No hay que ser mago para darse cuenta de que este pibe tiene buen futuro. A lo largo de su trayectoria, fue formando parte de diferentes equipos y clubes que lo hicieron crecer. Cada vez con más talento, Cristian Cardo la rompe en la Liga Nacional.
Nació en Villa Carlos Paz el 17 de enero de 1999, bajo el signo de Capricornio. Desde pequeño siente amor por la pelota, y no para de jugar. Tiene solo 20 años y una trayectoria de más de 5 clubes. En todos fue muy querido y apreciado por sus grandes jugadas. Es uno de los grandes talentos cordobeses. La carrera de Cristian Cardo surgió en la cantera del Sportivo Bolívar.
Desde Córdoba, se fue para Buenos Aires sin escalas. A entrenar con el tetracampeón del básquet argentino: San Lorenzo de Almagro. Fue su primer contrato, y el que lo llevaría a una carrera fenomenal. Fue fichado por préstamo por diferentes clubes, pero hoy decide cambiar el rumbo. Luego de la impresionante temporada con el Ciclón, abandona el azulgrana para triunfar en otras regiones. Hoy, anda por tierras salteñas jugando para Salta Basket. Siempre poniéndole la mejor a su entrenamiento y toda la garra a cada partido. La decisión del jugador de moverse para el club norteño tiene que ver con empezar a jugar un poco más. Y dejar de comer banco. Si bien SanLo es un club excelente para este deporte, su prioridad es romperla adentro de la cancha.
¿Y la Selección?
Cristian Cardo juega como escolta o alero. Se desempeña como un campeón. En estas posiciones formó parte de algunas Selecciones. Integró la Selección Argentina U16 que disputó el Pre-Mundial en Bahía Blanca. Fue parte de las filas de la Selección Argentina U17 que compitió en la Copa del Mundo en Zaragoza, España 2016. Y así, de a poquito, va recorriendo el mundo y rompiendola en todo parquet que pisa.
Y esto no termina… ¡Vamos, Cristian!
Foto ppal: @saltabasket
Argentina, nacida en Córdoba. Investigadora en el área de lingüística. En formación constante sobre las Letras y sobre la vida, gracias a la Universidad Nacional de Córdoba. Mis experiencias en viajes me llevaron a aprender cada vez más idiomas y querer conocer diversas culturas desde adentro. Pienso en la escritura como una herramienta para transformar el mundo y volverlo un espacio justo y equilibrado.