La era de los influencers ha llegado. Así lo pronostican Leo Maslíah y Daniel Hendler en el nuevo espectáculo que presentarán en Buenos Aires en cuatro únicas funciones a partir del 3 de diciembre. Antes del arribo al escenario del porteño Teatro Picadero, Maslíah adelanta la pieza teatral que juega y padece en un nuevo bravo mundo nuevo con apps y datos que son los documentos de identidad. El artista uruguayo, una especie de hombre del renacimiento rioplatense, músico culto y popular, escritor, dramaturgo y un largo etcétera, por momentos un sociólogo lúcido de emociones, quehaceres y memorias contemporáneas, volverá al país que impulsó su carrera en las míticas presentaciones del Estadio Obras, en plena dictadura, 1982 “Canciones & negocios de otra índole” de 1984, que contiene el clásico de los clásicos del repertorio latinoamericano, "Biromes y servilletas", dedicado a todos los poetas anónimos, fue una contraseña cultural en el retorno de la democracia y, claro, de los vinilos más pirateados en casete.
El estilo, si cabe la palabra, de Leo, lo cómico, lo trágico, lo nimio, lo presuntamente elevado, lo miserable, lo verosímil o lo absurdo, que se revisita y contamina en canciones, relatos y demases, fue inmediatamente aclamado en nuestro país, y Maslíah realizó innumerables giras musicales con proyección internacional, estrella de cada edición de la Feria del Libro, obtuvo premios como el Konex y el Gardel, y dirigió la ópera “Maldoror” en el Teatro Colón. Y dejó en las audiencias algunos de los pensamientos más punzantes de las últimas décadas, “Nadie nace privado de la posibilidad de modificar el mundo en que vive. Pero la organización social, de la que la educación es una parte importante, entrena a la gente para que desperdicie casi todo su potencial creativo y productivo”, en su novela “Libretos” de 2004, una inquietante trama que discute el libre albedrío. Como aquel que dicen tener los millones que prenden la camarita hacia el vacío de la aparentemente democrática red, supuestamente sin patrones ni barreras de algoritmos, los héroes 3.0, los influencers.
Periodista: En dos años intensos de vida virtual, vida pantalla, ¿somos todos influencers?
Leo Maslíah: No sé, supongo que hay gente con más sociabilidad virtual que otra… No sé si eso se equilibra con una proporción inversa de vida presencial, o ambas cosas van juntas. Lo de “Influencers” como título de la obra no nos convierte en conocedores del tema.
P: La obra parece que apunta a un mundo que se puede derrumbar con "un me gusta", o un hacker que destruya archivos y app sinónimos de nuestras vidas, ¿es un mundo en el cual se sienta cómodo? ¿se puede ser creativo o desprejuiciado, sin miedos, en estos términos?
LM: Esos términos no son los que rigen mi vida, sólo son tema de esta obra que escribimos con Daniel Hendler. El mundo es incómodo pero creo que no más que en el siglo pasado.
P: Uno de sus videos en las redes fue tendencia en las redes a principios de año, aquel de la carrera de física alternativa, y sus memes también se replicaron bastante, ¿se transformó en un influencer?
LM: No creo. Mi gato me trata igual que antes.
P: Ha trabajado anteriormente con Hendler, primero fue su asistente, luego como actor, por ejemplo en “Bulimia” (2000), ¿qué lo conecta creativamente con Daniel?
LM: Bueno, no fui asistente de Daniel, y como actor sólo estuve en su película “Norberto apenas tarde” (2010) pero fue una aparición muy corta. En dos puestas en escena de “Bulimia” (en Montevideo y en Buenos Aires) sí trabajamos juntos, pero yo conocí algunas de las obras de teatro que escribió y dirigió él antes de eso y me resultan muy originales e interesantes.
“No soy un retratista de idiosincrasias”
P: ¿Qué diría a quienes lo definen como inclasificable?
