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El fixture de la LPF acrecentó su polémica con los reclamos de Boca para poder jugar con sus titulares

Los constantes pedidos del presidente Jorge Ameal a su par Marcelo Tinelli y el rechazo de la entidad que este dirige, acrecentaron un conflicto de partes que además desnuda la desprolijidad del sorteo efectuado a fines de junio.

La eliminación de Boca Juniors en la actual Copa Libertadores y el escándalo que llegó tras un nuevo gol anulado y los penales con mala definición para pasar de fase, fueron el caldo de cultivo para una reacción emocional que deparó agresiones después del partido y la policía lanzando gases en los vestuarios. La demora en regresar, todos los jugadores del equipo visitante demorados en una comisaría de Brasil y dos días de delay en la vuelta del plantel Xeneize, apenas fueron la punta de un iceberg conflictivo que estalló cuando toda la estructura sanitaria del Gobierno Nacional confirmó que Boca tendría que observar una estricta cuarentena por siete días, dando a entender que la burbuja sanitaria que el equipo de Miguel Ángel Russo se había roto tras su derrota frente al Atlético Mineiro. Luego de permanecer 48 horas más de lo previsto en suelo carioca, el equipo argentino se recluyó en su lugar de concentración, fiscalizado por gente del Ministerio de Salud para evitar que el plantel pudiese romper la cuarentena aplicada a esta delegación, como si se tratase de turistas que volvieron de un vuelo comercial a nuestra nación.

Boca intentó por todos los medios reprogramar los partidos que tenía por delante, pero la LPF una y otra vez que preside el conocido empresario esquelino bolivarense Marcelo Hugo Tinelli le señalo que debería presentarse a jugarlos, marcándole el potencial riesgo de una grave sanción si no presentaba un equipo para disputar esos encuentros. Después de la negativa del organismo rector, a Boca no le quedó otra que poner la reserva en el partido como visitante contra Banfield y el empate se celebró como el histórico Cruce de los Andes de San Martín con un equipo de jóvenes que encima habían jugado su partido de tercera en la jornada previa a este inesperado desafío. Después del encuentro que los Xeneizes empataron con Banfield en cancha de este último, la dirigencia de Boca volvió a pedir la reprogramación de su partido como local frente a San Lorenzo previsto para este martes 27 de julio. En medio de la tensión existente entre Jorge Ameal y Marcelo Tinelli por lo ocurrido días antes, nuevamente la entidad que rige los destinos del actual torneo le volvió a indicar a los boqueases que deberían jugar su partido del martes sí o sí, decisión que provocó todavía más malestar en el cuadro de la Ribera, puesto que deberá poner en ese choque por el torneo local nuevamente a la reserva, que vienen con un gran desgaste en la última semana. Fruto de la exigencia del partido jugado este último fin de semana, uno de los juveniles del plantel visitante sufrió un desgarro (Ezequiel Almiròn) y no podrá participar de este segundo partido consecutivo que jugarán los dirigidos por Russo frente al Ciclón.

La secuencia tan pegada de compromisos que debe jugar el plantel que entrena en el gran estadio de la calle Brandsen al 800, obedece a un calendario de partidos armado de forma bastante polémica por LPF, después de la finalización de la Copa América, campeonato que Argentina consiguió hace pocas semanas. El sorteo de los partidos que ya se están desarrollando en los últimos días, provocó una gama de polémicas, entre ellas el hecho de no haber transmitido la configuración de las fechas de campeonato por ningún canal de tv a fin de trasparentar lo efectuado por los dirigentes de esa entidad al configurar la grilla de encuentros del nuevo campeonato local. El sorteo de este torneo que ya está en marcha desde el viernes 16 de julio, no solo deparó una gran cantidad de partidos que se juegan con fechas bastante pegadas entre sí, sino una programación donde algunos equipos no ocultaron su malestar ante una estructura que dice perjudicarlos. Entre los elementos que desataron una nueva polémica, otra más para un futbol nacional que no para de acumular problemas de grave impacto en lo institucional, el armado del fixture con todas las fechas en que se desarrolla la actual Copa de la Liga Profesional de Fútbol también tiene varios bemoles que retumbaron, retumban y retumbarán.

En los campeonatos que se vienen jugando a una sola rueda de encuentros, y por la cifra de clubes que participan, ocurrirá inevitablemente que algunos jueguen más partidos de local y otros, más de visitante. Lo curioso en este fixture es que a River le quedaron los cuatro clásicos en el estadio Monumental, mientras que Racing deberá jugar los partidos contra sus clásicos rivales como visitante, un despropósito absoluto. El actual torneo que comenzó hace quince días tiene una cifra de fechas que es impar, por lo tanto esto deja a la luz que una mitad de clubes tendrá más encuentros ejerciendo la localía y otros que por el contrario lo harán más de visitante. Hay un dato todavía más bochornoso y es que el último campeón argentino, Colón de Santa Fe disputará los choques contra los equipos grandes de Buenos Aires todos como visitante, sin olvidar que el clásico santafesino que deberá afrontar contra Unión, también lo hará en esa condición.      

Esta situación provocó que el presidente de Racing pidiese una reunión con el presidente de la LPF, Marcelo Hugo Tinelli, cónclave concretado el pasado 5 de julio en el que los directivos racinguistas le transmitieron la inquietud ante un sorteo de calendario cuanto menos sospechoso. Veamos entonces como quedó el fixture de acuerdo al sorteo de la LPF y la relación con los principales equipos de esta actividad, calendario que para esta clase de competencias toma en cuenta la cantidad de encuentros como local, dónde se jugarán sus clásicos y el kilometraje a concretar ante los clubes más "lejanos" del sector central geográfico de la urbe porteña y del conurbano, un interés siempre presente entre los que más peso tienen en la AFA. Por ejemplo, River tendrá 13 partidos de local y 12 de visitante, disputará sus cuatro clásicos en el Monumental (fecha 10 con Independiente, 14 con Boca, 16 con San Lorenzo y 22 con Racing). Boca Juniors jugará 12 partidos de local y 13 de visitante. Será local contra San Lorenzo y Racing (9), y huésped de River (14) e Independiente (22). Independiente jugará 13 partidos de local y 12 choques en condición de visitante. Tendrá tres clásicos en su estadio: Racing (fecha 5), Boca (22) y San Lorenzo (24). Por su parte Racing Club desarrollará 12 partidos de local y 13 en condición de visitante, con todos los clásicos afuera: Independiente (fecha 5), Boca (9), San Lorenzo (11) y River (22). San Lorenzo de acuerdo al sorteo jugará 12 como local y 13 en condición de visitante. En su choque con los grandes, recibirá a Racing (jornada 11), pero después visitará a Boca (3), River (16) e Independiente (24). La pandemia y la ausencia de público parecen haber compensado esa incidencia de jugar en cancha propia, pues en los campeonatos jugados bajo pandemia, es decir la Copa Maradona y la Copa de la Liga, se jugaron un total de 315 partidos, con 113 triunfos locales y 108 visitantes, lo que da mucho equilibrio, sin ignorar que hubo un total de 94 empates, 393 goles locales y 378 visitantes.

 

Imágenes: Liga Profesional de Fútbol

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