Sucedió hace mucho y quizá por eso no se conoce tanto, salvo que seas hincha de Estudiantes de La Plata, en cuyo caso Raúl Madero adquiere status de 'Ídolo' por sus logros como jugador. Te pongo en autos: Raúl inició su carrera como jugador en Boca, allá por la década del '60. Un mediocampista de marca pero con muy buen pie que no llegó a afianzarse en la primera división del club de la Ribera por la moda que comenzó a tomar fuerza por esos años de los clubes poderosos de comprar jugadores en el exterior. El doc debió emigrar de Boca y recaló en Huracán en 1962. Tampoco tuvo gran éxito hasta que fue intercambiado al 'Pincha rata' junto a otros jugadores por Juan Carlos Rulli (tío de Gerónimo, actual arquero de la Selección Nacional Mayor). En Estudiantes la rompió toda. Ganó la Libertadores en 1968 y 1969. La Intercontinental en el '69 y la Interamericana en el '68. Copas a las que accedió por haber sido Campeón local en 1967. Cinco títulos en tres años. En ese Estudiantes poderoso fue dirigido por Osvaldo Zubledía y comenzó su amistad con un compañero, otro doctor: Carlos Salvador Bilardo.
Los 'Pincharrata'
Zubledía debe haber sido uno de los primeros técnicos ventajistas del fútbol local y del mundo, si me corrés un poco. Uno de los primeros en el 'hay que ganar y si se juega bien o mal no importa'. Bilardo fue el máximo exponente mundial en el tema y siempre dijo que su maestro fue 'Don Osvaldo'. Ni dudas caben. Ese equipo era duro. Fuerte. A veces rozando lo desleal. Los creadores de 'cortar el juego' a propósito. De 'la pelota pasa pero el hombre no'. Hay historias que cuentan sobre alfileres llevados en los pantalones que servían para pinchar a los rivales en los tiros de esquina. O la práctica de pisar al arquero para que no puediera saltar a descolgar el balón en la misma oportunidad. Nada comprobado fehacientemente pero que si lo comparamos con 'El bidón de Branco del '86' es como que las sospechas empiezan a encajar en el relato.
La cosa es que era un equipo aguerrido más que nada, que tenía un par de delanteros con 'La bruja" Verón (demás está decir que era el papá de 'La brujita', ¿no?) que te liquidaban. Y después el equipo cerraba el partido. A fuerza de ser objetivo debo decir que en esa época el fútbol era muy muy distinto de lo que es ahora, por si por tu edad no lo viste (hay muy poco registro en videos). La primer gran diferencia es que ahora el fútbol es 70% físico. No solo lo digo por el estado de entrenamiento sino más por la velocidad a la que deben resolver los talentosos. De ahí que para mi Messi sea el mejor. Explico: desde que agarraba la pelota hasta que le llegaba la marca, 'O rei' Pelé tenía seis segundos. Maradona, tres. Lio solo uno. Maradona tenía más espacios y Pelé jugaba en una estancia, directo. Esto no es opinión sino dato. Lo digo para no entrar en polémicas sobre talento, porque si querés entrar ahí el más talentoso que yo vi fue Ronaldinho. Pero volvamos al fútbol de los '60. Los defensores no solo daban espacios sino que eran lentos. Y un defensor lento llega tarde a todos lados. Por eso serían más duros, más rústicos. Mi viejo siempre decía que antes sabían pasar la pelota y ahora no; que todos tenían buena técnica. Claro: si tenés seis segundos hasta que te vienen a marcar y encima la pasás mal, sos un desastre directo. Es obvio que la gente te iba a abuchear si entregabas mal la pelota. Tener defensores medio rústicos y sumarle un 'La pelota pasa el hombre no' es una combinación explosiva. Pensemos en esto y en lo subvalorado que está meterle un cambio de frente de cuarenta metros en el pecho a un compañero. Desde el sillón del living en jogging todo es fácil...
Cuando Estudiantes le ganó el partido de vuelta al Manchester United 1-0 por la Intercontinental en el Old Trafford (habían empatado la ida 1-1 en 'La Bombonera'), imagino que la hazaña tuvo mucho de aspereza.
El Mundial del '66
Claro: argentinos e ingleses venían de un match reciente en el Mundial del '66 que nos dejó afuera junto con un montón de anécdotas más bien feitas. Y quiero repasarlas porque afectan directo a la historia del Doctor Madero. Argentina se jugaba la clasificación contra Inglaterra. Dirigía un árbitro alemán. Por el otro lado Uruguay se jugaba la clasificación contra Alemania. Dirigió un árbitro inglés. Los dos sudamericanos fueron elinimados con arbitrajes sospechados.