LM: No figura entre mis obligaciones el decirle nada a nadie.
P: Con trabajos que van de la música sinfónica al teatro y la poesía, ¿con cuáles se siente más representado?
LM: El trabajo artístico y las obras no son cosas que se lleven a cabo para representar a sus autores. En el arte a veces hay representación, sí, pero de otras cosas.
P: Durante la década del ochenta su nombre se transformó en una clave cultural con el retorno de la democracia argentina, incluso para la Fundación Konex fue una figura de la década, ¿qué lugar Argentina ocupa en su trayectoria?
LM: Un lugar muy importante, es el país donde realicé más presentaciones musicales y también donde se publicaron mis primeras novelas.
P: ¿Qué artistas argentinos lo influenciaron?
LM: Los artistas no suelen estar capacitados para contestar a eso, y yo no soy la excepción. Sabemos qué nos gustó más, qué escuchamos, vimos o leímos con más entusiasmo pero eso no implica que nuestras influencias surjan ahí, todas las personas somos influidas por cosas que nos gustan, por cosas que no nos gustan y por otras que nos son indiferentes.
P: ¿Alguna obra suya se aproxima a quiénes seríamos para usted los argentinos? ¿por qué?
LM: No, no soy un retratista de idiosincrasias.
P: Hace poco apareció "Últimas canciones", ¿es una despedida que arranca con la línea de un bolero, "ya no quiero estar más aquí"? ¿Cuál sería ese aquí?
LM: Esa línea de la canción “Una mirada más” está referida al que habla. Se refiere a salir de su propia persona para perderse en la mujer amada. No tiene nada que ver con que el disco se llame “Últimas canciones”.
P: Leo, ¿qué es el humor?
LM: No es un tema en el que haya ahondado, no está en mi esfera de intereses.
Fragmentos teatrales de Leo Maslíah – “No juegues con fuego porque lo podés apagar” (1998), tomado del ensayo “El olvido está lleno de olvido” de Raúl Caplan.
El camarógrafo: (…) yo no recordar familia.
Sylvia Martinato: Él quedar huérfano cuando su madre nacer. Ser adoptado.
Fonseca: ¿Padres adoptivos ser buenos?
El camarógrafo: No saber. Ellos cagarme a palos, pero decir que ser por mi bien.
………
Fonseca: Cuide sus palabras, inspector.
Ferrer: Me sorprende escuchar eso. No creí que un esquimal pudiera ser tan irritable. Usté parece tener más bien un temperamento latino.
Fonseca: Es que por allá en el norte, a veces, ciertas aves migratorias traían… vientos del sur.
[Entra el camarógrafo, sin la cámara]
El camarógrafo: Qué aves.
Fonseca: No sé muy bien. Cigüeñas, creo.
Ferrer: Sí, eran cigüeñas. Estoy seguro.
El camarógrafo: Perdonen, hijos míos, pero creo que llegó el momento de que ustedes… sepan ciertas cosas.
Fonseca: Qué cosas.
El camarógrafo: Bueno, esto es algo serio. Creo que… deberíamos sentarnos.
(Ferrer y Fonseca se sientan, cautelosos y expectantes. El camarógrafo lo hace también.)
Ferrer: De qué se trata, papá.
El camarógrafo: Antes de empezar tienen que prometerme que se van a bancar lo que les voy a decir. Les advierto que contiene pasajes que pueden afectar su sensibilidad […].
+ Info “Influencers”
Viernes 3 y 10 de diciembre a las 22hs
Sábados 4 y 11 de diciembre a las 20hs
Teatro Picadero- Pasaje Discépolo 1857- Entradas en venta Plateanet.com
Periodista y productor especializado en cultura y espectáculos. Colabora desde hace más de 25 años con medios nacionales en gráfica, audiovisuales e internet. Además trabaja produciendo Contenidos en áreas de cultura nacionales y municipales. Ha dictado talleres y cursos de periodismo cultural en instituciones públicas y privadas.