¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la secciónBuenos Aires - - Sábado 04 De Febrero
“Tío, no le dejés ser actriz, porque son todas unas p…”, dijo el primo de María Aurelia Bisutti a Don Ezio, un modesto albañil italiano. Y con esa polenta tana que deslumbró a Pedro López Lagar en “Panorama bajo el puente” y la transformó en primera figura en Perú con el boom de la novela “Nino”, María Aurelia retrucó en la mesa familiar, con los fideos delante, “Ves papá, por ésta que yo voy a llegar a ser primera sin que nadie tenga que decir nada de mí” Salió disparada al estrellato la actriz que trabajó con los mejores directores del cine argentino, Lucas Demare, Hugo del Carril y Leopoldo Torre Nilsson, interpretó los clásicos del teatro de repertorio universal y las comedias deliciosamente pícaras en calle Corrientes y temporadas estivales, y, por si fuera poco, fue la primera estrella de telenovelas cuando a los decorados había que sostenerlos con la mano. Demasiado has hecho valiente muchacha por la escena nacional para aquel atroz silencio del ocaso. Actriz La Bisutti hasta que bajó el telón en 1999, “no se trata solamente de la seguridad económica, sino de estudiar un personaje, armarlo, empezar a encontrarle cosas, conectarse con algo que para uno es importante…en un trabajo a beneficio para la Casa del Teatro…me encuentro con Alfredo Alcón, que tenía que simplemente entregar una carta -en escena-, y le pregunté por qué tenía tanto miedo…dijo él: ”Tené miedo. El día que no lo tengas” Eso es lo que nos ocurre a las actrices” María Aurelia, angelical, sexy, muñeca brava, madre coraje, actriz que empujó sus miedos y brilló entre estrellas, tal cual la inmortalizó la fotógrafa Annemarie Heinrich.
Luego de presenciar el entusiasmo desbordante de la niña María Aurelia en una función en el Teatro del Globo, y a consejo del médico de la familia, mamá Lidia decidió enviar a estudiar a la futura actriz al Conservatorio de Danzas, con docentes de la enormidad de María Ruonova. Para Bisutti, nacida el 20 de junio de 1930 en la típica familia de inmigrantes, primera generación criolla, sería la danza clásica la vocación hasta que el cine metió la cola y fue seleccionada entre cinco mil aspirantes para “La serpiente del cascabel” (1948) de Carlos Schlieper. Allí empezaría a trabajar en radioteatros con Nelly Raymond y estudiaba con Milagros de la Vega, “a su lado aprendí a amar el teatro, a respetar el teatro”, acotaba a Carlos Abeijon en 1999 en “Nuestras actrices. Tercer Acto” (Ediciones del Jilguero) Aparecería una gran oportunidad en la compañía de Ana Lasalle, debutando en una pieza junto a Norma Aleandro. Sus amigos eran Rafael Alberti y Alejandro Casona, y compartían mesas bien regadas bajo la atenta mirada de mamá Lidia, que acompañaba a la única -y despampanante- hija a sol y sombra “Jezabel” resultó el primer suceso teatral de Bisutti, tres años en cartel, y recorrería Latinoamérica.
Pero venía asomando un monstruo grande, aunque en los cincuenta era más bien la pulga en la oreja. La Televisión. En 1952 realiza para Canal 7 “Cuentos para niños”, debutando de Bella Durmiente. En los viejos estudios de la calle Posadas interpreta una pieza de Roberto Arlt, monta "Othelo" de Shakespeare con José Cibrián y trabaja con Narciso Ibáñez Menta, en simultáneo Bisutti actuaba en otros programas. El clímax de la protofama televisiva la alcanza con los tres años de “Teleteatro para la hora del té” con Fernando Heredia. Bisutti es la primera heroína de las novelas, “lo hacíamos con gran seriedad, en vivo, ensayando a la mañana, y entrando al estudio apenas media hora antes de la emisión”, recordaba las condiciones de la tevé, que transita los 70 años, y destacaba autores como Osvaldo Dragún y Andrés Lizarraga.
