¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la secciónEl primer campeonato del fútbol local, después que la selección argentina consiguiese el tricampeonato mundial en Qatar 2022 era una competencia muy esperada, tanto por toda la prensa especializada como los habituales hinchas, quienes creyeron que la motivación de un título conseguido a nivel global estimularía el ánimo de todos los equipos que en el último año vienen compitiendo tanto para ganar el título, como para evitar el descenso al final de esta temporada. Decepcionando a los fans y naturalmente a los medios que están todo el año con esta especialidad deportiva, el primer campeonato de la LPF 2023 fue una vez más la piedra basal de una gama de conflictos, los cuales mostraron hasta donde todas las cosas terminan provocando el desinterés del público por verlo en sus televisores, salvo contadas excepciones. A excepción del esperado superclásico, jugado en la fecha 15 en el remodelado estadio Monumental Más, los duelos futbolísticos no solo consiguieron bajos ratings, sino también muchas críticas por cuestiones arbitrales o deficiencias estructurales.
Presentada como “La liga de los campeones del mundo”, un ampuloso calificativo a fin de no perder los rebotes de la conquista alcanzada en suelo árabe a fines de diciembre, la nueva edición de la LPF (Liga Profesional de Fútbol) deparó muchas noticias que dieron cabal muestra de la crisis que atraviesan la mayoría de las instituciones, excepción hecha del nuevo campeón y pocos equipos más en lo recorrido este año. River Plate consiguió con dos fechas de anticipación coronarse nuevo campeón, pero en una temporada donde la irregularidad reinó en muchos de los clubes compitiendo por el título, finalmente todos terminaron aceptando a regañadientes que no se trató “del mejor”, sino puntualmente del equipo “menos malo”. La competencia signada por incontables conflictos, escándalos y también decisiones que suelen mostrar el recalcitrante ambiente que sigan todos estos campeonatos, expuso a dirigentes de los clubes, directivos de la AFA, jugadores y otros personajes que dieron la nota discordante con fuertes conductas y actitudes totalmente reprochables.
Ya con el sistema VAR funcionando supuestamente en plenitud, determinados partidos se convirtieron en motivo de polémicas, encuentros donde la determinación de los árbitros o la asistencia tecnológica terminó provocando quejas de algunos equipos, mucha bronca en los hinchas y desencanto en los televidentes al advertir que la nueva tecnología aplicada a modo de asistencia arbitral, en muchos casos no funcionó como debía. Un ejemplo que se erigió como el más bizarro de los acontecidos, sucedió en la jornada 21, en el partido que disputaron Rosario Central y Colón. En un determinado momento, el cuestionado árbitro Nicolás Lamolina le notificó a los capitanes de ambos planteles que el sistema VAR había dejado de funcionar. En ese momento el juez les propuso seguir jugando sin la novedosa ayuda digital para constatar las jugadas polémicas o suspender el partido. En el segundo tiempo Colón lo ganaba desde el arranque 1 a 0, cuando el referi cobró un penal a todas luces inexistente. El atacante canalla Damián Martínez se dejó caer ante un roce con el defensor Leonel Picco y como no había VAR, no existió una apelación por la asistencia técnica. Las imágenes de la televisión, segundos después, corroboraron que el delantero se tiró y el árbitro compró la falta para sellar un polémico empate.
Desde finales de abril y mientras algunas polémicas acaparaban interés en la prensa que suele seguir este torneo, se filtró en las redes sociales y ciertos portales de fútbol, que la AFA estudiaba anular uno de los tres descensos contemplados para este año. Sin brindar ningún tipo de comentario o información acerca de esas versiones, finalmente todos los dirigentes de la Asociación del Fútbol Argentino, a excepción del representante del club Talleres, se reunieron el jueves 22 de junio en el edificio de la calle Viamonte al 700 y en pocos minutos hicieron realidad ese anuncio difundido entre gallos y medianoches. La asamblea extraordinaria de la AFA decidió eliminar un descenso por promedio en la LPF, decisión unánime de 45 de los 46 asambleístas presentes, indicando que este año solo 2 equipos perderán la categoría hasta 2028. En la jornada que se conoció la noticia, muchos dejaron trascender que al encontrarse un par de equipos “fuertes” en las posiciones más bajas de la competencia, el máximo organismo quiso congraciarse con los mismos, una determinación que dejó a los clubes más “débiles” al borde de jugar prontamente en una categoría inferior a principios de la próxima temporada.
Uno de los principales aspectos que desataron polémicas a lo largo de la competencia, fue la problemática conducta arbitral de los jueces designados para dirigir. En las últimas tres fechas, Newells, Independiente y Vélez hicieron saber sus quejas, entendiendo que estos jueces seleccionados para dirigirlos les generaron situaciones adversas, perjudicándolos a la hora de competir. Uno de los referís que más trascendencia alcanzó por su polémica y cuestionada conducta, fue Darío Herrera, encargado de dirigir en la fecha 15 el último superclásico que disputaron River Plate y Boca Juniors, en cancha del primero. Cuando los asistentes al duelo jugado en el remodelado Monumental daban por entendido que el partido finalizaría con un empate sin goles, el juez marcó en el tiempo suplementario una falta dentro del área de Boca muy discutible, penal a favor del equipo local que Borja se encargó de convertir en triunfo para los millonarios. Enojado por varias irregularidades en ese momento, algunos jugadores boquenses y el técnico xeneize recibieron la tarjeta roja entre forcejeos, bravatas y escándalos por doquier.
