¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la secciónDiego Armando Maradona fue una de las personas más adoradas de la historia argentina. Su carisma, humildad y habilidad, dentro y fuera de la cancha, lo convirtieron en el ícono del fútbol mundial. A pesar de también sumar detractores, a Maradona se lo conoce en muchísimos rincones del mundo. Es sabido que una de las ciudades que se desvive por el Diego, es Nápoli. Desde allí, Maradona forjó a fuego y gambeta una relación inédita con el sur de Italia. Además, los conocedores de la redonda afirman que, dentro de la cancha, el Diego del Nápoli fue una de las mejores versiones.
La historia de Diego aquí comenzó en el año 1984. Luego de vivir momentos dificilísimos como lesiones y el primer contacto con las drogas, Maradona se fue de Barcelona con más pena que gloria. Los dirigentes españoles le ofrecieron el doble de dinero de lo que ganaba y Diego les respondió: “Voy a una ciudad que me está esperando, porque prefiero ir detrás de la pelota que detrás del dinero”. A lo Diego, así comenzaría un romance inédito.
Nápoli, antes de Maradona, era una ciudad bastarda, ni fenicia ni italiana, o por lo menos en la literalidad. Si bien es la capital del sur, su cosmopolitismo incesante y las mafias más poderosas allí instaladas hacen que Nápoli sea repudiada por los del norte poderoso. Esto la convierte en una ciudad rebelde, que sigue sus propias reglas; características que coinciden con el genio del fútbol mundial. Además, por aquellos años se estaba viviendo mucho agite en las calles, muchos colores y una suerte de despertar cultural musical. Ambiente más que propicio para que Maradona se sintiera cómodo.
El recibimiento al 10 fue único, a estadio lleno, y duró mucho tiempo. Ni Diego ni los hinchas se iban. Ese año, el equipo venía de salvarse del descenso por un punto y siempre quedaba eclipsado por los grandes del norte. Diego estuvo dos años sin ganar nada, pero realizando jugadas increíbles y enalteciendo los colores cada vez más. Un tercer puesto en la previa al Mundial 86 sería la antítesis de lo que sucedió después.
Maradona volvió como campeón con la Selección y desató un torbellino dentro de la cancha. Se volvió imparable, invencible, su zurda fue arte y su gambeta, orgásmica. El equipo ganó su primer scudetto en 1987, la Copa de ese mismo año, la Copa de la UEFA en el 89 y la Serie A y la Supercopa de Italia en el 90. Cuatro trofeos bastaron para que Maradona se transformara en la máxima referencia extranjera del sur de Italia. Levantó el pueblo al que todos miraban con desdén, lo hizo enorme y eterno, le birló a los poderosos el oro que más anhelaban y se disfrazó de superhéroe para que lo amaran por siempre. Sin proponérselo, hizo que napolitanos y argentinos se hermanen por la misma pasión y, ahora, lloren desconsolados por la misma tristeza.
La adoración y la pasión inexplicable que desata el 10 en esta ciudad son tales que el homenaje allí realizado por su muerte fue tan conmovedor como en Argentina. En la previa del partido Nápoles vs. Rjecka por la primera fecha de la Europa League, miles de hinchas se congregaron en las afueras del estadio. Con la cara llena de lágrimas y embadurnados en celeste y blanco, realizaron una caravana de bengalas. Al ritmo de “olé olé olé Diego” y el clásico napolitano “ha gusto Maradona”, fanáticos de todas las edades recordaron a su máximo ídolo.
Uno de los momentos épicos de la tarde fue cuando el jugador Lorenzo Insigne se acercó junto al histórico utilero Tomasso Starace (muy querido por Diego). Subsumidos en una notable tristeza, sumaron una ofrenda floral en la caravana. En redes sociales, el club publicó distintas referencias al Diez en blanco y negro. Además, el alcalde de la ciudad anunció que el nombre del mítico estadio San Paolo pasará a ser Diego Armando Maradona.
Dentro del campo de juego, los jugadores realizaron la entrada en calor mientras, en las pantallas gigantes, se proyectaban imágenes de Diego haciendo lo que mejor sabía hacer. A la cancha salieron todos, inclusive el DT Genaro Gatusso, con la camiseta número 10 y un MARADONA en mayúsculas inscripto en la dorsal. Esta camiseta dejó de usarse en el club hace años, también en honor al Diego. El partido terminó 2 a 0 a favor del conjunto local, pero es inevitable que los napolitanos sientan un sabor amargo, tal como en nuestro país.
Fecha de Publicación: 01/12/2020
Te sugerimos continuar leyendo las siguientes notas:
Ser Maradona: la metáfora de un país
Diego Armando Maradona: la pelota no se mancha
Maradona unió al pueblo cuando nadie más pudo
A falta de internet: clases por radio
Maradona y sus pasos por Comodoro Rivadavia
La Patagonia, la tierra en la que Maradona convirtió su primer gol con Argentina
D10s, entre el cielo y el infierno
¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la secciónNo hay comentarios
Comentarios
Este evento regresa con una propuesta moderna y renovada hasta el 8 de octubre. Fue declarado de int...
La Patagonia Rebelde, La Nona y El Loro Calabrés, solamente tres títulos del enorme Pepe Soriano que...
Hasta el año 2018, la recopilación de las obras del fundamental armoniquista Hugo Díaz había asomado...
El principal festival de la región que celebra la pasión lectora argentina vuelve en septiembre y vi...
Suscribite a nuestro newsletter y recibí las últimas novedades