Fue un bochorno. Otro bochorno más en México. Hace poco la afanaron a "La tigresa" Acuña, con el empate que solo vieron los jueces ante la local Jackie Navas. Ahora "le tocó" ser robada a "La princesita" Bermúdez.
Era su segunda defensa por el título Minimosca de la FIB. Con el empate, obvio, retuvo. Pero el fallo empaña la tarea que hizo arriba del ring. Fue una justa vencedora, sin la más mínima duda.
Pero parece que en México no se puede ganar con todas las de la ley. Saber de box, saben. Es un país que ha dado y da grandes figuras en este deporte. Con lo que queda en claro que son una manga de corruptos. Una banda, más precisamente. En un país con la mayoría de gente con escasas luces en el plano intelectual, parece que no advierten de que estas acciones solo los desmerecen.
"La princesita" fue clara dominadora de toda la pelea. Se le podrían haber escapado un par de rounds, ponele. En los que no atacó como de costumbre. Tampoco su rival la superó. Nunca llegó a estar cerca de conmoverla, siquiera. Pero lo más increíble del empate es que la mexicana fue a la lona dos veces. En el segundo y en el cuarto. Por golpes bien claros a la quijada. "La princesita" podría haber rematado, pero promedió la pelea y se quedó sin aire. Cuando lo recuperó, en los últimos rounds, la podría haber sacado de nuevo, de pegar más justo.
Lo de la mexicana fue casi tan pobre como lo de los jurados. Ni vale la pena nombrarla. Lo del juez, también para el bochorno. Localista al extremo, llegó a descontarle uno a "La princesita" por un golpe en la nuca, que no existió.
"La princesita", como gran campeona que pinta, hizo la suya. Ganó con absoluta claridad. Y retuvo... Pensar que un animal la vio abajo por 95 a 93...
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