¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la secciónLas ilusiones estaban intactas y fortificadas desde la misma ceremonia de inauguración, en donde la numerosa delegación argentina exteriorizó su gran entusiasmo previo a las distintas competencias en Tokio 2021, pero con el paulatino correr de los días y algunos resultados alcanzados, ese optimismo mutó a distintas sensaciones que todos los atletas de nuestro país fueron corporizando de variadas formas. El haber alcanzado varias medallas de oro en la edición “Río 2016” sirvió como estímulo para ingresar al suelo nipón con todo el respaldo de lo alcanzado, pero al mismo tiempo la presión de lo obtenido pareció abrir una tensión invisible que provenía de la innegable obligación de revalidar las conquistas que se obtuvieron exactamente hace un lustro.
El primer dolor de cabeza al respecto lo trajo la natación, cuando tanto Virginia Bardach como Delfina Pignatello no solo no clasificaron para las siguientes fases de competición, sino que quedaron eliminadas con marcas muy por debajo de lo esperado. Por el lado de la hermana de la recordada nadadora olímpica, que naturalmente llamó la atención del público y los medios, señalando que las condiciones en que se prepararon para “Tokio 2021” habìan sido “sencillamente nefastas”, un palo para el Comité Olímpico Argentino que no realizó gestiones en medio de las restricciones pandémicas, amén de fustigar al gobierno nacional al no haber contemplado un marco de excepcionalidad para todos los atletas que tenían una competencia por delante que les requería una preparación especial muy excluyente.
La derrota del equipo de fútbol en la primera fecha de competición ante Australia prendió todas las alarmas, detonando que el plantel que tenía ciertas chances en el medallero llegó a la capital japonesa muy por debajo de su nivel, momento donde algunos jugadores ante la consulta de los medios acreditados, dieron a entender que la preparación para llegar a la competencia olímpica distaba de lo ideal ante los hechos ocurridos durante el último año y medio de actividad. Arrancando con un traspié frente al equipo de Oceanía, después las cosas no mejoraron y un empate frente a España dejó afuera muy veloz al once argentino en una especialidad donde al menos se aguardaba una mejor colocación final, resultado en el análisis que mostró que el plantel elegido para la oportunidad no logró consustanciarse con una idea de juego que planteó su cuerpo técnico.
Obviamente con la consecuente concatenación de malos resultados, el microclima dentro de la Villa Olímpica fue enrareciéndose bastante y aún con el optimismo que insuflaron los preparadores físicos, la sensación de estar frente a un microambiente adverso provocó una incomodidad en muchos deportistas que no lograron reponerse. Afortunadamente, por esas horas el equipo de Rugby 7 trajo un poco de felicidad, cuando en una competencia de alto nivel y con jugadores muy aguerridos, el plantel argentino sacó a relucir su alma para los desafíos complicados, alcanzando una medalla de bronce que levantó la moral de toda la delegación nacional a mitad de la complicada estadía en tierra nipona, justo cuando los resultados golpeaban en la resistencia anímica de los participantes involucrados en varias especialidades en suelo japonés.
Una de las desilusiones que más espacio acaparó mediáticamente dentro de la actividad olímpica en la agenda cubierta por los medios acreditados, sin dudas fue la debacle que vivenció la pareja argentina de vela, cuando los resultados mostraron que algo no estaba funcionando correctamente. Santiago Lange y Cecilia Carranza venían de conseguir el oro en la edición de “Río 2016”, una exitosa participación en suelo brasileño que cinco años después en aguas orientales se convirtió en una pesadilla, cuando Lange informó a la prensa que su compañera tenía problemas en la espalda que le impedían competir de una forma adecuada, complicación física que se agravo y que recién en la última regata tuvo un premio al esfuerzo de la dupla, ganando la última carrera, pero sin incidir en el score final de la pareja argentina. Más allá de la flagrante derrota deportiva, se percibió dentro del dueto una incomodidad anímica entre sus integrantes, quienes finalmente tras cerrar su presencia en “Tokio 2021” anunciaron que nunca más competirán juntos, decisión que puso un toque de atención a lo sucedido dentro y fuera del contexto acuático.
