Kevin Benavides, nacido para el Dakar

Kevin Benavides es un salteño que brilla arriba de su moto destacándose en las carreras más importantes de nuestro país y el mundo. En la mítica competencia de transmontaña de Tucumán, se quedó con el primer puesto. Logro que le permitiría ser campeón argentino de enduro por segunda vez. En las categorías E2 y Scratch, el salteño consiguió el tricampeonato latinoamericano.

Hasta ahí su carrera como piloto es gloriosa, algo esperable, ya que es un joven que creció arriba de una moto. Con apenas 9 años empezó a competir en la competencia de enduro salteña y la ganó 10 veces.

El mayor desafío

Sus títulos nacionales e internacionales y su pasión por las carreas lo llevaron a buscar un desafío más fuerte: el Dakar. En 2016 Kevin Benavides corrió su primera edición en esta histórica carrera. Una de las aspiraciones frecuentes de estas carreras es terminar, pero él quería más. Ganó la etapa 3 de la competencia y se convirtió en el primer argentino en ganar una etapa de Dakar en la categoría motos. No solo llegó al final, sino que terminó cuarto, cerca de subirse al podio y apenas a 54 minutos del ganador. Para ser su debut, la experiencia fue más que satisfactoria.

En esos tiempos el Dakar se corría en Latinoamérica. En la edición siguiente, la de 2017, una fractura en su muñeca lo marginó de la competencia. Kevin Benavides no dejó de entrenar y se presentó nuevamente en 2018. El salteño desarrolló una carrera magnífica, peleando con los pilotos de punta todo el tiempo. Pero, en la décima etapa, el argentino se perdió, y el tiempo que pasó hasta que recuperó el camino dilapidó sus chances de victoria. Benavides siguió luchando, buscando acortar tiempos con el puntero. Esto no alcanzó, pero superó su primera presentación. Se quedó con el segundo lugar de la carrera más dura del mundo.

Creciendo arriba y debajo de la moto

En el 2019 terminó quinto y, en 2020, no pudo completar la carrera que esta vez fue en Arabia Saudita. Su motor le dijo basta, pero la experiencia lo fortalecerá como piloto y como persona. Cuando aún estaba corriendo sin chances, el salteño se detuvo a ayudar a otro piloto. Kevin Benavides detuvo su marcha para auxiliar y acompañar a Paulo Goncalves, piloto que se había accidentado. Goncalves estaba muy herido y no pudo ser salvado: los médicos anunciaron su fallecimiento. Al terminar la etapa, la organización le adjudicó el triunfo a Benavides, quitando el tiempo que pasó al lado de su compañero.

El camino de Kevin Benavides en el plano internacional parece estar en las primeras curvas. Esperando, en las próximas competencias, varias posibilidades de éxito para el piloto. Que no corre solo: es uno de los pocos casos de familias que corren el Dakar. Él lo hace junto a su hermano Luciano, que también corre en motos.