Los Pumas rompieron el maleficio pandémico y van con frente alta a su último test-match

Si alguna persona pensaba que la maldición deportiva sería infinita en medio de la fuerte pandemia, por suerte la racha se quebró y las sonrisas volvieron a ocupar espacio en los rostros de los jugadores, plantel técnico y sobre todo hinchas de Los Pumas, quienes este último fin de semana cortaron una racha de siete derrotas consecutivas venciendo a su par de Italia por 37 a 16, en el segundo amistoso que la selección mayor desarrolla durante el actual mes. Ya se habían apreciado algunas mejoras deportivas en el encuentro sostenido hace diez días contra el seleccionado francés, una reformulación táctica que parece estar brindando algunas satisfacciones al técnico Mario Ledesma, quien venía muy golpeado a esta altura de la temporada con tan malos resultados, muchos de ellos con duras goleadas en contra.

La presión que tenían Los Pumas era evidente el último sábado al mediodía. Después de las seis derrotas consecutivas en el último “Rugby Championship”, el malestar existente en el plantel superaba todo lo esperable, conscientes que la performance de los jugadores elegidos para esa competencia no había estado a la altura de lo esperado. Ya con distintos intérpretes para esta trilogía de amistosos que comenzó con Francia y culminará el sábado ante Irlanda, la óptica denotó que el lavado de cabeza que concretó el avezado entrenador Mario Ledesma a sus dirigidos brindó aquellos resultados que se esperaban, tal vez en una proporción inferior a lo ideal, pero suficientes para mostrar un cambio de rumbo dentro de una situación que cada semana sumaba más preocupación dentro del plantel argentino.

Está claro que Los Pumas vencieron merecidamente a Italia para cortar una larga racha de derrotas, pero suponer que ahora todos los problemas han desaparecido, sería ingresar en una zona de inconsistencias donde la confianza necesita de elementos reales para seguir creciendo sobre basamento firme y seguro. El momento anímico del equipo argentino en los últimos días había evidenciado un cambio sustancial, una mejora potenciada cuando este fin de semana el seleccionado argentino de rugby se impuso por 37-16 sobre su par italiano, victoria que dejó atrás siete caídas consecutivas, poniendo una deseada pausa al mal momento vivido en los últimos meses, adversa temporada que ahora contempla en la última presencia de la gira europea un complicado test match ante Irlanda el domingo 21 a las 11:00 horas argentina.

El partido se vivió de una manera diferente, tal vez por cierta calidez que los jugadores de Italia exhibieron antes del encuentro, sobresaliendo naturalmente Iván Nemer, el jugador marplatense que jugó para la selección de Italia contra Los Pumas, joven deportista que se emocionó durante la ejecución del himno nacional argentino llegando a las lágrimas. Si bien lo ocurrido en el campo de juego no estuvo cerca de lo que sería una actuación cerca de lo superlativo, el seleccionado argentino de rugby concretó un primer paso oportuno para revertir tanta adversidad, buscando así cerrar el año de manera diferente. Los Pumas, conscientes de su superioridad deportiva y el claro favoritismo ante Italia, marcaron firme y así impusieron su ritmo y fuerza para lograr un score favorable de 37 a 16 al final de la segunda etapa, un triunfo sin atenuantes que generó alivio a los dirigidos por el técnico Mario Ledesma, quien comenzó a advertir por donde pasan las fallas de su plantel.

Esa superioridad desde las referencias previas había que plasmarla en la cancha, algo que los 37 puntos y los cuatro tries anotados dejaron constancia de ella, por más que en ciertos pasajes del partido una incomoda amnesia golpeó el planteo táctico de los argentinos que vieron como los italianos anotaban y ponían en riesgo un resultado que pudo ser mayor de haber existido una mayor concentración en determinados pasajes del match. La fluidez en algunos momentos del encuentro se percibió en la manera de atacar, un planteo que todo el tiempo debió confrontar con una defensa “azzurra” que hizo lo que pudo para evitar que la caída fuese por un resultado mayor aún. Los cuatro tries que anotaron los argentinos se concretaron gracias a Marcos Kremer, Juan Martín González, Matías Moroni, Santiago Cordero y Facundo Bosch, los primeros tres convertidos exitosamente por Santiago Boffelli. La eficacia de los atacantes argentinos se notó perceptiblemente en la primera mitad, planteo donde Los Pumas llegaron al descanso con una ventaja de 17 a 6 que a los pocos minutos se estiró a 24 a 6, diferencia en el tanteador que se hizo verdaderamente irremontable para los jugadores italianos en el campo de Treviso.

La formación inicial del equipo argentino fue con Emiliano Boffelli; Santiago Cordero, Matías Moroni, Jerónimo de la Fuente y Mateo Carreras; Santiago Carreras y Tomás Cubelli; Facundo Isa, Juan Martín González y Pablo Matera; Tomás Lavanini y Marcos Kremer; Francisco Gómez Kodela, Julián Montoya (capitán) y Thomas Gallo. El match jugado el sábado en el Stadio Comunale Di Mongo, con un campo de juego que no estaba realmente en su mejor condición, igual no fue impedimento para que los jugadores de la selección nacional pudiesen mostrar su recuperación. La secuencia ubicó al encuentro en el campo italiano ordenada con los tantos por tries de los jugadores Marcos Kremer, Juan Martín González, Matías Moroni, Santiago Cordero y Facundo Bosch. Emiliano Boffelli aportó tres conversiones y un penal, mientras que Nicolás Sánchez, que ingresó después en el complemento marcó un penal llevando el score a cifras definitivas.

Este próximo fin de semana el entrenador Mario Ledesma tendrá la última oportunidad en la actual temporada de aprovechar la confrontación final amistosa en Europa, buscando sacar más conclusiones con la mira en cambiar contundentemente aquellas estructuras de juego que necesita chequear si funcionan correctamente o no. El último encuentro de esta trilogía coordinada para el mes en curso ya le ha brindado algunas referencias que sirven para efectuar una reconfiguración estratégica en el campo, pero obviamente la chance de medirse con un rival de peso como el seleccionado para esta despedida operativa durante el penúltimo mes del año, deparará conclusiones mirando a la próxima temporada con los partidos previstos en el calendario internacional. El test-match del próximo domingo 21 de noviembre con Irlanda, en el Aviva Stadium de Dublín, será la última oportunidad para ir hacia la dirección correcta, purificando una muy incómoda secuencia de derrotas que por estos días todavía persisten en su efecto anímico, encaminando así al equipo hacia el nivel de juego exhibido antes de la pandemia.

Imágenes: UAR