¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la secciónBuenos Aires - - Lunes 23 De Mayo
Víctor Antonio Legrotaglie nos regaló las mejores glorias del fútbol argentino. Con su desempeño como jugador y como entrenador, logró sacarnos muchas sonrisas. Por eso, la mejor manera de celebrar su vida es recordando su trayectoria en el día de su cumpleaños. Este gran deportista nació en Las Heras, Provincia de Mendoza un día como hoy 29 de mayo de 1937. A lo largo de su carrera como deportista de alto rendimiento, se desempeñó en la posición de mediocampista.
Legrotaglie empezó a jugar al fútbol desde muy pequeño en el Club Sociedad Italiana 5 de Octubre. Ese club es conocido en la actualidad como el polideportivo Vicente Polimeni. Se trataba de una institución fundada por su abuelo y donde su padre y su tío lograron ser presidentes. En sus comienzos, este club disputaba la Liga Lasherina de fútbol existente por aquel entonces. Sin embargo estuvo poco tiempo allí.
Más adelante, Victor llegó a Gimnasia y Esgrima de Mendoza por casualidad. Fue gracias al “Chupino” Carlos Cardone, un conocido suyo y jugador del Lobo en ese entonces. Un día, el jugador le pidió que lo acompañara llevándole su bolso de entrenamiento. Era la forma de invitarlo a ver un partido, ya que los que hacían esta tarea entraban gratis al estadio. Ese día se disputaba un partido entre Gimnasia y Gutiérrez, correspondiente al Torneo Vendimia de 1953. Con tan solo dieciséis años de edad ya se encontraba en la línea de suplentes.
A los veinte minutos del segundo tiempo se lesionó uno de los delanteros. Así fue que el "Mona" Alfredo García (actual entrenador del Blanquinegro), le preguntó si quería entrar a jugar. Obviamente, Víctor no lo dudó y contestó que sí. Su debut improvisado le dejó dos goles para la victoria final del Mensana por 6-2. Con este partido que funcionaría como presagio, comenzó una carrera invisible, pero invencible. Y una vez que cumplió los diecisiete años, firmó su primer contrato profesional.
Otro dato curioso y de pura casualidad sobre la carrera de este jugador es que su familia era fanática de Independiente Rivadavia. Y obviamente intentaron que entre a jugar allí, y también en Huracán Las Heras, que le convenía por su cercanía. Sin embargo, en ambos lo rechazaron alegando que no le veían futuro en el fútbol por ser muy delgado. Evidentemente se equivocaron.
Comenzó su carrera profesional en Gimnasia y Esgrima de Mendoza en 1953, donde logró ser el mayor ídolo y emblema de la institución. Por su paso en este club, llegaría al corazón de muchos argentinos. Luego en 1959, pasó a Chacarita Juniors donde obtuvo un campeonato nacional de segunda división. A mediados de 1960 regresó a Mendoza para vestir nuevamente los colores de Gimnasia, su primer amor. Tres años después tuvo un paso por Argentino de Mendoza para, un año más tarde, regresar al Lobo mendocino por tercera vez. Porque como dicen las malas lenguas, siempre se vuelve al primer amor. En ese período se mantuvo por tres años en Gimnasia y ganó un torneo regional de manera oficial. También levantó la copa de uno nacional no oficial, el Torneo Confraternidad organizado por Boca Juniors en 1965.
En 1967, de forma fugaz, volvió a la Academia mendocina, pero a mediados de ese año se fue a San Juan para calzarse la camiseta de Juventud Alianza. De a poco se iba convirtiendo en la estrella cuyana del futbol. Sus jugadas cada vez tenían más brillo y sus actuaciones iban llegando de boca en boca a diferentes clubes del país. Su cuarta etapa en el Mensana llegó a principios de 1968 donde empezó a disputar el antiguo campeonato nacional. En 1973, jugó en Independiente Rivadavia, el clásico rival del Lobo. Sin embargo, esto no fue una traición, ya que para la época era costumbre entre los clubes mendocinos prestarse los jugadores para representar a la provincia a nivel nacional. Más adelante, en 1976, se fue a La Rioja para jugar en Américo Tesorieri y unos meses después se terminó retirando de manera profesional.
Víctor Antonio Legrotaglie es considerado el futbolista más grande de todos los tiempos del fútbol mendocino. Incluso, los adeptos lo posicionan encima de los mediocampistas como Enzo Pérez y Hugo Cirilo Mémoli. Víctor se destacó por su gran talento para tirar caños, pero su mayor destreza resultaron ser los tiros libres y los goles olímpicos. En toda su carrera, marcó sesenta y seis y doce goles con esas modalidades. Por eso, en su cumpleaños lo aplaudimos muchas más veces. ¡Feliz cumple, campeón cuyano!
Fecha de Publicación: 29/05/2021
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