Luifa encendió las alarmas

Una de las tantas consecuencias prematuras del avance del coronavirus fue la reprogramación de los Juegos Olímpicos para el 2021. La noticia trajo aparejada otra, que puede ser un baldazo de agua fría para el básquet argentino. Luifa Scola, próximo a cumplir 40 años, no sabe si le quedará hilo en el carretel para llegar bien física y deportivamente a la nueva fecha de las olimpiadas de Tokio.

El año pasado, cuando ya era el único sobreviviente de la legendaria Generación Dorada, Luifa y sus compañeros inscribieron otra página grande en la historia del baloncesto celeste y blanco, al llegar a la final del campeonato mundial. Muchos pensaban que esa derrota contra España podía ser la despedida del ala pivot de 39 pirulos. Pero, poco después, renovó las esperanzas de todos, al anunciar que jugaría los Juegos, que deberían ser en julio de este año en el poderoso país asiático.

Recientemente, Scola afirmó que no sabe si va a estar en los Juegos Olímpicos. Luifa vive nada menos que en Milán. Por eso, para tranquilidad de su gente, aclaró que está bien.

Nadie le puede decir nada a Luifa. Dio todo y más por la selección. Tampoco se puede hacer nada con la realidad que el planeta entero enfrenta en la actualidad, con esta bendita pandemia. Solo resta esperar. Esperar a que todo lo malo comience a alejarse. Y esperar a ver qué pasa con el físico, la mente y la fuerza de voluntad de Luifa, uno de los más grandes basquetbolistas argentinos de todos los tiempos.