Por unas horas estuvo a punto de ser compañero de Messi, pero seguirá siendo su eterno rival

Solo un infernal monstruo deportivo de su descomunal estatura profesional podía lograrlo y para variar, lo hizo. La flamante y no tan sorpresiva incorporación del club Manchester United tenía la posibilidad de conseguir un nuevo record absoluto. El difícil objetivo de convertirse en el máximo goleador de la historia de todos los seleccionados estaba ahí a muy pocos tantos de distancia, meta que alcanzó en las últimas horas en la cuarta fecha de las eliminatorias UEFA para el Mundial de Qatar 2022, cuando comandando a su plantel Portugal venció sobre la hora a Irlanda por 2 a 1, convirtiendo los goles de su equipo en el final del partido, una victoria agónica donde el delantero con el número siete consiguió un doblete de anotaciones en la red, llegando a los 111 tantos en la estadística, superando así al goleador iraní Ali Daei quien venía ostentando la mejor marca con 109. El logro de la nueva adquisición del equipo inglés consiguió su nueva marca mundial, en un encuentro que arrancó pésimo para conseguir dicho record.

A pocos minutos de iniciado el partido, el arquero irlandés le adivinó la dirección en un tiro penal y sobre el cierre de la primera parte Portugal quedó 1 a 0 abajo, lo cual complicó aquel desafío. Característico de él, lo alcanzado por el portugués tuvo mucho de heroico. Faltando un minuto para terminar el encuentro consiguió el empate de cabeza, superando la marca existente, pero como suele hacer este asesino de las redes, en tiempo de descuento con otro cabeza consiguió el gol que le dio el triunfo a los portugueses llevando a 111 tantos su nueva marca mundial, un infierno descontrolado para sus seguidores, que son millones en el mundo. Lo cierto es que antes de este partido jugado en las últimas horas, Ronaldo estuvo a punto de quedar en la historia por una transferencia que de haber ocurrido hubiese hecho estallar todos los mercados de pases en la historia del fútbol mundial.     

Si alguno pensaba que la mudanza de Lionel Messi al París Saint Germain iba ser el pase del año, probablemente haya querido meter los dedos en el ventilador al enterarse que en las últimas horas el PSG haya ido a la carga sin titubeos nada más y nada menos que por el espectacular delantero y goleador portugués Cristiano Ronaldo, el archirival de Messi en la última década de competencia. El gran equipo francés, club que se reforzó con esta destacada mudanza del argentino a la liga francesa, recibió varias ofertas en los últimos días del Real Madrid para adquirir el pase del delantero Kylian Mbappé, atacante de este plantel parisino y figura clave de su selección en el 2018. Si hay algo que no sufre la gran entidad ubicada en la ciudad luz, es problemas de billetera, financiada por capitales árabes que respaldan al equipo europeo con una potencia financiera sencillamente atronadora.

La semana pasada, cuando todos se llenaban la garganta con saliva para gritar los goles de Messi con la camiseta azulgrana del equipo parisino, los rumores de la venta del delantero Kylian Mbappé alteraron la felicidad de los hinchas del PSG al percibir que el tridente de atacantes junto al brasileño Neymar corría riesgo de romperse. El Real Madrid insistió en adquirir al joven jugador francés, la estrella que la rompió en su seleccionado durante el último mundial jugado en Rusia 2018 consiguiendo el título para ese país europeo, pero las negociaciones entre la institución española y el club parisino nunca se sintonizaron de la manera esperada para que el creativo atacante cambiara de camiseta este año. Como los dirigentes del equipo de París no comen vidrio y van tres movidas adelantados a cualquier cambio intempestivo, asomó una jugada en el horizonte que no solo le provocó un espasmo estomacal a Messi, sino que dejó a la afición futbolística shockeada con la posibilidad de sumar otra estrella al plantel de la famosa “ciudad luz”.

Para que esto no sonara a un desesperado bocinazo de colectivero buscando espacio, el presidente del PSG, el dirigente árabe Nasser Al Khelaifi posteó en su intensa cuenta de Instagram un fotomontaje que mostraba a Leonel Messi ya con la camiseta del plantel francés, acompañado insólitamente por…Cristiano Ronaldo, la otra estrella internacional que tiene el fútbol mundial en la última década y media, quien en esa truca fotográfica se lo veía con la camiseta del equipo parisino al lado de su eterno rival deportivo. Por esas horas, Jorge Mendez, representante comercial del jugador portugués, prefirió no emitir declaraciones, pero internamente pudo saberse que las autoridades del equipo francés lo llamaron para consultarlo sobre la posibilidad de una posible contratación. Ronaldo fue la gran estrella de la Juventud hasta hace pocas semanas, un equipo italiano que además del portugués cuenta en sus filas con el volante argentino Dybala, pero el equipo italiano no consiguió la Championship, torneo que menguó el interés del delantero de Portugal para seguir en el fútbol del país donde reina la pizza y las pastas. Además, conviene aclarar, la situación económica de este equipo azzurro no da para seguir manteniendo el cachet de la estrella portuguesa, un deportista de alto rendimiento que es héroe en el fútbol mundial.

