Guillermo Coria, más conocido con el apodo de “El Mago”, es uno de los grandes referentes de la Legión Argentina de Tenis. Ha cosechado 9 títulos profesionales, 7 de ellos ATP tour y 2 Master Series. Grand Slam no ganó ninguno. A eso lo sabemos todos, que recordamos la histórica final en Paris contra Gastón Gaudio. Coria no ganó Roland Garros, pero fue uno de los mejores jugadores del momento sobre tierra batida. No ganó Roland Garros, pero fue apodado el "Mago" por sus compatriotas. Y sí, era un verdadero mago. Hacía magia con las manos, pero no tuvo una carrera sencilla.
Coria nació el 13 de enero de 1982 en Rufino, Santa Fe y su padre le enseñó a jugar al tenis poco después de que aprendiera a caminar. Desde ese momento, no dejó de jugar, ingresando al Tour Profesional en el año 2000 luego de vencer en Roland Garros Juvenil a su compatriota David Nalbandian. Ah, un dato: papás fanáticos del tenis, le pusieron de nombre a su hijo Guillermo. No hace falta explicar por qué.
En el año 2000 luego de su salto a las ligas de profesionales consiguió su primer torneo en Iquique, Chile. El 2001 sería un año muy difícil para Coria, puesto que, a principios de este, ya con fama y renombre, se lesionó un pulgar. Eso lo dejó afuera de las canchas por tres meses completos. Una vez recuperado fue suspendido por 10 meses en los torneos por obtener un resultado positivo en un antidoping. Durísimo.
En el 2002, se vio obligado a jugar torneos challengers, puesto que el tiempo que estuviera inactivo lo arrojó al puesto 200 del ATP. Pero Coria volvió con toda la pasión en el 2003. Dio un salto impresionante en los rankings terminando quinto entre los TOP 10.
Pasó mucho en un par de años
El 2003 lo vio ganar un Master Series y acumular victorias de gran renombre entre la prensa. Fue denominado como el jugador con mejor performance en canchas lentas, con 38 victorias y solo 5 derrotas. Además, llegó a ganar tres torneos en solo tres semanas sin perder siquiera un set. En el aspecto personal, se casó con su novia de la adolescencia y se mudaron juntos a donde reside actualmente: Venado Tuerto.
Llegaba 2004 y parecía que era el año de la consagración definitiva. Las cosas marcharon bien la primera mitad del año, obteniendo el título de Montecarlo y llegando a la final del Roland Garros contra su compatriota Gastón Gaudio. Esta recordada caída fue muy fuerte para el santafesino, que era el candidato de todos. Luego de eso, una lesión en el hombro le quitó otros cuatro meses fuera de las canchas. A pesar de haber llegado al número tres del ranking, no se sabía cómo El Mago se repondría de semejante final de año.
El 2005 lo recibió tímidamente con solo un título, pero consiguió mantener su puesto entre los diez primeros, llegando a los octavos de final de todos los Grand Slam. Llegó a las finales de los Masters de Montecarlo y Beijing, pero en ambas ocasiones Rafael Nadal se quedaría con las victorias. Nunca se dijo así de directamente, pero creo que ese fue otro factor declive de Coria. La figura de Nadal comenzaba a emerger como el mejor jugador sobre polvo de ladrillo. Y ese era el lugar que el Mago soñaba ocupar por mucho tiempo.
En el 2006 Coria sufrió un terrible declive en su carrera, saliendo del TOP 100 del ATP. Su saque terminó siendo bautizado como el "rey de las dobles faltas" y posteriormente se retiraría a descansar para recuperar su confianza.
Poder ser feliz afuera de las canchas
Cuando el Mago Coria aparece, actualmente, en los medios, suele decir con sinceridad que hoy es “tenísticamente feliz”. No es poco haber logrado eso, después de un amargo cierre de su carrera profesional. Una vez dijo, con gran lucidez, que a la final de Roland Garros no la perdió en 2004, sino el año anterior cuando cayó en semifinales ante el ignoto Martin Verkerk. Si hubiera afrontado ese compromiso con otro carácter, podría haber llegado a la del 2004 sin el peso de enfrentar su primera final de Grand Slam. Hoy todo aquello es historia. Coria tiene una espectacular academia de tenis y su felicidad deportiva pasa por ahí. Ver la pasión de los niños por empezar a jugar. Además, es uno de los capitanes de la Selección Argentina, compartiendo el rol nada menos que con Gaudio.
Coria fue un mago con la raqueta. Quizás tanto él como quienes lo vimos soñamos con verlo llegar mucho más alto en su carrera profesional. Pero ser el mejor del mundo en polvo de ladrillo, título que ostentaba Vilas hasta la irrupción de Nadal, no es poco, aunque el Guillermo santafesino lo haya logrado solo por un año.
Argentino, nacido en la ciudad de Santa Fe. Licenciado en Comunicación Social, especializado y apasionado por la redacción. Amante de las canciones, los idiomas y la interculturalidad. Me gusta emocionarme con un lindo texto y dejarme sorprender como un niño. Juego a que soy escritor y músico.