¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la secciónBuenos Aires - - Sábado 27 De Mayo
Matías Sandes tiene 35 años y juega en Boca Juniors. Sin embargo, su vasta trayectoria lo llevó a jugar en Europa y a ponerse la celeste y blanca en reiteradas ocasiones. Un mendocino que hizo del básquet su propia historia de vida. Catarata de preguntas, minutos de audio de Whatsapp. Este es el resultado.
“Empecé a jugar al básquet a los 5 años. Pero, como mi papá y toda mi familia jugaban, podemos decir que juego de toda la vida”, comenta Sandes. “Mi primer club fue San José, pero solo un par de meses, en categoría pre mini. Fui a ese club porque mi papá y mi tío jugaban ahí”. No obstante, Sandes cambió de rumbo rápidamente: “Desde ahí me fui a Murialdo, que fue el único equipo en el que jugué en Mendoza. Porque desde ahí pasé directamente a Boca”.
“A Europa me fui de chico, a los 21 años. Por ahí me hubiese gustado ir un poquito más de grande. Haber jugado dos o tres años más la Liga. Me fui muy joven, a un club muy grande como el Tau Cerámica, que hoy se llama Baskonia. Y en ese momento el club estaba súper poblado de buenos jugadores”, confiesa Matías. Además, agrega que fue cedido a otro club: “Me fui a un equipo de segunda categoría. Al otro año vuelvo al Tau, pero me rescinden el contrato y me tengo que ir a conseguir otro equipo y por eso caigo al Fuenlabrada, también en España”.
Y ahí, Sandes llegó para quedarse: “Hice todos mis años en Europa en ese club. Fue una experiencia muy positiva. Incluso la vuelta a la Argentina la hubiera pegado unos años después. Pero coincidió con la crisis en España y, la verdad, no tenía muchas ganas de estar peleando y decidí volverme. Pero claro, hoy, como estamos acá, pienso que me hubiera quedado un tiempo más”.
“Por suerte me ha tocado estar en equipos buenos. Con buenos jugadores. Quizás es difícil decir qué título es el más importante, pero el que más disfruté fue la Liga que gané con San Lorenzo. Fue el mejor momento de mi carrera, por una cuestión personal y familiar. Hubo otros con mayor dimensión, pero ese fue el que más me gustó”.
“Empecé desde muy chiquito. En la selección mayor debuté a los 17 años. En un torneo donde estaba Rubén Magnano como técnico y decidió llevar a dos juveniles, entre ellos yo. Fueron unos torneos en Australia. Ese fue mi debut con la selección”. Sin embargo, Matías compartió equipo con la Generación Dorada, y esto no siempre es bueno: “La contrapartida de eso es que no había espacio para muchos jugadores. Había mucho nivel. Había que aprovechar los clasificatorios, pre mundiales o pre olímpicos. Pero bueno, cualquier torneo es lindo jugarlo con la selección”.
“Me tocó jugar en equipos muy ganadores, con grandes jugadores. No te podría decir uno en particular. Por ahí, con la selección, me tocó jugar con Luis Scola, con Pablo Prigioni, con Delfino. Y a nivel equipo estuve con jugadores muy buenos de calidad internacional”. Mientras que, en cuanto al técnico, apunta: “Me ha tocado estar en selecciones, en buenos equipos, y ahí siempre tenés técnicos buenos. Quizás lo más importante es que de todos me quedó algo. No existe el técnico perfecto”. Y no se olvida de dónde salió: “A mí me quedó marcado el técnico que tuve en inferiores en Boca, Rolando Córdoba, que fue el que me enseñó a jugar en etapas formativas. Después, a nivel profesional estuve con Rubén Magnano, Sergio Hernández y Julio Lamas. Pero quizás con Gonzalo García es con el estilo de juego que más me identifico, sobre todo en Comodoro”, admite Sandes.
“Siempre hay cosas que uno cambiaría. No me hubiese ido de Mendoza tan pronto, a los 15 años. Hoy pienso que no era necesario. Pero sirvió. De eso se aprende. Lo que pasa es que hasta los 21 o 22 años creés que sos inmune a todo, entonces los cuidados no son los mismos que cuando empezás a ser profesional de verdad. Cambiaría un montón de cosas, pero igual, todo sirve como experiencia, no me quejo de nada de lo que hice”.
“¿Ya me estás retirando?”, pregunta Sandes entre risas en el noveno audio que nos manda, atendiendo a cada una de nuestras preguntas. “No, no. Retirarme todavía no lo tengo ni en mente. Estoy en uno de los mejores clubes de Argentina. Mejores jugadores, cuerpo técnico y cuerpo médico. Estoy en un momento físico excelente, me siento mejor que otros años. Me siento con cuerda para rato. Espero que los técnicos y los equipos piensen igual que yo”.
“Tiene buen nivel, si lo comparás con el resto del continente. Obviamente, sacando Estados Unidos. Acá están los mejores jugadores y es, de hecho, de donde salen los mejores. Ahora, comparado con otras ligas donde he jugado, es distinto. Jugué en la segunda categoría de España y, en su momento, eran niveles parecidos. Hoy la Liga Nacional es superior. Pero también jugué en ACB, que es Liga Endesa hoy (Liga de España), y bueno, ahí sí, había una diferencia muy grande. Teniendo en cuenta que la Liga Endesa es la segunda Liga de nivel, a nivel Mundial. Pero sí, la Liga Nacional tiene buen nivel y no para de sacar jugadores”.
Fecha de Publicación: 04/12/2019
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