Las idas y venidas se hicieron incómodas tanto para Kylian Mbappé, que soñaba con irse al fútbol español, como para el brillante atacante de la Juventud, quien no descartaba esa histórica chance de compartir un plantel nada menos que con su eterno rival deportivo, lo que le daba un morbo al asunto sencillamente espectacular. Advirtiendo que la situación no evolucionaba, desde el fútbol inglés vieron posible conseguir la llegada del delantero nacido en Portugal, sabida su anterior etapa en la Premier Ligue, donde el atacante tuvo un magnífico desempeño consiguiendo varios títulos, entre ellas la Championship, duras semanas donde el Manchester City se contactó con el presidente del equipo italiano para definir condiciones y mecanismos de pago. Preocupados por los elevados costos que la institución británica debería asumir con esta contratación, la negociación siguió con lenta evolución mientras el libro de pases europeo ardía entre tantas chances de cambio. Con el cierre de la semana pasada, la bomba estalló y sacudió no solo a Inglaterra sino también al resto del viejo continente. El paso de Cristiano Ronaldo por el fútbol italiano era historia y ya tenía nuevo club donde mostrar su inagotable talento.

Entendiendo que la chance de Kylian Mbappé de pasar al Real Madrid no culminaría con el resultado deseado, situación donde los directivos franceses hicieron lo máximo para no vender al atacante parisino, Cristiano Ronaldo y su manager analizaron la situación para cambiar de club en esta época del año, momento donde se sumó un poderoso oferente que abrió la billetera para hacer saber sus intenciones. Cuando todos daban como posible ese traslado del atacante portugués al City, el batacazo destronó esa situación cuando luego de algunos acuerdos bajo carpeta, finalmente el excepcional archirival de Lionel Messi se decidió a volver al Manchester United, club donde había consolidado su carrera durante el principio de la última década, obteniendo varios títulos, entre ellos la Championship con una consagración personal inolvidable. La noticia fue un fuerte estruendo en París, donde muchos pensaban que la estrella argentina compartiría la delantera con su enemigo en los campos de juego. Lo cierto es que el muy convulsionado mercado de pases culminó en las últimas horas con otro bombazo de firme importancia, el regreso de Griezman al Atlético de Madrid, quien decidió repatriar a su figura más valiosa para configurar con el jugador uruguayo Luis Suarez una delantera de lujo en la ciudad española.

Muchos se preguntarán que hubiese ocurrido de haber acontecido la llegada de Ronaldo al PSG en estos días. Primero y fundamental, por más que en la cancha toda la vida se hayan convertido en rivales de enorme contraposición, el vínculo que mancomuna al delantero nacido en Rosario con la estrella portuguesa es muy bueno porque, más allá de competir en instituciones rivales, el choque solo queda limitado al interior de un campo de juego, lo cual pudo apreciarse en numerosos eventos públicos que han compartido, donde Ronaldo y Messi han hecho pública su admiración el uno por el otro. En un par de ocasiones, todos han sido testigos de la idolatría que uno de los hijos del portugués siente por Messi, genial detalle para los aficionados al deporte más popular que reúne a estas grandes figuras, una inédita situación donde el portugués ha compartido presentaciones con el argentino, junto con el primogénito que admira al volante creativo de Santa Fe. Sin dudas la esperanza de verlos jugar juntos subsiste, porque la billetera del empresario y dueño del PSG garantiza que no se trata de una cuestión de dinero, obviamente. Habiendo compartido los campos de juego con camisetas antagónicas en la época en que el argentino jugaba para el Barsa y Cristiano para el Real Madrid, la chance de verlos chocando nuevamente en un gran court de césped ocurrirá si el PSG y el Manchester United avanzan en la copa más importante de ese añejo continente, ocasión en que Tonel Messi con la blusa azul y Cristiano Ronaldo con la roja tendrán un nuevo duelo para deleite de los fanáticos del fútbol de alto nivel.

Imágenes: Redes PSG