Diego Armando Maradona pasó a la inmortalidad, pero el recuerdo de sus actuaciones en cada pueblo que visitó quedaron en la retina de quienes pudieron disfrutarlo. En dos ocasiones, el mejor jugador de todos los tiempos pisó Comodoro Rivadavia, en la provincia del Chubut.
La primera vez fue en 1980, seis años antes de tocar el cielo con las manos con la Selección Argentina. El 12 de diciembre fue la fecha señalada en la que el 10 llegó a la ciudad petrolera para disputar un partido amistoso contra un combinado local. Los dirigidos por César Luis Menotti salieron al césped del estadio municipal. No era uno de esos encuentros en los que, como se ven ahora, llevan en la convocatoria a algunos jugadores que visten poco la casaca nacional para que se fogueen. VenÃan el "Pato" Fillol, Daniel Passarella, Leopoldo Jacinto Lúque, el "Tolo" Gallego, el "Conejo" Tarantini y Ramón DÃaz, entre otros.
El estadio se colmó por miles de personas que no podÃan perderse semejante presencia: la selección que dos años antes les habÃa dado la primera Copa del Mundo a los argentinos se presentaba en el sur del paÃs. En menos de un minuto, Diego Maradona comenzó a mostrar su jerarquÃa y, luego de sacarse de encima a los jugadores que lo marcaban, disparó un fuerte zurdazo que saló rozando el palo izquierdo del arco comodorense.
El resultado es anecdótico. Argentina, como se esperaba, venció cómodamente al elenco local por 5 a 0. Ese dÃa marcaron para los dirigidos por el Flaco Menotti Ramón DÃaz en dos ocasiones, el "Tolo" Gallego, Leopoldo Luque y... (ruido de redoblantes y me pongo de pie) Diego Armando Maradona. El tanto del astro fue a los diez minutos del segundo tiempo, ante una avanzada del combinado local. Allà Maradona con toda su velocidad encaró hacia adelante y con un toque sutil de su zurda logró inflar la red para sellar el resultado.
Regreso en el siglo XXI
Su segunda vez en tierras comodorenses fue 27 años más tarde cuando, ya retirado de la actividad profesional, Maradona recorrÃa el paÃs con el Showbol, ese espectáculo similar al fútbol de salón, pero que paraba solo cuando habÃa faltas o goles, porque no existÃan los laterales o los tiros de esquina.