Con el 2020 al frente, la lista de deseos del deporte cordobés es bastante larga. La temporada que se avecina tiene varios torneos nacionales. Y algunos internacionales que le quitan el sueño a más de uno.
En Talleres, el deseo es poder armar un equipo competitivo que pelee el título en la Superliga. Y, de yapa, en la Copa Superliga. Y, si es por pedir, la clasificación a la Libertadores asoma como otro gran anhelo.
En Alberdi no se andan con vueltas. El deseo es uno solo: ascender a Primera. Como sea. Con o sin refuerzos. Con el presidente que elijan los socios. Pero volver cuanto antes será el pedido de todos los hinchas de Belgrano.
Por Alta Córdoba, los deseos tienen diversas súplicas. El mayor es que el equipo de fútbol consiga el ansiado ascenso a Primera División. Los seguidores del básquet también se ilusionan con el título en la Champions League, en el Súper 20 y en la Liga Nacional.
En Río Cuarto sueñan en grande y, tras el inolvidable 2019, piden más. El ascenso a Primera y un buen papel en Copa Argentina.
Y también quiero...
Y, si de pedir ascensos se trata, no hará ni falta leer la lista de deseos de los hinchas de Racing de Nueva Italia, General Paz Juniors, Argentino Peñarol. Tampoco las del resto de los equipos cordobeses que disputarán el flamante Regional Amateur.
En el básquet queremos que Atenas vuelva a tener sus noches de gloria. Que “el Topito” Londero siga brillando en el tenis y la rompa en todos los torneos. Que nuestros pilotos se luzcan en todas las carreras. Y, por sobre todas las cosas, que los deportistas cordobeses brillen en los Juegos Olímpicos de Tokio.
Y, como en el deporte no hay que dejar de lado nunca la infraestructura, hay un pedido más. Las obras para modernizar el Estadio Córdoba, que será sede de la final de la Copa Sudamericana.
FUENTE: Mundo D
Argentina, nacida en Córdoba. Investigadora en el área de lingüística. En formación constante sobre las Letras y sobre la vida, gracias a la Universidad Nacional de Córdoba. Mis experiencias en viajes me llevaron a aprender cada vez más idiomas y querer conocer diversas culturas desde adentro. Pienso en la escritura como una herramienta para transformar el mundo y volverlo un espacio justo y equilibrado.