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Ir a la secciónBuenos Aires - - Jueves 30 De Marzo
Los domingos son especiales para Soledad García. Y los días de la madre se disfrutan el doble. Ahora los comparte con Robertina (4 años) y Antonia, la bebé que el año pasado, a esta altura, venía en camino. Y cuyo embarazo le exigió a la Sole dar lo máximo de ella misma.
La campeona del mundo en hockey está instalada en San Rafael (Mendoza), y ejerciendo como head coach de los seleccionados locales. Y, además, se hace un tiempo para compartir su tiempo con las leoncitas de la familia.
“Yo soy cordobesa de pura sangre, pero Robertina ya habla con tonada mendocina y nos reímos. Me encantaría tener un varón, para conocer lo que es el amor hacia un hijo varón. A Nicolás, mi marido, una vez le tiraron las cartas y le dijeron que tendríamos tres hijos y uno sería varón. Veremos…”.
Hasta aquí, puede proyectar su propia Selección de hockey femenina con la familia García. Sus hermanas fueron jugadoras y su mamá hizo Mami Hockey. “Con Vero y Vale, mis hermanas, nos criamos en Universitario. Pero faltan demasiadas jugadoras y yo no voy a completar el equipo”, bromeó.
Antonia nació a los ocho meses de gestación y pasaron por momentos duros. “Con Robertina el embarazo fue espectacular. Pero con Antonia un mes antes tuve que hacer reposo para adelantar el parto. No podía ni levantarme para ir al baño. Justo a mí que todo el tiempo hago cosas y no puedo quedarme quieta”.
“Pasamos tres semanas en la Neo, porque a la bebé le conectaron respirador artificial. Íbamos cada tres horas a visitarla, Robertina no entendía por qué no veía a su hermana…Te descubrís en un montón de cosas, y creo que en algunos aspectos lo comparé con lo que tenía que afrontar como jugadora de la Selección. Te hace valorar más lo que tenés”, evocó Soledad García.
La Leona también se autodefinió en el rol de madre. “Al principio era poco paciente, y hasta me cambiaba el humor que la casa no esté ordenada. Sigo siendo muy exigente, por ejemplo, con el cuidado de la ropa, con las comidas… ¡pero Robertina tiene cuatro años! Le encanta tomar coca y comer papas fritas… No puedo ser tan pesada”.
Y completó: “Hace 10 años no me hubiera imaginado en una situación así porque entrenaba con Las Leonas en el alto rendimiento, y eso implica ser muy una misma, mucho ego y exigencia. Ahora veo a mis hijas, lo compañeras que son y cómo Robertina hace jugar y reír a su hermanita… Es una felicidad plena”.
Soledad García la rompe en la cancha, y puertas adentro, en su hogar. Una mamá leona, que nos llena de alegría. La jugadora, no para de ganar títulos, entre ellos el de “mejor mamá”.
FUENTE: Vía Córdoba / Imagen: losandes.com.ar
Fecha de Publicación: 11/11/2019
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