¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la secciónBuenos Aires - - Jueves 26 De Mayo
Guillermo Vilas fue el primer argentino en ganar el US OPEN. Lo logró en 1977 y, hasta 2009, año en el que lo ganó Del Potro, también era el único. Porque a veces nos ponemos nostálgicos y nos gusta revivir las páginas más gloriosas de nuestro deporte, armamos un especial de ese día tan inolvidable. Veamos.
Vilas acababa de ser campeón en el torneo de Columbus y sumaba el impresionante récord de 35 victorias seguidas en polvo de ladrillo. Esa racha incluía el título de Roland Garros del 77, que, hasta 2004, cuando lo ganó Gaudio también era el único argentino en haber conseguido la victoria. Dato no menor: el del 77 fue el último US OPEN que se disputó sobre arcilla, a partir del 78 las canchas se transformaron en la superficie dura que hoy conocemos como Flushing Meadows.
El plan era repetir un poco lo que habían hecho en París (les había ido bastante bien): abstraerse de todo. Se hospedaba (y entrenaba) lejos de la sede del torneo y sin contacto alguno con los posibles rivales. Escuchaba mucha música (en especial, Radio-Activity de Kraftwerk) y leía. Además, llevaba una especie de diario en el que iba anotando lo que pasaba en el día, tanto cuestiones tenísticas como personales y hasta metafísicas. No hablaba con nadie. Tenía 25 años.
Algo de todo esto sin dudas tuvo su recompensa: semejante nivel de concentración hizo que el físico le respondiera como nunca. Los expertos dicen que el rendimiento de Vilas en ese torneo fue inhumano, el calor y la humedad, que parecía desmayar a sus rivales, no tenía consecuencias en el cuerpo de Vilas. Recién era septiembre y Guillermo ya había jugado 100 partidos en 1977. Un superdotado.
Lo del físico, sumado a la potencia mental y al sobresaliente nivel técnico que ostentaba logró que llegara a la final sin perder sets y con un promedio de 40 minutos por partido (aplastaba a los rivales). En los primeros 5 partidos solo perdió 16 games (ningún rival llegó a los 4 games en ningún set). En la final se iba a encontrar con otro astro: Jimmy Connors. Era hora de usar toda la energía contenida en los partidos anteriores.
Los dos finalistas tenían 25 años, los dos eran zurdos y los dos llegaban a la final sin perder sets. Estaba todo listo para una final inolvidable. Cuenta la leyenda que el día anterior al partido pudo dormir muy poco. Empezó perdiendo 2-6. Pero se despertó la bestia y ganó 6-3, 7-6 y un inolvidable set final de 6-0. Se consolidaba la leyenda. Una lástima que por el famoso error técnico de conteo nunca haya llegado a ser número 1 del ranking ATP. Sin dudas, lo merecía.
Fecha de Publicación: 03/02/2020
¿De dónde salen las palabras “boludo” y “pelotudo”?
Jujeños en peligro de extinción en la Superliga
La protección animal crece en Salta
De vender en la calle a tener su propio servicio de catering
El renacimiento del básquet tucumano
¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la secciónNo hay comentarios
Comentarios
El artista argentino hace una crónica cruda y bella de los sucesos de un pueblo. “La memoria residua...
Los patriotas el 25 de Mayo de 1810 en Buenos Aires subían el primer peldaño a la libertad de una ma...
El Boga, los Orestes, El Viejo de “Todos los veranos”, personajes de carne viva que el escritor pone...
Con toda certeza el éxito del locro tiene que ver con su capacidad de incorporar ingredientes difere...
Suscribite a nuestro newsletter y recibí las últimas novedades