El ídolo de la palomita

Es tan importante para los rosarinos el clásico Central-Newell’s que el –para algunos– máximo ídolo de los canallas ostenta ese privilegio por haberle dado a su club no un campeonato, sino la victoria en un partido. Claro que ese gol de palomita no fue ante cualquier equipo. Fue contra su eterno rival, y constituyó el pasaje a la final de un campeonato que Central terminó ganando. El héroe de esa tarde se llama Aldo Pedro Poy.

Poy nació en 1945, cerca de la cancha de Rosario Central. Fue siempre hincha de La Academia. Tras hacer las inferiores en el club, debutó en primera en 1965. Hasta el año 1971, no tuvo un paso muy destacado. Quisieron venderlo, pero dicen que no se quiso ir de su querido Central. ¿Qué pasó ese año? El equipo venía haciendo la mejor campaña de su historia. En ese entonces, la primera división era un Torneo Nacional, con un cuadro final de eliminación directa. El destino quiso que el partido más importante de la provincia de Santa Fe se diera en la instancia de semifinales, en el Monumental de River. La Academia se quedó con el clásico por 1-0. El tanto lo anotó Poy con su recordada palomita. Central terminó consagrándose campeón luego de vencer en la final a San Lorenzo.

Una palomita inolvidable

Significa tanto, pero tanto, la palomita de Poy para el hincha de Central, que hasta la postularon para los Records Guinness como el gol más festejado de la historia. La razón es que, todos los 19 de diciembre (fecha en que se jugó ese clásico), los canallas se reúnen a celebrar y recordar el tanto de Aldo Pedro. Hasta el genio de Fontanarrosa, recordado seguidor del equipo, hizo un cuento sobre ese día.

Los canallas no van a olvidarse jamás de esa tarde de clásico. Aunque Poy tampoco haya sido ningún fenómeno después de ese partido. ¿Qué importa? Si Newell´s nunca en su historia pudo devolver esa canallada. Es un fenómeno similar al Madelonazo, partido entre Colón y Unión que los tatengues enarbolan históricamente como su mayor logro, ¡aunque haya sido en la segunda división!

Recordar una palomita, gastar al rival eternamente, festejar más un partido que un título. Cosas que solo se entienden en la pasión futbolera argentina.