¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la secciónBuenos Aires - - Martes 06 De Junio
Hay un tornillo que no encaja. Aparecen situaciones que lindan con el absurdo. También la dejadez y el abandono aportan lo suyo. Argentina es capital mundial del deporte, pero a la hora de concretar ciertas actividades, asoman una gama de circunstancias y factores que desalientan a creer que algo que antes podía resolverse con un poco de buena voluntad, en los tiempos que transcurren ahora se lo viva como una utopía disfuncional insólita. Abril quedó atrás y con el cuarto mes del año, el recuerdo de un aniversario que provocó fuertes polémicas en el mundo automotriz vinculado al deporte. Hace pocas semanas se cumplió el aniversario número 25 de la última vez que pasó la Fórmula 1 por Argentina, particular competencia por tratarse de un evento que fruto de la desidia se perdió en el calendario de la máxima actividad del deporte automotor.
Sin dudas el miércoles 12 de abril no fue un día más en Argentina para los amantes de la Fórmula 1. Ni hablar de la última vez que un corredor argentino ganó en el “Autódromo Hermanos Gálvez” en esta famosa categoría, algo que nos remonta a principios del año 1957. Todos los registros indican sin error alguno que la Fórmula 1 visitó por última vez nuestro país el domingo 12 de abril de 1998, una carrera que ganó el séptuple campeón del mundo Michael Schumacher a bordo de una histórica Ferrari. Sin saberlo, la máxima especialidad del mundo automotriz en competencia le decía adiós de manera aplacada a un país con tanta pasión fierrera cada domingo al mediodía.
Argentina tiene infraestructura para concretar un Mundial de Fútbol Sub 20, puede como se ha hecho público postularse para organizar un torneo planetario con otras naciones de la especialidad top del balompié en el 2030. En el mundo del arte, los festivales masivos y las visitas de estrellas internacionales es frecuente, sobrando variados escenarios para que puedan desarrollarse. El deporte mundial automotor en dos ruedas se da cita en el norte de nuestra nación, para que el famoso Moto GP tenga su esperada competencia internacional en el calendario de la especialidad. Otros eventos mueven muchísimo dinero, relacionados con la vitivinicultura o las empresas automotrices, por lo cual resulta al menos llamativo que una especialidad deportiva de estas últimas no tenga cabida dentro del mapa que las firmas auspician, siendo un evento con gran raigambre deportiva para la comunidad que ama los vehículos circulando a muy alta velocidad.
Tres elementos se mancomunan poderosamente para que la Fórmula 1 hoy no tenga lugar en la planificación de grandes eventos. El costo del evento, el estado del potencial circuito y la seguridad en la zona donde se realizaba esta competición, sin duda alguna conforman un complicado contexto estructural poco proclive a que una gran especialidad deportiva de estas características pueda volver a Buenos Aires. Veamos una por una, todas las razones que se entrelazan para que la máxima categoría mundial esté ausente dentro de la grilla de carreras que suelen verse por televisión cada temporada. El primer punto es el canon que debería pagarse para lograr la vuelta de la especialidad, fijado en la actualidad en unos 25 millones de dólares con un acuerdo inicial fijo por cinco temporadas, lo que elevaría la suma a 125 millones de la moneda norteamericana a pagar al contado, para asegurarse una fecha en el tradicional calendario de los autos más hermosos que corren en diferentes circuitos del planeta. Suena demasiado fuerte el importe en estos tiempos.
Con un dólar que escasea y su cotización cercana a los 500 pesos, asumir una inversión por solo una carrera al año es suficiente motivo para que las firmas auspiciantes decidan a esta altura de los acontecimientos no invertir en esto, cuando algunas acciones de carácter promocional de sus empresas pueden lograrse con el 1 por ciento de lo que significa darle apoyo económico al soñado regreso de los Fórmula 1 circulando en Buenos Aires. El otro aspecto que conspira para que la categoría ni siquiera vea con cierta mirada curiosa volver a nuestra república, es la patética condición que presenta hoy el “Autódromo Hermanos Gálvez”, una pista que lejos de recibir modificaciones para actualizarse a los tiempos que acontecen, solo aparece como un circuito menor dentro del calendario que las diferentes categorías locales utilizan a lo largo de la temporada. Basta verlo en forma presencial o en las transmisiones televisivas, donde este histórico lugar de recordadas carreras parece un feo kartódromo para coches tradicionales sin demasiadas pretensiones.
