Si hablamos de Daniela Guerrero a nuestra mente viene la imagen de la mejor jugadora del mundo de hockey sobre patines. Campeona del mundo en 1998 y 2002, campaña opacada tal vez por el surgimiento ganador de Las Leonas en hockey sobre césped. Hoy la realidad la encuentra vinculada a los patines, pero no al hockey, sino al Roller Derby.
El Roller Derby se originó en Estados Unidos y es un deporte de combina velocidad, estrategia, ataque, defensa y contacto. Se enfrentan equipos de 5 jugadores, cada uno cuenta con un atacante y cuatro defensas. El atacante debe recorrer ciertas distancias para ir sumando puntos. Los defensores deben evitar que el atacante rival pueda avanzar. Se desarrolla en una pista ovalada similar a la de ciclismo, pero más pequeña.
Daniela Guerrero, retirada del hockey, recibió una propuesta de España para formar parte de su selección. Hoy la sanjuanina es la segunda técnica del equipo, llamada “Mirror”. La conversión no fue fácil. Guerrero tuvo que mirar partidos, capacitarse en el deporte y también en los arbitrajes, para conocer al máximo el Roller Derby.
En el debut con la selección española su equipo perdió en semifinales de los World Roller Games, pero en la definición por el tercer puesto consiguieron la medalla contra Australia. Participar de esta competencia dio a Guerrero la posibilidad de encontrarse con la selección argentina de hockey sobre patines. Pudo estar cerca y compartir tiempo con sus compatriotas de las selecciones femenina y masculina.
La reconocida jugadora reconoció que el Roller Derby puede representar una oportunidad más a deportistas para continuar en la competencia. Pero no es el caso de ella, Guerrero está absolutamente comprometida con el deporte desde el lado técnico. En Argentina se practica Roller Derby y la selección es conocida como Argentina All Stars.
Licenciado en Comunicación Social y periodista. Soy instructor de tenis y gané un Interclubes, también soy jugador y crítico de videojuegos. Siento que tengo un superpoder, pero aún no logro descubrir cuál es ni su alcance, imagino que es escribir. Siempre con la guardia alta.