Manu Ginobili: la bestia de Bahía Blanca

Que Manu Ginobili ya quedó en la historia del básquet mundial no es ninguna noticia. El palmarés que ostenta es impresionante, en especial teniendo en cuenta que lo logró en la mejor liga del mundo.

La bestia de Bahía Blanca ganó cuatro anillos de la NBA, siempre con la misma camiseta: la de los San Antonio Spurs. No hay que perder de vista que los Spurs tienen cinco títulos en toda su historia (y, como acabamos de decir, Manu participó en cuatro), quizás por eso los directivos del equipo decidieron, al momento de su retiro, sacar de circulación la camiseta número 20, para que ningún otro jugador pueda usarla y su memoria esté viva para siempre.

Los anillos de Manu

El primero lo ganó ni bien llegó: en 2003. La final la ganaron 4-2 a los Nets de New Jersey (el equipo incluía, además de a Manu, a Duncan y Parker: los tres fantásticos). El promedio de Ginobili fue de 7,6 puntos por partido (lo subió a 9,4 en los playoffs).

El segundo es probablemente el que más recuerdan los fanáticos del básquet porque fue una final impresionante: 4-3 a los Detroit Pistons. En el último partido Manu clavó 23 puntos. Corría el año 2005 y Ginobili ya había ganado dos anillos en 2 años.

El tercero (2007) es el que más disfrutaron los fanáticos de los Spurs pero no tanto los fanáticos del básquet. ¿Por qué digo esto? Porque fue un baile de principio a fin: 4-0 a los Cleveland Cavaliers, quienes nunca tuvieron ni la mínima oportunidad de ganar. Manu estuvo imparable: 27 puntos en el último partido. Este anillo vino con un plus emotivo: en el equipo también jugaba el argentino Fabricio Oberto.

El cuarto y último fue en el 2014 (Manu ya tenía 37 años y seguía jugando como una bestia). También fue una victoria bastante indiscutible: 4-1 a Miami Heat. En 2013 habían perdido la final 3-4 también contra Miami, lo que hizo que la victoria tuviera un dejo importante de sabor a revancha.

Como si fuera poco, también ganó premios individuales en la mejor liga del mundo: Mejor jugador de la liga en 2005 y 2011 y Mejor sexto hombre en 2008. Y esto solo en la NBA. Los títulos que ganó en nuestro país, en Italia y en la selección nacional quedarán para otra nota: es un jugador tan grande que es inabarcable. ¡Gracias por todo, Manu! ¡Te extrañamos!