Oriundos de Comodoro Rivadavia, los hermanos Hugo y Pablo "Pitu" Barrientos son dos futbolistas con una destacada carrera en primera división. Uno más lírico, el otro más rústico, pero los dos con un fuerte carácter, pisaron las canchas del fútbol argentino y dejaron su huella.
Hugo, el mayor
Hugo Barrientos inició su camino en el club Jorge Newbery de la ciudad petrolera y luego emigró a la Comisión de Actividades Infantiles de la misma ciudad, en las primera épocas en las que la CAI comenzaba a hacer ruido en el deporte patagónico.
Allí consiguió el ascenso al Torneo Argentino B en 1998. Dos años más tarde fue fichado por Atlético de Rafaela que en la temporada 2000-2001 había logrado llegar a la Primera B Nacional y en 2002 el conjunto santafesino logró el tan ansiado ascenso a Primera División, aunque solo duró una temporada y regresó a la segunda categoría del fútbol argentino.
En el 2004 le llegó la oportunidad para ser parte del plantel de Olimpo de Bahía Blanca, que con mucho esfuerzo lograba mantener la categoría escapándole al descenso. En el “Aurinegro” duró una temporada y desembarcó en Instituto de Córdoba, donde sufriría la caída de primera al Nacional B.
De allí se fue al Huracán del "Turco" Mohamed y luego de perder la final por el ascenso en una serie para el infarto ante San Martín de San Juan, en 2007 fue uno de los artífices del regreso del "Globo" a la principal categoría del fútbol argentino con una celebrada y recordada victoria en Mendoza ante Godoy Cruz.
Aguerrido en el mediocampo, Hugo Barrientos no dejaba pasar a nadie. Raspaba cuando hacía falta y ordenaba a sus compañeros. Por un desencuentro con la dirigencia "Quemera" rescindió contrato y volvió a la provincia de Santa Fe. Esta vez a Newell's Old Boys de Rosario, donde no tuvo continuidad, por lo que desembarcó en All Boys.
En el elenco de Floresta lo recuerdan por cuestiones más extrafutbolísticas, como cuando la antepenúltima fecha del Apertura 2010, tras la finalización del partido de la entre el "Albo" y Banfield, le pegó un fuerte codazo a "Tito" Ramírez y le cortó el pómulo.
A pesar de estas cuestiones, la carrera del comodorense siguió y retornó a Huracán en 2012, aunque volvió a tener algunos problemas y en un entrenamiento en 2013 se peleó con Matías Defederico y le fracturó el tabique tras propinarle un golpe.
Finalmente, Hugo terminó su carrera como jugador en el club con el que pudo despegar vuelo. En la CAI se convirtió en referente, con grandes actuaciones y hasta metiendo goles, algo que no era muy común en él. Finalmente colgó los botines pero no abandonó el mundo del fútbol y comenzó a dirigir. Comenzó dando sus primeros pasos en la institución quelo vio nacer como jugador, Jorge Newbery, y actualmente dirige a Guillermo Brown de Puerto Madryn.
"Pitu", el menor
Una de las curiosidades es que, así como a Hugo se lo puede referenciar con Huracán, al Pablo Barrientos la primera imagen que se viene a la mente es con la camiseta de su rival, San Lorenzo, institución en la que tuvo tres pasos.
Al igual que su hermano, sus inicios fueron en Jorge Newbery y posteriormente en la CAI de Comodoro. Desde el semillero del fútbol patagónico emigró al club de Boedo y de la mano de "Pipo" Gorosito debutó en el "Ciclón''. Gambeteador, con un pie exquisito y explosivo, se fue ganando de a poco un lugar entre los titulares.
Luego de tres años emigró hacia el fútbol ruso, al FC Moscú. Tardó tiempo en adaptarse y recién al año logró ganarse un puesto en el once inicial. En 2008 retornó a San Lorenzo, donde el título se escapó por poco y sus buenas actuaciones lo llevaron a ser convocado por el "Coco" Basile a la Selección.
Lamentablemente a principios de 2009 se rompió los cruzados y tuvo un largo proceso de recuperación.Ese mismo año el FC Moscú, que aún era dueño de su pase, lo vendió al Catania, donde no tuvo continuidad y fue cedido a préstamo a Estudiantes de La Plata, donde comenzó a recuperar el nivel y meses después retornó al club italiano. Su desempeño no fue malo, pero el Catania descendió de categoría.
Ahí fue cuando tuvo su tercer paso por San Lorenzo, donde logró obtener la primera -y hasta el momento única- Copa Libertadores del "Ciclón". Jugó el mundial de clubes y fue considerado el mejor jugador de la semifinal del certamen, donde convirtió un gol.
Dos años más tarde, el "Cuervo'' se consagró campeón de la Supercopa Argentina con una gran actuación del "Pitu", en lo que fue su paso más exitoso por la entidad azulgrana.
El pasado 30 de junio, Pablo Barrientos quedó libre de Nacional de Uruguay, donde jugó el último años, y en Comodoro comenzó a especularse con la idea de que sus últimos partidos como profesional los juegue en Jorge Newbery, en el Torneo Regional Amateur, aunque el regreso de las categorías de ascenso es toda una incógnita.
Noticia en el último tiempo
En abril de este año, ambos fueron protagonistas de una noticia no tan grata. Fueron demorados por romper la cuarentena para jugar un partido de fútbol 5 en las instalaciones del club Jorge Newbery.
Junto a ellos, había jugadores y dirigentes del club, incluso el mismísimo presidente de la institución. Si bien no quedaron detenidos, fueron imputados por infracción al artículo 205 del Código Penal. Mal ahí, muchachos.
Más allá de algunos deslices, algunas calenturas que se han agarrado dentro y fuera de la cancha, los hermanos Barrientos son dos referentes del fútbol comodorense. Llegaron a Primera División y son un orgullo de la ciudad petrolera.
Licenciado en Comunicación Social. Nacido y criado en Chubut, actualmente alejado del pago. Siempre que puedo, hablo de la Patagonia. Tengo buena memoria –para cosas bastante intrascendentes, pero buena memoria en fin–. Le meto ganas a lo que hago, porque sin pasión no vale la pena.