Juan Manuel Martínez, más conocido como el "Burrito", por su parecido físico con Ariel Arnaldo Ortega, es quizás uno de los futbolistas patagónicos más habilidosos que haya pisado las canchas del fútbol argentino en los primeros años del siglo XXI.
Nacido en Viedma en los ochenta y proveniente de una familia que respira fútbol –su padre y su tío vistieron la casaca de River Plate y su hermano también es futbolista profesional, actualmente militando en el fútbol griego–, Martínez se formó en las divisiones inferiores de Vélez Sarsfield.
Debutó en el club de Liniers en 2003 con 18 años, en una época en la que el "Fortín" tenía desempeños irregulares en el plano local tras el último título alcanzado en 1998 de la mano de Marcelo Bielsa. Sin mucha continuidad, conformó los planteles que obtuvieron el subcampeonato en el Apertura 2004 (aquel que Vélez perdió la posibilidad de ir a un partido desempate con Newell 's Old Boys de Rosario por un error garrafal de Gastón Sessa) y el título del Clausura 2005 seis meses más tarde. Sin embargo, Miguel Ángel Russo decidió no tenerlo en cuenta en su proyecto y emigró a préstamo a Argentinos Juniors, donde comenzó a foguearse y sumar minutos que le permitieron retornar al club de Liniers, aunque solo disputó tres partidos durante el segundo semestre de 2006.
Nuevamente su destino estuvo fuera de Vélez. Entre 2007 y 2008 militó en dos ligas absolutamente distintas: la de Colombia (en el Deportivo Cúcuta) y la árabe (en el Al -Shabab). Luego de esos pasos en el fútbol internacional, el "Burrito" tuvo su tercer ciclo en Vélez, donde se tomó revancha, fue figura y pilar del equipo de Ricardo Gareca y le valió la convocatoria a la Selección Argentina.
El Clausura 2009 lo encontró con una gambeta imparable, siendo referencia en el ataque velezano, irascible e impredecible. Fue fundamental en la victoria en la que Vélez venció a Colón en el Cementerio de los Elefantes 4 a 2, tras ir perdiendo 2 a 0. La historia es conocida, en ese torneo el “Fortín” se consagró campeón el 5 de julio ante el Huracán de Ángel Cappa, con el polémico gol de Maximiliano Moralez tras un choque entre Joaquín Larrivey y el arquero quemero Gastón Monzón.
Allí inició un exitoso ciclo en la historia del cuadro de Liniers, que en el Apertura 2010 salió subcampeón, a dos puntos de Estudiantes con un recordado gol del “Burrito” en la última fecha ante Racing Club, en el que recorrió tres cuartos de cancha para, con una definición exquisita, desnivelar las acciones. Ese año, fue galardonado con el Olimpia de Plata como mejor jugador.
El semestre siguiente comenzó de la mejor manera. Fue convocado a la selección dirigida por el "Checho" Batista y en el amistoso disputado ante Portugal –sumamente promocionado por el duelo entre Lionel Messi y Cristiano Ronaldo– recibió una falta dentro del área sobre el final del encuentro que Messi luego cambió por gol para darle el triunfo al elenco nacional por 2 a 1. En septiembre de 2012, volvió a ser convocado –esta vez por Alejandro Sabella– para disputar el Superclásico de las Américas, donde marcó un gol en la derrota ante Brasil por 2 a 1 en tierras cariocas.
Durante la primera etapa del 2011 continuaría siendo pilar fundamental del Vélez de Gareca, que llegaría a la semifinal de la Copa Libertadores de ese año ante Peñarol. El pase a la final se vio trunco porque Santiago Silva erró un penal clave en el segundo tiempo tras resbalarse en la ejecución: el "Fortín" ganó 2 a 1 el encuentro de vuelta, pero como el partido de ida terminó 1 a 0 a favor del equipo uruguayo, el "Carbonero" llegó a la fase decisiva por el gol de visitante. Semanas más tarde, Vélez volvió a quedarse con un título a nivel local. El Clausura 2011 quedó en manos del equipo de Gareca que, tras la derrota de Lanús, su inmediato perseguidor, le dejó el título en bandeja.
En 2012 el "Burrito" abandonó Liniers y desembarcó en el Corinthians de Brasil, en el que disputó 18 partidos e integró el plantel que ganó el Mundial de Clubes ante el poderoso Chelsea de Inglaterra. En la final, el oriundo de Viedma ingresó sobre el final del partido. Viendo que su continuidad iba a ser poca en el Timao, Martínez volvió a la Argentina en 2013, para jugar en Boca Juniors. Con un rendimiento irregular, en un Xeneize que venía algo alicaído en una época de sequía, intentaba recuperar el nivel que obtuvo en su tercer ciclo en Vélez. En 2015 llegó el premio al esfuerzo y obtuvo el torneo Julio Humberto Grondona.
Su carrera continuó con altibajos: emigró al fútbol estadounidense para militar en el Real Salt Lake, tuvo un breve e intrascendente cuarto ciclo en Vélez, que ya no estaba en las buenas épocas como en los años anteriores, e integró el plantel campeón de la Copa Sudamericana con Independiente y luego comenzó a militar en el ascenso: en Agropecuario y actualmente en Almagro.
Sin embargo, tiene sed de revancha y quiere volver a tener un ciclo más en Vélez Sarsfield, el club en el que alcanzó su máximo nivel. ¿Volverán, el "Burrito" Martínez y el club de Liniers a tener una nueva racha positiva?
Licenciado en Comunicación Social. Nacido y criado en Chubut, actualmente alejado del pago. Siempre que puedo, hablo de la Patagonia. Tengo buena memoria –para cosas bastante intrascendentes, pero buena memoria en fin–. Le meto ganas a lo que hago, porque sin pasión no vale la pena.