verbalmente por su pareja Guillermina Valdéz en pantalla cada noche, el presente del empresario y conductor de tv vive su etapa más traumática, sin saberse si en algún momento el animador decidirá no proseguir el vínculo que lo une a esta gran unidad empresarial, debido a las tensiones y a sus impostergables compromisos a futuro con el club San Lorenzo, donde las cosas para no cambiar de clima, tampoco están funcionando como corresponde.
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Imágenes: IG Marcelo Tinelli // Productora La Flia
Fecha de Publicación: 17/11/2021
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