En un torneo donde la regularidad fue deuda de muchos clubes, la consistencia de River al sostener una importante cantidad de partidos venciendo como local, le permitió a los ahora dirigidos por Martín Demichelis conseguir una diferencia de doce puntos en una parte crucial del campeonato. La felicidad de los hinchas millonarios tras la obtención del primer título profesional con un nuevo director técnico, luego que Marcelo Gallardo anunciara su alejamiento del club millonario, duró una vuelta de calesita. Primero por la muy temprana eliminación del equipo de la banda roja en la Copa Argentina y después al demorar la definición en conseguir este campeonato 2023, tras algunos resultados que en ese momento generaron dudas y muchísima tensión en Nuñez. Talleres de Córdoba fue el gran verdugo de los millonarios, ganándole como local en la ciudad mediterránea y luego sacándolo del torneo federal con un agónico 1 a 0 que amargó al nuevo campeón local.
Amén de la irregularidad que signó la competencia con equipos que no pudieron sostener una secuencia de partidos invictos, el torneo se volvió chato, pobre en lo estilístico y con pocas luces en los principales jugadores que podían sobresalir en este campeonato. Dando cabal prueba además que el puesto de director técnico es sin dudas el rol profesional más ingrato en la vida futbolística, la permanencia de los entrenadores en muchos planteles duró un suspiro en comparación con lo tradicional, tiempos donde la butaca del técnico en el banco de suplentes se convirtió en el asiento eyectable del cual dieron uso y abuso bastantes directivos. Basta recordar que al cumplirse la fecha 21 de la edición 2023 de la LPF, un total de 16 DT se habían alejado de los equipos que dirigían, ya sea por determinación propia y también al ser despedidos por los dirigentes que vieron en esa maniobra, una forma de aflojar todas las tensiones generadas por los malos resultados y las ubicaciones en el fondo de la tabla, poniendo en riesgo la continuidad de esos clubes en la primera división.
El entrenador Marcelo Saralegui, al comando de Colón de Santa Fe fue el primer DT en ser “renunciado” por los dirigentes sabaleros tras un discutido empate con Unión. Alexander Medina también dejó Vélez, después de un cierto tiempo, luego que el “Fortín” perdiese con Boca Juniors 2 a 1 un difícil choque entre potencias, siendo reemplazado por el histórico jugador Christian Bassedas. El entrenador Abel Balbo al mando de un Estudiantes que vendió a tres de sus mejores baluartes (José Sosa, Pablo Piatti y Mauro Boselli, luego de perder tres choques de las seis primeras fechas, decidió dar un paso al costado. Leandro Stilitano dirigiendo al equipo de Independiente pasó las de Caín y cuando menos lo esperaban, decidió dar veloz un paso al costado, dejando al por entonces presidente rojo Fabián Doman de elegir a su sucesor. Otro que padeció el desgaste de un plantel que decayó en su calidad, fue Hugo Ibarra en Boca Juniors y cuando los resultados complicaron su permanencia, el técnico fue despedido por la dirigencia xeneize, a pesar de haber ganado dos campeonatos.
En esa secuencia de técnicos despedidos o renunciando al no lograr los resultados por los que habían sido contratados, después siguieron ese camino Gustavo Mutua en Unión, el DT Diego Flores al comando de Godoy Cruz, Rodolfo de Paoli en Barracas Central y el cuestionado entrenador Diego Dabove de Huracán, campeonato cuyos resultados fueron una amoladora que terminó erosionando la resistencia de los técnicos. Javier Sanguinetti en Banfield, Carlos Ruiz en Arsenal, Lucas Bovaglio en Instituto de Córdoba tuvieron en esas fechas intermedias que dejar su puesto, sobresaliendo la despampanante renuncia de Ricardo Gareca, icónico DT de la selección peruana que regresó al país para dirigir al club de sus amores, resistiendo doce partidos sin lograr el objetivo por el cual había sido contratado. Diego Martínez en Tigre, Sebastián Méndez en Unión y su tocayo Sebastián Battaglia en Huracán, debieron rescindir sus vínculos profesionales con esos equipos, en un torneo donde perder tres o cuatro partidos era preanuncio de despido o dimisión. En una competencia que no perdonó ni siquiera a los equipos que tuvieron un 2022 bastante destacado, Lucas Pusineri en Atlético Tucuman fue el último entrenador que presentó su renuncia, desgastado por varias derrotas y un plantel que este año no le respondió. Sólo algunos nombres de la falta de proyectos a largo plazo en las mentes dirigenciales.
Imágenes: Redes River Plate
Fecha de Publicación: 08/08/2023
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