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Ir a la secciónBuenos Aires - - Domingo 26 De Junio
Me acabo de enterar, gracias a uno de mis editores de Ser Argentino, el mejor de todos ellos, que no pienso nombrar para que no se ponga celoso el resto, que hace unos meses se dio en el fútbol argentino un momento histórico, un momento que esperé por mucho tiempo, y no entiendo cómo no me enteré antes. Al sur de la Capital Federal, en el hermoso estadio Florencio Sola de la localidad de Banfield, se estrenó una nueva tribuna en la cancha del Taladro. Hasta acá todo más o menos normal, no hay por qué hacer tanta alharaca, ¿no? No. Sí hay que hacerla y resaltar el hecho todo lo que podamos: la nueva tribuna, llamada Eliseo Mouriño en honor al astro del club, no tiene alambrado ni foso ni nada. Es una tribuna “estilo europeo”.
Quizás alguien que nos esté leyendo desde el exterior se pregunte por qué tanto escándalo. Y la respuesta es simple: porque vivimos en un país que es incapaz de permitir que haya público visitante en los estadios. Que es incapaz de organizar una final de Libertadores (y ahí no le podemos echar la culpa al alambrado, el micro de Boca ni siquiera llegó al estadio). Porque en otra Libertadores, con alambrado y todo, fuimos incapaces de evitar que le tiraran gas pimienta al contrario, suspendiendo el partido. Por todo esto, veo la posibilidad de jugar sin alambrado como un avance al nivel del descubrimiento del fuego: me hace pensar en que otra sociedad es posible.
Además de quitar el alambrado perimetral que da a la calle Lugano, las autoridades del club le agregaron butacas a un sector que antes era una tribuna popular. En el nuevo espacio entran 2500 hinchas y tiene categoría de “general”, lo que implica que para acceder solo hay que ser socio de la institución, no se cobra el adicional de platea.
La seguridad está a cargo de 35 policías: 25 dentro del campo de juego y 10 en el escalón más alto de la tribuna. Pero por suerte no hizo falta que ninguno intervenga: el público de “la Mouriño”, como le dicen los hinchas, en su mayoría familias, se viene comportando de manera impecable.
Un detalle más: Banfield es el único club del fútbol argentino cuya autoridad máxima es una mujer. Lucía Barbuto es, desde hace un año, la presidenta del club. Quizás sea hora de que haya más mujeres en espacios importantes de nuestro fútbol. Parece que son capaces de lo que hasta hace muy poco se consideraba imposible.
Fecha de Publicación: 14/12/2019
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