Entre motores que rugen y motos que pasan, Franco Pandolfino nos contestó algunas preguntas sobre su experiencia en Brasil. El joven mendocino de 28 años llegó hasta la ciudad de San Pablo para competir en el mítico circuito de Interlagos.
“Estamos compitiendo en el campeonato Superbike de Brasil, que es el cuarto más importante del mundo, después del Moto GP, el Superbike mundial y el europeo. Estamos por arrancar la cuarta etapa, y estamos muy contentos de estar acá”. Sobre la modalidad de competencia, Franco nos comenta que “está compuesta por 8 etapas y la mayoría son en Interlagos. Estamos en el circuito. Hoy es un día de entrenamiento libre y los pilotos salen a probar las motos”, aclara, ya que el ruido de las motos al pasar nos dificulta un poco escucharlo.
“Nuestro equipo es el RXP, conformado por 3 pilotos argentinos. Se formó en Santiago del Estero. Pero en el resto de la competencia hay pilotos europeos, venezolanos, mexicanos, uruguayos y de otros países”.
Novato pero experimentado
Sobre sus comienzos, a la espera de que nos diga que durante toda la vida soñó con competir en el máximo nivel, su respuesta nos sorprendió: “Es muy loco y gracioso para contarlo, porque yo hace un año que estoy en pista. Antes no andaba en motos de velocidad, solo hacía enduro, pero tampoco había corrido. Arranqué hace un año en pista y me animé. Hasta a mí me sorprende porque me gustó y pude andar bastante bien. Arranqué en Termas de Río Hondo. Ahí me conoció Beto, el dueño del equipo. Vio que andaba bien y seguro. Fue en diciembre del año pasado para Mendoza y me invitó para sumarme al campeonato”.
Una estrecha relación con Brasil
Brasil no es suelo nuevo para Franco ya que, por su actividad económica, mantiene una estrecha relación con el país vecino. “Nosotros nos dedicamos a la exportación de ajo y cebolla, somos productores. Brasil está muy relacionado con Argentina y con Mendoza, puntualmente. Es muy lindo escuchar que todos los brasileros te digan que conocen a Mendoza, que la aman y que han ido varias veces”.
Adrenalina pura
El fetiche para quien le gusta el tema de los motores y la adrenalina es saber a qué velocidad se llega a competir: “La velocidad máxima es de 250 kilómetros por hora en mi moto, que es una 600 cc, pero la categoría de punta, de 1000 cc llega a 300 kilómetros por hora”. Franco se mantiene cauto, pero nunca es suficiente lo que logra en su carrera: “Nunca me doy por satisfecho. Me gusta apuntar hacia arriba. Pero estoy disfrutando mucho este campeonato y me lo quiero tomar con mucha calma. Estamos con la idea de hacer todo muy tranquilo. El año que viene voy a tener que subir a la categoría Súper Sport y hacer el campeonato de nuevo en 600 cc y luego subir a 1000 cc”.
Argentino, mendocino. Licenciado en Comunicación Social y Locutor. Emisor de mensajes, en cualquiera de sus formas. Poseedor de uno de los grandes privilegios de la vida: trabajar de lo que me apasiona. Lo que me gusta del mensaje escrito es el arte de la imaginación que genera en el lector. Te invito a mis aventuras.