El hockey sobre césped podía alentar esperanzas en momentos complicados de la estadía olímpica y con el paso de los días, ambas delegaciones de la especialidad pusieron todo a esta altura de los Juegos Olímpicos para encender la pasión de la competencia, bastante alicaída por algunos tropiezos inesperados en ciertos competidores que proyectaban en la previa mayores posibilidades de buenos resultados. El equipo masculino defeccionó cerca de la semifinal y no pudo recuperarse, pero las “Leonas”, con un plantel que viene en una fase de renovación inagotable, sacó a relucir la chapa que tienen estas nuevas chicas que recuerdan la pasión de sus antecesoras exhalaban en cada partido. Haber llegado a la final frente al equipo holandés, asegurándose la medalla de plata fue una gran conquista, algo que no empalideció horas más tarde cuando las jugadoras fueron vapuleadas por el equipo de los países bajos de una manera incontrastable en un 3 a 1 que puso ser más amplio.
El básquet mostró el entusiasmo que siempre han puesto los equipos argentinos, pero hoy el nivel de la selección nacional amerita una revisión de los jugadores que fueron elegidos en esta oportunidad, un plantel que no mostró la coherencia argumental para resolver todas aquellas situaciones que pudieron permitirle arrimarse al podio, objetivo que chocó con un rival que no le perdonó las constantes pérdidas de balón y el empecinamiento de poner un quinteto sin equilibrio en el ataque. La despedida de Luis Scola se vivió como uno de esos momentos fuertes de la estadía olímpica, pero la derrota que marginó al plantel de un podio ocupó mayo espacio en los sentimientos de la delegación. Abriendo un firme marco de ilusión para Paris 2024, los basquetbolistas seleccionado exhibieron ciertos elementos para alentar algún tipo de esperanza en próximas competiciones internacionales.
El vóley no la pasó bien en el comienzo, tras un partido que se le escapó con Brasil, pero la tenacidad de los deportistas pudo más y el equipo logró llegar a semifinales, donde las cosas nunca se dieron como para dar el esperado batacazo, derrota que no sorprendió a la prensa especializada, pero que dejó cierta mirada optimista para conseguir la medalla de bronce por el tercer puesto, un resultado alcanzado en una sensacional victoria contra los jugadores cariocas, quienes se sorprendieron por la resiliencia del equipo argentino, que después de aquella derrota, pudo recomponerse velozmente para enfrentar a ese rival y no padecer secuelas de un inicio fallido. El plantel en formación mantuvo momentos para ir pensando en objetivos mayores, competición donde faltó regularidad y cierta suerte en un par de pelotas que no se jugaron con la paciencia apropiada.
Arribando a suelo japonés con las expectativas muy altas tras lo alcanzado hace un lustro y en medio de un cuadro general de preparación, obviamente afectador pro todas aquellas medidas de restricción que se aplicaron en la primera parte de la pandemia, después del 20 de marzo, la delegación argentina en los “Juegos Olímpicos Tokio 2021” se fue con un sabor amargo, por distintas razones y circunstancias. Valdrá evaluar los elementos que no permitieron alcanzar los objetivos prefijados y tomar carta de aquellos problemas que no se supieron advertir a tiempo, buscando que en tres años en tierra parisina no aparezcan la misma gama de problemas que complicaron desde el vamos la estadía de los atletas que representaron al país en esta oportunidad. El desempeño irregular de los distintos equipos y participantes fue claro reflejo de muchas situaciones no contempladas antes del cambio de fecha para esta realización, modificación que afectó mayormente la estructura de todos los deportistas que venían con una cierta regularidad operativa y que, por problemas ajenos a su preparación, vivieron una estadía olímpica bastante olvidable en resultados.
Imágenes: IG Delfina Pignatiello, Virginia Bardach y Luis Scola / Télam
Fecha de Publicación: 13/08/2021
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