Si bien el seleccionado nacional estaba dirigido por el discípulo de Zubledía Juan Carlos 'El Toto' Lorenzo y mostraba un juego 'aguerrido', las crónicas de la época (los mundiales no se televisaron en directo hasta el de Brasil 70) narran de un partido áspero de ambos lados. El tema es que iniciado el segundo tiempo el árbitro alemán que no hablaba ni papa de español echa por exceso verbal a Antonio Rattín, que no hablaba ni papa de inglés ni alemán. Es verdad que hay cosas que se entienden sin saber el idioma, también. El ídolo de Boca reconocería después que no entendía que lo había echado, por lo que tardó como diez minutos en salir de la cancha y recién lo hizo cuando se lo comunicó un traductor que entró al campo especialmente. No existían las tarjetas roja y amarilla, que se crearon a partir de esta contingencia. Al margen: tampoco existían los suplentes, ergo los cambios; con lo que la Argentina se quedó con uno menos durante gran parte del partido. Ya te metí dos anécdotas en una.
'El Rata' se va y no había banco de suplentes. Con lo que no tiene mejor idea que sentarse en una alfombra roja que bajaba de la platea. No me preguntes por qué la alfombra bajaba hasta el campo de juego. La Reina Isabel II había ido a un partido en Wembley pero en ese partido no estaba. De hecho fue solo a ver dos matches en total. Quizá porque no les gustó que Antonio se sentara ahí, quizá porque lo vieron como una falta de respeto a la Reina, quizá por una cuestión de orden, lo invitaron a retirarse al vestuario. La gente, olvidando las características flema y educación inglesas, le empezó a tirar cosas cada vez más pesadas. Y ahí Antonio tuvo su segunda y desafortunada idea: apretujar el banderín del córner a su paso, decorado con el motivo de la bandera del Reino Unido. No cayó bien.
'Animals'
Esa es la anécdota que origina a la anécdota sobre el Doctor Madero. Un diario londinense nos tildó de 'Animals' gracias al juego brusco y a las desinteligencias de Rattín. Te cierro las anécdotas sobre la Selección del '66 diciéndote que viajaron al Mundial con Illia de Presidente y volvieron y estaba Onganía.
Raúl Madero ya era médico. Se había recibido en la Universidad Nacional de La Plata en 1969, siendo jugador. Lo mismo que Carlos Salvador Bilardo. Madero se recibió y abandonó el fútbol para ejercer la medicina. En 1982 llegó a ser el médico del plantel de Boca. Te cuento algo raro: en esa época a los cuerpos médicos les pagala la AFA. ¿Por qué te lo cuento? Porque cuando Bilardo se quiso llevar a Madero como médico de la Selección en el '83, la AFA (AKA Humberto Grondona) lo presionó bajándole el sueldo a casi la mitad para que se quedara en 'El Xeneize'. Madero se fue igual y en el '86 Grondona le tuvo que pedir a su señora que lo convenciera a Raúl a firmar su contrato con la Selección para esos cuatro años. El doctor había operado a la mujer de 'El Jefe' y se conocían desde ese momento. El doctor repitió con la Selección en el '90 y fue el primer argentino en integrar una comisión médica en la FIFA.
Raúl Madero también tocaba el piano. Era un hombre culto, educado y muy bajo perfil. Quizá su forma de ser fue lo que lo alejó en algún momento de Carlos Salvador.
Dos años más tarde de coronarse Campeón Intercontinental en el Old Trafford con Estudiantes fue entrevistado por un periodista inglés en un hotel de Londres, que es lo que nos lleva a la anécdota central de esta nota. La historia refiere que fue el mismo periodista que había bautizado a los jugadores del plantel Nacional como 'animals' pero noy está chequeada esa información, acaso importe o no.
El tema es que el Doctor le dijo que ellos nos habían bautizado como 'animales' pero le señaló que el periodista no hablaba español mientras que él sí hablaba inglés. Después se sentó al piano del lobby del hotel y toco unos acordes de una sinfonía de Chopin, seguida de unos acordes de folklore. Entonces le dijo: "Yo hablo su lengua pero usted no la mía. Usted conoce a Chopin pero no a la música de nuestro país. Yo jugué al fútbol y usted no... entonces ¿quién es más animal?"
Años después lo 'atendió' nada más ni nada menos que a 'Don Julio'. Pavada de hombre. Y siempre con altura. Un tipo que debería ser un ejemplo para el fútbol y para la vida. Pero a veces enD10samos a cada uno...
Imágenes: Infobae
Su larga y exitosa trayectoria como creativo publicitario le dio un conocimiento muy profundo acerca de las conductas y motivaciones de la gente, base de su tarea como Secretario de Redacción de Ser Argentino.