“El proyecto de “Los de la mesa 10” nace con el grupo que hacíamos “Teleteatro para la hora del té”… imagínate que para mí leer ese libro de Osvaldo Dragún era como tocar el cielo con las manos y María era el personaje ideal para toda actriz joven. Era un lujo estar trabajando con Feldman y con Emilio Alfaro y Luis Medina Castro… tuvimos problemas para estrenarla por la época del país. Si bien yo venía haciendo una carrera importante, me ubicó en un primer plano totalmente”, rememoraba Bisutti de una de los joyas del cine local, filmada en 1960, y que la llevaría a Europa en representación del séptimo arte argentino -viaje en compañía de otra diosa de las pampas, Isabel Coca Sarli-. En los sesenta tuvo varios filmes exitosos, “Hotel alojamiento”, “Martín Fierro” y “Lo prohibido está de moda”, pero el gran “broche de oro” resultó otra película poco vuelta a revisitar, “Con Alma y Vida” (1970) de David Kohon, una extraordinaria película de marginales tan artlianos. “Vilma fue uno de los personajes más hermosos que me tocó en suerte, si no el más. Ese desafío de que era tan distinto a mí, entra en esa especie de amor hacia el personaje”, sentenciaba en lo que sería su canto de cisne en la pantalla. Lo último que interpretó fueron raros personajes para películas norteamericanas clase B de Fernando Siro, a fines de los setenta.
“Fue un suceso increíble y cuando regreso retomó al ciclo “Alta Comedia””, ponderaba la actriz de la novela “Nino” (1972), una coproducción argentino-peruana que aún se repite en las señales de Latinoamérica. Allí era la mala malísima que disputa el amor de Enzo Viena -Nino- con Gloria María Ureta -Bianca- A partir de la alta repercusión y rating, su nombre encabeza temporadas teatrales en Lima, e inaugura el Teatro Mariátegui. Pero no deja del todo Argentina María Aurelia, al fin aquí cría a la única hija, Paola, y protagoniza con Rodolfo Bebán dos sucesos teatrales, “Tres en el paraíso” y “La bailarina”. Realizaría varias novelas con Alberto Migré y la dirección de Diana Álvarez, si bien contaba al diario Crónica en 1989, “realmente nunca lo llegué a entender, se dieron manejos muy oscuros. Por otra parte, nunca me metí en política y soy actriz por vocación, en consecuencia, sigo sin poder entender las causas de toda esta desagradable circunstancia. Yo llegué a la telenovela "Coraje mamá" (1985) luego de haber experimentado años durísimos (década del setenta), los mismos que me obligaron a irme al exterior. Y tuve la posibilidad de trabajar en Perú a nivel teatral, hacer una película y dar, por otra parte, una serie de importantes conferencias en la embajada argentina. Fue una experiencia muy linda, aunque, por otra parte, cursaba la experiencia de no poder regresar al país". Fue el último pico de popularidad de la actriz en el Canal 9 de la vuelta a la democracia, “quiero tener una mamá como vos” referían que la paraban en la calle, y recibió cientos de cartas de niños y niños grandes. Una participación especial en “Son o se hacen” (1998) resultaría la despedida de la actriz en la pantalla chica que ayudó a crear. En teatro, el reconocido trabajo en “Piel de Chancho” (1997) de José María Muscari fue el merecido aplauso final a una carrera que dio “satisfacciones a montones”, a ella y al público. Luego de años de olvido, apenas remediado por distinciones a la trayectoria de críticos y municipio en los dos mil, María Aurelia Bisutti fallece en un geriátrico de Ingeniero Maschwitz, provincia de Buenos Aires, el 12 de abril de 2010 “Creo que el teatro es la madre” y María Aurelia, que había impresionado a Victorio Gassman y Alain Delon por su actuación en “La mesa de los 10”, enseñaba a las nuevas camadas de estirados productores de tevé y teatro, que no sabían de ella, “esta carrera nunca alcanza nada. Todos los días tenemos que aprender algo nuevo”.
“¿De dónde salió ése sol de noche que era María Aurelia Bisutti? El Flaco -Norberto Aroldi- enciende la radio y Kohon corta a un boliche. Ella deja de bailar, le cuelga la galleta a un coso, cobra una plata de contrabando y poco después se la rindea Beba Bidart, que nunca fue Mireya pero debió serlo. Le alcanzó con la femme fatale de Hugo -del Carril- en “La calesita”, la amiga de -Olga- Zubarry en “Los pulpos” y varias minas bravas más. Madama de cafetín, le sugiere a Bisutti que alterne con los clientes para ganarse algunos mangos más y vestir mejor. También, que deje al “punto” con el que anda….Ellas diosas, fuentes de energía que ponen en movimiento y mantienen andando a personajes y puesta en escena. Bisutti visita al Flaco en la cárcel y el plano de Aroldi en el locutorio está a la misma altura de sus ojos, pero el contraplano de Ella es un picado. Angelito prepara la fuga del Flaco, pero una más de las fabulosas elipsis de Kohon se traga los preparativos para que él consiga la libertad sólo cuando Ella aparece vestida de enfermera: Bisutti es alma y vida” Análisis del film “Con Alma y Vida” (1970) de David Kohon. Artículo de Marcos Vieytes en calandacritica.com.
Agradecimiento: Grandes de la Escena Nacional
Imágenes: Grandes de la Escena Nacional
Fecha de Publicación: 13/01/2022
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