La provincia de Corrientes es semillero de expresiones, dichos y frases de todo tipo. “Si Argentina entra en guerra, Corrientes la va a ayudar” es una de las más famosas. Este curioso enunciado da a entender dos cosas. La primera, que Corrientes es parte de Argentina y al mismo tiempo no lo es. Esta idea empalma con otra famosa frase argentina que dice “Corrientes, República aparte” (para bien o para mal). La segunda cuestión que da a entender el dicho es que, cuando “las papas queman”, los correntinos siempre están. ¿Qué hay de cierto en todo esto?
Corrientes al rescate
El dicho popular que dice: “Si Argentina entra en guerra, Corrientes la va a ayudar”, está basado en hechos reales. Cuando la cosa se puso fea para el país, los correntinos aparecieron blandiendo espada y escudo por la Nación. No fue una, sino varias veces que, al prenderse la “batiseñal”, Corrientes respondió.
Un ejemplo es el escuadrón de Cazadores Correntinos durante la época de las invasiones inglesas. Una unidad de milicias creada con 84 correntinos, el 14 de agosto de 1806. Su bautismo de fuego se produjo durante la Segunda Invasión Inglesa o Defensa de Buenos Aires en 1807. La cosa estaba difícil para nuestro embrionario país cuando los ingleses atacaron por segunda vez. Argentina estaba en guerra y Corrientes ayudó. Los Cazadores Correntinos fueron determinantes en la derrota británica del 5 de julio.
Cada vez que Argentina entró en guerra, Corrientes cumplió su palabra. Desde Yatay a Malvinas. Sin embargo, muchos especialistas sostienen que el origen del famoso dicho popular proviene de una batalla en particular: la Batalla de Ñaembé.
Corría el 1871, eran tiempos tumultuosos dentro de la Argentina. Durante la contienda contra el entrerriano López Jordán, Corrientes demostró un incomparable ímpetu, digno de una epopeya universal. Dicen que, de esta invasión, surge el famoso dicho “si Argentina entra en guerra, Corrientes la va a ayudar”.
Misionero y argentino por elección. Profesor de Historia (UBA), aficionado a la astronomía y a la ciencia ficción. Soy docente en el nivel medio y superior, pero antes fui maestro heladero, librero, administrativo, encuestador, mozo y hasta repartidor de películas de VHS. Mi pasión es escribir. Tengo unos cuantos cuentos y unas cuantas historias para contar. Como dicen por mi zona, solo “entre, pase y pregunte”.