Todavía la recuerdo en el escenario de los premios Oscar (1986), cuando le tocó anunciar nada más ni nada menos que su película "La historia oficial" (con Héctor Alterio, dirigidos por Luis Puenzo) era la ganadora. Norma Aleandro es la mejor actriz argentina. Y hay muchas grandes actrices en nuestra historia. Si será grande, que es la única argentina que presentó un Oscar en la vida.
Los grandes maestros como Lito Cruz y más allá, Lee Strasberg, Stanislavsky y Grotovsky (sí, esos que parodiaba el gran "Negro" Olmedo), sostienen que un actor es superior cuando se le cree todo lo que hace y en distintos géneros. A Norma Aleandro le creo cuando hace drama, comedia, vida. De rica, de pobre, judía, católica, mala, buena. Le creo todo. Hasta cuando leyó el tarjetón que decía "La historia oficial" como ganadora y antes de decirlo dijo "Oh my God" en vez de "Oh, Dios".
La historia dice que fue la primera actriz argentina en estar nominada al Oscar como mejor actriz (1989, "Gaby: una historia verdadera"). Y que ganó ese premio en el Festival de Cannes (Francia), que es el segundo más importante del mundo. Aunque el mundo del cine lo prefiere al festival de EEUU. También en los prestigiosos "San Sebastián" y "La Habana". Ninguna otra actriz argentina tiene tantos premios de valor.
Y ¿qué te puedo contar que no sepas de la mejor actriz argentina? Es hija de actores y la hermana menor de otra grande: María Vaner. Estuvo casada con otro "peso pesado": Oscar Ferrigno. Padre de Oscar Ferrigno hijo, destacado artista también. Debutó a los 9 en teatro. Hizo radio. Teatro independiente. Cine. Es guionista y Directora.
Actuó en "La fiaca", "El amor tiene cara de mujer", "Cosa juzgada", "No toquen a la nena", "Cien veces no debo", "El hijo de la novia" (Premio Konex de Brillante). Y te nombro solo las más recordadas, porque actuó en decenas de éxitos de televisión y teatro.
En el 75 se tuvo que ir del país, amenazada por la Triple A de José López Rega. Es la primera Presidente de la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas. Tiene un Doctorado Honoris Causa de la UADE y fue homenajeada por la Cámara de Diputados.
No tengo el placer de conocerla en persona. Entrevistarla es una asignatura pendiente. Pero parece una mujer extraordinaria. Un ser de luz, querido y respetado por todo el mundo. Nunca un escándalo. La mejor actriz argentina también parece ser una gran mujer.
Mis padres me concibieron en el famoso Autocine de la General Paz. No sorprende, desde entonces, mi interés por el mundo del espectáculo. Crecí estimulado por grandes artistas nacionales e internacionales de los '80. En un rapto de locura, me fui a Nueva York a estudiar cinematografía. Y ahí, estudiando y haciendo ensayos, descubrí que me gusta más el analizar que el producir. Lo que siguió fue una larga hilera de películas y obras de teatro vistas y un seguimiento respetuoso de la vida de los artistas. Así quiero morir.