¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la secciónCon un desenlace que se esperaba sabiendo que su cuadro de salud era irreversible, este jueves en las últimas horas de la noche se produjo el fallecimiento de la legendaria actriz Libertad Leblanc, una destacada figura del mundo del espectáculo argentino que brilló incandescentemente en los años ‘60s y ‘70s, provocando un furor con famosas películas que contenían mucha sensualidad, erotismo y también una cuota de genuino humor. Los familiares de Libertad María de los Ángeles Vich, tal su verdadero nombre, tenían algún tono de certeza sobre el inminente desenlace en la salud de la intérprete, pero siguiendo un pedido de esta figura, la famosa “diosa blanca” murió en su hogar porteño, un lugar en donde se había montado con meticulosidad una pequeña unidad médica con todos los elementos necesarios y la presencia permanente de dos enfermeras atendiéndola.
La reconocida figura de la actuación nacional había sido internada debido a un cuadro de neumonía en el Hospital Fernández en marzo pasado, pero superado en parte este adverso cuadro clínico la artista fue trasladada a su casa, domicilio en donde transcurrieron estas últimas semanas de existencia, dificultosa situación sanitaria al habérsele detectado serias dificultades cardíacas y renales, agravadas por un cuadro de Alzheimer. Después del serio episodio que pudo atenuarse hace un mes, su hija Leonor Barujel-Vichich montó de muy veloz manera en el departamento de la actriz en la zona de Palermo, una completa unidad médica para atender a su madre, lugar con dos enfermeras que la asistían las 24 horas y el equipamiento clínico necesario ante este complicado cuadro de salud.
Los problemas de salud de esta figura de la actuación ya habían asomado hace bastantes temporadas cuando la intérprete sufrió un infarto en España, lugar donde tenía dos casas y un destacado núcleo de amistades. En aquel momento, su falla cardíaca provocó una alerta al respecto de su condición vital, momento donde los facultativos españoles le impidieron regresar a la Argentina por la afección que había padecido en suelo hispano. Aquel hecho detonó la desesperación de la artista, cuando varios médicos españoles le indicaron que no podría viajar de regreso a nuestro país. Durante una entrevista concedida en aquella ocasión, Leblanc recordó que “el director del sanatorio me dijo que no podía venir a Argentina porque fue muy grave lo que me pasó y tenían que investigar. Y yo le dije lo entendía, pero quería ir a mi país antes de morirme. Tuve que firmar una nota en la que se desligaban de la responsabilidad; y estoy acá haciendo todos los tratamientos y lo que me hace falta", tal su reflexión sobre lo ocurrido hace algunas temporadas.
La reconocida actriz argentina que falleció a los 83 años, filmó más de treinta películas,
sin olvidar numerosos trabajos desarrollados en México, donde era una querida leyenda para la población texana y naturalmente todos aquellos argentinos radicados en el norte de América en aquellos tiempos. La intérprete nunca pudo recuperarse de ese problema de tono cardiológico ocurrido en el 2018, cuando la figura nacional se traslado a España para vender uno de sus departamentos, estadía en la que sufrió una grave afección cardíaca que la demoró en su regreso al país. Después de aquel episodio, la denominada “diosa blanca” jamás volvió a recuperarse físicamente, aun encarando un tratamiento sobre su malestar en suelo hispano, presentando decaimiento, poca movilidad al permanecer mucho tiempo en su cama, complicaciones que meses más tarde se elevaron al detectársele un difícil cuadro de Alzheimer. En aquel momento su hija Leonor, fruto del fugaz matrimonio de Libertad con el empresario teatral Leonardo Barujel-diseñó una internación domiciliara para su madre. Leonor vive en Suiza con su marido y sus hijos. Cuando su madre sufrió el cuadro de neumonía en marzo pasado, su primogénita logró viajar a nuestro país, pero en las últimas horas cuando el desenlace se aproximaba, Leonor no consiguió pasaje para visitar la Argentina, traumáticas horas en las que la hija de la leyenda de los 70 inicio las gestiones para coordinar un velatorio a la distancia.
Libertad Leblanc, cuyo verdadero nombre era Libertad María de los Ángeles Vichich, actuó en 30 películas entre 1960 y 1989 y, junto con Isabel Sarli, fue uno de los mayores símbolos sexuales de nuestro país. Algunos de sus films más recordados son “Acosada”, “La Endemoniada” y “La Flor de Irupé”. Su destacada trayectoria de alcance internacional incluye trabajos en cine, teatro, televisión y publicidad, ámbitos en los que se destacó merced a su belleza, simpatía, naturalidad y sobre todo un humor ingenuo que expuso en distintas situaciones con maestría y gracia. La intérprete comenzó trabajando en algunas fotonovelas y en teatro independiente con Alejandra Boero, etapa donde su labor teatral la encontró ocupando espacio destacado en títulos como “Que viva la Libertad", "La zorra y sus lolitos", "El camino de Alfredo Alcón" y algunas obras teatrales en Estados Unidos y Latinoamérica, sin olvidar que, en televisión, esta conocida estrella participó del famoso ciclo “Alta Comedia". Su predisposición a trabajar simultáneamente en distintos rubros, fue su carta decisiva para triunfar en otras plataformas.
