Ser Argentino. Todo sobre Argentina

El talento de entretener y sensibilizar con una historia llena de lugares comúnes.

Nada mejor que una historia simple y bien contada.

La historia empieza en una ciudad aburrida (según la protagonista): Sacramento; en un país en crisis: Estados Unidos en 2002, post 11/9 atentado a las Torres Gemelas. Con una familia que apenas llega a fin de mes, y una adolescente que no le encuentra la vuelta a la vida. Eso es Lady Bird.

Lo que no estaba mencionando es que la historia escrita y dirigida por Greta Gerwig está resuelta con mucho talento, tanto que sentimos a esa familia como si fuera parte de nuestros afectos, participando de sus conflictos hasta hacernos un poco de mala sangre; pero como contrapartida, a cada minuto nos divertimos con algo nuevo.

A veces, la gente se pregunta qué es el cine indie,no es otra cosa que el cine independiente, el que busca desligarse de las presiones comerciales de la industria para trabajar con mayor libertad. Aunque obviamente, busca tener ser suceso y contar con una buena recaudación. Lady Bird es una muy buena representante de esa categoría de cine, con logros en todo sentido. 

Sorprende como ya lo han hecho otras en su categoría, podemos nombrar entre ellas Little Miss Sunshine de Jonathan Dayton y Valerie Faris en 2006. Que cuenta la historia de una niña que quiere ser reina de belleza pero no cuenta con las cualidades para serlo, la acompaña una familia de personajes disfuncionales que completa el relato y demuestra lo que es ser un incomprendido. 

Otra que podemos nombrar es Boyhood de Richard Linklater en 2014. Un proyecto ambicioso que retrata el paso de la niñez a la adolescencia. Una película que tardó 12 años en completarse y siguió literalmente el crecimiento de su protagonista: Ellar Coltrane. 

Dos “joyitas” para cualquier amante de la pantalla grande que demuestran que no hace falta un gran presupuesto para contar una buena historia. 

Pero volviendo a Gerwig y Lady Bird, esta es su primera película como directora, Con este film se convirtió en la quinta mujer candidata al Oscar en el rol de dirección en casi 100 años de historia, y por si eso fuera poco, su guión también fue nominado. 

Si bien ella también creció en Sacramento y fue a una escuela católica, para luego buscar su futuro en Nueva York, comentó que esos son los únicos puntos de contacto con la protagonista del relato. 

El papel principal está a cargo de Saoirse Ronan, una joven promesa de Hollywood, quien le pone el cuerpo a Christine o Lady Bird, como se hace llamar la adolescente porque es un nombre que según sus propias palabras “fue dado para mí, por mí”. Ronan tiene la oportunidad de demostrar su talento y se destaca en una película en la que todos brillan. Una película que sobre todo explora las relaciones y las contradicciones propias de la adolescencia, pero no es el típico cliché del adolescente que se vuelve rebelde. La relación de Lady Bird con su madre, Marion (interpretada por Laurie Metcalf, que tiene la oportunidad de que la conozcamos por algo más que su papel de la madre de Sheldon en The Big Bang Theory), nos permite empatizar con la más conflictiva de las relaciones familiares. Marion es una madre crítica y exigente que continuamente corre los límites de sus imposibles estándares para con su hija. Christine intenta complacer a su madre, pero en el tira y afloje siempre sale perdiendo. Completan el elenco Benie Feldstein (como la mejor amiga), Tracy Letts (el padre deprimido y desempleado) y Thimothée Chalamet (acá la juega de chico malo).

Nada mejor que una historia simple y bien contada, y si tiene cierta profundidad hasta nos llega más. Todo lo bueno que se diga sobre Lady Bird está justificado. Búsquenla, vale la pena.

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