Liberty Media, la firma que adquirió el capital accionario que en su momento ostentó con grandilocuencia el empresario Bernie Ecclestone, envió en un par de ocasiones a personal calificado con la finalidad de evaluar posibles condiciones para un potencial regreso, pero los informes recibidos sobre todo lo apreciado fueron sencillamente demoledores. Hubo muchos y variados peritajes y la mayoría tomó visible nota de varios aspectos esenciales que jamás se solucionaron, algo que naturalmente demandaba una sustancial inversión, punto clave donde los responsables de administrar este lugar nunca tomaron demasiado en serio. El amplio lugar actualmente es utilizado para ciertas competiciones que hoy no representan demasiado en el actual panorama deportivo. Luego de la liberación de las recordadas restricciones duras post-pandemia, al “Autódromo Hermanos Gálvez” solo se le han efectuado pequeñas reparaciones, algún retoque en la zona de boxes y no mucho más, lo cual obviamente no colabora con los deseos de tenerlo en buenas condiciones.
Para poner en condiciones al “Autódromo Hermanos Gálvez”, además de prolongar esa recta principal que circula en paralelo a los boxes y crear otra en algún sector no muy alejado de la zona de equipos, el presupuesto que se baraja para construir esos sectores y llevar también la actual capacidad del lugar de 60 mil espectadores a unos 220 mil, obligaría a invertir al actual staff de organizadores locales una cifra no inferior a los 55 millones de dólares. Para poder lograr esa transformación del autódromo en un circuito moderno hacen falta inversores, pero hoy los mismos prefieren dejar que la pista se convierta en un predio para inmobiliarias.
En los últimos meses, luego que varios medios especializados hiciesen mención sobre el muy mal estado de la pista del “Autódromo Hermanos Gálvez”, aquellos encargados del manejo de esta pista de carreras pusieron manos a la obra, semanas en las cuales ahora se está repavimentando el circuito número 6, que fue uno de los que utilizó la Fórmula 1 en sus últimas presencias en Buenos Aires. Necesario para cualquier categoría, los trabajos y modificaciones que se llevarán a cabo no permitirán que la pista alcance la autorización “grado 1”, que es la necesaria para que puedan correr vehículos de Fórmula 1, pero por lo menos con estas reparaciones los coches de Turismo Carretera no sufrirán los problemas que vivenciaron en dicha pista. El 20 de agosto se reabrirá el lugar, pero otros problemas de índole económica seguirán impidiendo que la máxima categoría regrese al país en los próximos años.
La complicación financiera no solo golpea a la Argentina, pues varios de los países que albergan a esta espectacular especialidad automotriz en el viejo continente, corren riesgo de perder las fechas de sus carreras por estrictos temas presupuestarios. En esa situación se hallan Bélgica, Francia y España, quienes tienen asegurada la edición 2023 de este tipo de competencia pero se duda seriamente que el año próximo la F1 los visite en aquellas naciones. Para cubrirse de estas deserciones forzadas por el dinero, Liberty Media llevará esta temporada el máximo circo automotriz a las localidades estadounidenses de Miami, Las Vegas y Austin, asegurándose Estados Unidos una trilogía de carreras a lo largo del calendario internacional. Argentina, salvo un milagro, deberá esperar hasta nuevo aviso, una competencia que por sus costos se convirtió en una frustrante utopía en estos tiempos que corren.
Imágenes: Autódromo de Buenos Aires Oscar y Juan Gálvez / Pixabay
Fecha de Publicación: 16/05/2023
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