Sempiterno

Sempiterno: Que durará siempre; que, habiendo tenido principio, no tendrá fin.

Con una mirada rápida, es difícil distinguir la diferencia entre algo sempiterno y algo eterno, ¿no? La distinción entre los sentidos de los dos adjetivos está ni más ni menos que en comienzo: como vemos arriba, algo sempiterno tuvo un principio; algo eterno, por su parte, no tiene principio ni fin.

Siendo que ciertas cosas, como el amor, siempre tienen un principio, ¿qué hacemos, entonces, con todas esas veces que juramos amor eterno? En la vida, en las canciones, en las novelas. ¿Qué hacemos con las hinchadas que se desviven declarando amor eterno a la camiseta? ¿Tendremos que reformular las canciones de cancha y empezar a prometer amor sempiterno a nuestros equipos?

Perpetuidad, infinidad, utopía, son algunos de los conceptos que podemos asociar a este término. Pocas son las cosas sempiternas que tenemos a lo largo de nuestra vida; pocas son las cosas que queremos que duren para siempre.

Sempiterno es otra de esas palabras inusuales en el uso, pero recurrentes en el sentido. Esas palabras que necesitaríamos saber, pero desconocemos. Nuestro idioma está lleno de palabras hermosas y útiles, que resumen exactamente lo que tenemos en mente: ¿y si empezamos a incorporar sempiterno en nuestras charlas cotidianas?