En su extensa filmografía se encuentran títulos como "La flor del Irupé", "Acosada", "La Venus maldita", "Cautiva en la selva", "Psexoanálisis", "La perra", "María M", "Fuego en la sangre", "La cómplice", "Olga, la hija de aquella princesa rusa", "Deliciosamente amoral", "Furia en la isla" y por supuesto la recordada coproducción franco-alemana "De L'Argentine", trabajo donde interpretó a Eva Perón, entre otros. Siendo una mujer con una gran independencia, la intérprete se destacó por no contar con representante y gestionar todos los aspectos de su carrera, encargándose, entre otras cuestiones, de sus contratos y de la distribución internacional de sus films. En tiempos donde se la estigmatizaba por su carácter de "símbolo sexual", la actriz expresó muy abiertamente sus ideas sobre el rol de la mujer en la sociedad. Al respecto señaló que “feminismo es igualdad social. Misma remuneración, mismo derecho al goce, pensarse como todos los demás”. Muy admirada en distintos ámbitos de la cultura, se recuerda que en el libro "Abbadón el exterminador", Ernesto Sábato relata un casamiento de ficción con esta actriz, situación en la que Jorge Luis Borges obraba como testigo de la boda. En la dedicatoria personal, el autor escribió "Para Libertad, con la que me casé en algún capítulo de esta novela, con mi profunda simpatía".
Libertad María de los Ángeles Vichich nació en Guardia Mitre el 24 de febrero de 1938 y obviamente optó por acotar su nombre para triunfar en el mundo artístico. Filmó treinta películas en la industria cinematográfica argentina entre los años 1960 y 1989, además de también haber trabajado en numerosas producciones mexicanas. La blonda intérprete se las ingenió siempre para sobresalir entre 1960 y 1970, apareciendo en aquellos años en numerosas películas en escenas de desnudez y contenido sexual mayormente ingenuo, asomando el recuerdo del film “Acosada”, registrado en 1964. Algunas de sus películas fueron controvertidas, como “La endemoniada”, de 1968, que contiene escenas de horror y vampirismo, con desnudez explícita. Leblanc era una mujer decidida. A comienzos de la década de 1960, habiendo realizado sólo papeles menores en películas y espectáculos teatrales, aceptó la invitación de un periodista venezolano para asistir a un festival de cine en Caracas. Allí, al borde de la piscina del hotel, mientras numerosos invitados presentes y varios periodistas le dedicaban toda la atención a la gran diva argentina Graciela Borges, Libertad se quitó el vestido, exponiendo su cuerpo blanquísimo y escultural en pequeñísima bikini amarilla a lunares. Los periodistas se arremolinaron alrededor de aquella despampanante rubia desconocida. El repentino salto a la notoriedad le significó su primera película protagónica, “La flor de Irupé”, en la que realizaba el primero de los muchos desnudos que caracterizarían su carrera y que resultó un éxito de taquilla.
Su rivalidad con Isabel Sarli, el máximo símbolo sexual del cine argentino fue algo muy notoria, pues ambas eran las dos figuras máximas del cine erótico y al mismo tiempo el contraste entre ambas, en apariencia y en personalidad, en la pantalla y fuera de ella, no podía ser mayor: Isabel Sarli era morena, trigueña, de generosas formas y atributos naturales, mientras que. Libertad Leblanc, por su parte, había mejorado su busto con una cirugía, sin olvidar que tiñó su cabello de rubio platino. Lo cierto es que la propia Libertad
muy pícara quien instaló la rivalidad entre ella y la Sarli. Con la finalidad de promocionar su primer largometraje, sugirió a los productores un afiche de promoción con un desnudo en blanco y negro, y la frase “Libertad Leblanc, rival de Isabel Sarli”. Aunque la pareja y compañera de Armando Bo no dijo nada, el legendario director cinematográfico se puso como loco acusando a Leblanc de utilizar arteramente la fama, ya internacional, de Isabel Sarli. Sobre este punto, Libertad lo más muerta de risa dijo: “Y tenía razón; pero bueno: no gastamos nada y salió perfecto” (risas).
Su filmografía comprende tareas en los siguientes largometrajes: El primer beso (1958),
El bote, el río y la gente (1960), La procesión (1960), La Flor de Irupé (1962) como la protagonista, Marta, Testigo para un crimen (1963) como Blondie, Acosada (1964) como Mara Luján, María M. (1964), Una mujer sin precio (1964), La cómplice (1965) como Renata, Fuego en la sangre (1965) como Cristina, La piel desnuda (1966), La Venus maldita (1967), La perra (1967), Cuando los hombres hablan de mujeres (1967), Seis Días para Morir (La Rabia) (1967), El derecho de gozar (1968), Esclava del deseo (1968),
Noches prohibidas (1968), 4 contra el crimen (1968), El satánico (1968), La casa de Madame Lulú (1968), Psexoanálisis (1968), La endemoniada (1968), Deliciosamente amoral (1969), La culpa (1969) como Márgara, Cautiva en la selva (1969), Mujeres de medianoche (1969), Cerco de terror (1972), Olga, la hija de aquella princesa rusa (1972)
Furia en la isla (1976) como Lily, y su última aparición en ese formato con Standard (inédita, 1989) de Jorge Acha.
Fecha de Publicación: 01/05/2021
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