A la hora de ponernos a enumerar actores icónicos, el nombre de Mauricio Dayub no puede faltar en la lista. Lo hemos visto sobre las tablas, en televisión, en videos y detrás de escena. Sucede que sus destrezas se lucen tanto en el rol de la actuación como el de director. ¿Y por qué no de empresario también?, si incluso llegó a cumplir el sueño de abrir su propia sala de espectáculos. Nació el 28 de enero de 1960 en la queridísima Paraná, capital de Entre Ríos. En su adolescencia ya entendía acerca de su inclinación por el arte, pero los mandatos familiares pesaron más. Al menos por un tiempo. Una historia basada en la cultura del esfuerzo que dio su recompensa.
¿Sabías qué?
- Mauricio Dayub se llama de esa manera por decisión de Mary, una tía que copió el nombre de una telenovela.
- Es hincha de Boca.
- Se formó en la escuela “interpretativa” de Carlos Gandolfo, gran maestro de teatro. Describe a aquella etapa como precaria pero de extrema felicidad porque estaba haciendo lo que quería. A partir de allí, comenzó un alocado recorrido que lo llevó a encabezar cine, televisión y el escenario.
- Dayub relató en entrevistas previas que se mudó a Buenos Aires porque allí sucedían cosas que en el resto del país no. Como por ejemplo, profesiones que no se desarrollaban o lo hacían escasamente, como la actuación. Su decisión tuvo que ver con que no solamente le gustaba el teatro, sino el cine, la tele, y en Paraná era imposible. Tampoco en Santa Fe, la ciudad aledaña y a pocos minutos.
- Al principio, Dayub arrancó a estudiar Ciencias Económicas porque les gustaba a sus padres. Consideraban que podía llegar a brindarle un futuro prometedor. Cursó durante cuatro años la facultad y no aprobó ni matemáticas, ni contabilidad. Por el contrario, le iba bien con aquellas que podía leer y memorizar.
- Cansado de ser disciplinado y de responder a expectativas ajenas, optó por escuchar a su corazón y seguir a su vocación. Obtuvo una beca del Fondo Nacional de las Artes que lo ayudó a vivir con lo mínimo en una pensión. Empezó de cero una vida nueva, con obstáculos como la pobreza o no tener donde dormir.
- Cuando llegó a Buenos Aires trabajó en un montón de cosas para vivir. Pintó departamentos, arregló techos, y vendió agendas y lapiceras en el colectivo.
Más de su vida personal y trayectoria
- Dayub está casado con la actriz Paula Siero. Juntos tuvieron a su hijo Rafael, en 2012, quien vino a cambiarle el mundo por completo. Según el artista, creía que no le faltaba nada previo a su llegada hasta que pudo sentir ese amor incondicional.
- En 1994 ganó el premio ACE a la "revelación" por sus labores en Compañero del alma y A lo loco. Pero este sería el primero de muchos, dado que en 1997 también recibió uno por El Amateur, una obra de su autoría.
- En 2011 alcanzó el éxito popular al integrar el elenco de Toc Toc. La comedia que se mantuvo por nueve años en la calle Corrientes y que le ayudó a tener otro ACE bajo el brazo. Aunque esta vez sería como “mejor actor protagónico de comedia”.
- En televisión, trabajó en Como pan caliente, Hospital público y Guapas, entre otras otras producciones. Y en cine, en Correccional de mujeres, Corazón de león y El cuaderno de Tomy
- No podemos obviar su faceta empresarial. Dayub logró fundar su propia sala, el Chacarerean Teatre, en Palermo. Cuando le preguntan cómo hizo para llevar a cabo tremendo emprendimiento, responde son simpleza que su mamá le enseñó a ahorrar.
- Le ofrecieron entrenar políticos “en el arte de la mentira” y rechazó ese trabajo.
- Ganó el ACE de oro por su unipersonal El equilibrista. Se transformó en un fenómeno con todas funciones agotadas, donde relata fragmentos de su historia personal. Además, la particular forma que eligió para atraer a los espectadores fue tan ingeniosa como su mente. Se comprometió a devolverles el dinero de la entrada en caso de que no les gustara el espectáculo. Nadie se la pidió, fue un éxito rotundo.
Argentina, más específicamente de tierras litoraleñas. Nací en Entre Ríos y soy Comunicadora Social. Me especializo en la redacción en todas sus formas e intento crear imágenes mentales a través de las palabras. Melómana y apasionada de la semiótica por las miradas que nos aportan del mundo. La curiosidad siempre me mantiene en movimiento.