Fanfarrón, polémico y controvertido al extremo de que le quitaron los títulos Argentino y Sudamericano Mediano por inconducta. Cuentan las crónicas de la época que promocionaba sus peleas repartiendo volantes en la calle Florida con la frase que titula esta nota. amenazando a Lausse.
Con Lausse protagonizó sangrientas peleas. Entre ellas, las dos que le dieron y le quitaron sus títulos. Empató y perdió con Carlos Monzón. Y peleó por el título del mundo en Washington, 1967, con Bob Foster.
Era Andrés Selpa. El antecesor de Ringo Bonavena y Muhammad Ali en eso de destacarse dentro y fuera del ring como un personaje.
Adentro, haciendo de malo para el público, que lo recibía con abucheos. Alguna vez simuló un desmayo para escapar de una muchedumbre salteña. Enardecida por un cabezazo que le aplicó a un púgil local. Peleó bajo los efectos de la cocaína. Entrenaba solo unos días antes de cada pelea y ganaba. Estuvo dos años combatiendo como profesional en Paraguay.
El día de su retiro se dejó pegar hasta el KO, porque se quería morir. Realizó 217 combates. Sí: 217. Su récord fue de 136 (80)-51-30. Tenía una trompada letal y buena técnica.
Afuera del ring tuvo una vida muy difícil. Su mamá lo abandonó de chico y lo rechazó de grande. Trabajó desde los 6, y a los 12 ya peleaba por dinero. Tuvo contactos con las drogas en diversas etapas de su vida. Estuvo preso tres veces. Una de ellas, por pegarle siete tiros a su sexta mujer. No la mató. Tuvo seis esposas, nueve hijos y catorce nietos.
Aunque era casi analfabeto, escribió tres libros; dos de ellos, en la cárcel, en donde terminó el secundario. Fue amigo de Borges y de Perón. De María Marta Serra Lima y Nélida Roca. Escribió su autobiografía y una poesía al gran “Pichuco”.
De la pensión que estaba enfrente al Luna Park, lo echaban todo el tiempo. Y todo el tiempo volvía. Era bueno con los buenos y violento cuando se drogaba o emborrachaba. Pasaba de millonario a mendigo en horas. Gastando en el casino, prostitutas, drogas y malas compañías, lo que cobraba por sus peleas. Estuvo tres veces internado en el Borda. Era inteligente y culto.
Falleció el 23 de enero de 2003, a los 71, querido por algunos de sus hijos, olvidado por otros, y pobre.
Fútbol, tenis, paddle, tenis de mesa, natación, golf, rugby son los deportes que practico desde que tengo uso de razón. Ver deportes es la única razón para tener un televisor en mi casa. Me gusta mucho analizar el juego; me apasiona la táctica y me deleita la técnica.