Hollywood es una industria para entretenimiento, es más, para mí es la gran industria exportadora de la cultura norteamericana. Que hay talento, oficio y alto profesionalismo no está en duda, pero para quienes amamos el cine es bueno tener presente que cada cosa que hacen es para facturar o lograr rédito en imagen.
Y la entrega de los Oscars va de la mano con todo ello. De hecho, el show de este domingo tuvo todo lo que se puede pedir: humor, emoción, altos momentos musicales y muy buenas pelis nominadas.
Resultó raro ver nominaciones como las de “Pantera” y “Bohemian Rhapsody”, las cuales nacieron con el exclusivo ánimo de hacer tickets (inclusive “Nace una estrella”, en su lograda cuarta remake), pero las cinco restantes creo que podrían haber sido finalistas en distintas entregas del pasado.
“Roma”, que se llevó el premio a mejor película extranjera, es un alto trabajo artesanal y personal de Alfonso Cuarón, que merecidamente se ganó el premio al mejor director. “El infiltrado del KKKlan” quizás no esté en el podio de lo mejor de Spike Lee, pero está muy buena, como también “La Favorita” del griego Yorgos Lanthimos, un relato original con muy buen guion.
Dejé para el final las dos más americanizadas, esas pelis que dan la sensación de haber nacido pensadas para la noche de las estatuillas. Por un lado “El vicepresidente” de Adam McKay y un enorme trabajo de Christian Bale, no solo por los varios cambios físicos, sino por el nivel de sutilezas que maneja en su acting. Y la ganadora a mejor guion y film, “Green Book”, una gran historia y dueto inolvidable entre el porteño Viggo Mortensen y Mahershala Ali.
Obviamente que para no extenderme dejé de lado a Shallow y el maravilloso momento musical de Lady Gaga y Bradley Cooper, a la apertura con Queen en vivo, a las emociones de dos grandes intérpretes ganadores como Rami Malek (Bohemian…) y Olivia Colman (La Favorita), y a la ovación bien merecida que se llevó Spike Lee, un grande desde hace varias décadas.
La 91º edición de los Oscars nos dejó una gran noche y muchas buenas pelis para disfrutar.
Tengo 54 años y de chico me gustaba ir al cine, después descubrí que mas que ir, lo que me gustaba era el cine en todos sus géneros.
De grande, ademas de verlo lo estudié un poco, lo que fué casi tan divertido como ver una buena película.
Hablar sobre si una peli es buena o no es casi un acto de injusticia, y a veces una falta de respeto al trabajo ajeno. Para mi el cine como consigna básica debe entretener y a partir de alli podemos analizar un poco como se cuenta la historia.
En la foto estoy con José Martinez Suarez, amigo, gran director, maestro de maestros y en la actualidad Presidente del Festival de Mar del Plata.