Ser Argentino. Todo sobre Argentina

No, nada

Nuestra forma de hablar dice mucho de nosotros, la entonación, la velocidad, la elección de las palabras. Las muletillas.

Nuestra forma de hablar dice mucho de nosotros. La entonación, la velocidad, la elección de las palabras. Las muletillas, por ejemplo. En Argentina es muy común que las frases comiencen con dos palabras absolutamente negativas: no y nada. Sin embargo, esto no significa que el contenido de lo dicho sea necesariamente negativo, sino todo lo contrario:

—¡Muchas gracias!

—No, de nada.

—Disculpame.

—No, todo bien.

—Noooo, ¡qué bueno eso!

—¿Y qué pasó?

—Nada, me levanté y...

[monólogo infinito]... nada... [monólogo infinito]. Eso, nada.

—¿Necesitás algo?

—No, nada, quería consultarte si tenés...

Contradictorios a cada paso, los argentinos pisamos el freno de golpe con nuestra negativa inconsciente y luego aceleramos a fondo en nuestro discurso. El nada significa todo o, al menos, mucho. El no suele ir acompañado con una frase agradable a continuación: no es una negativa, es solo una introducción.

La lengua es un ente con vida y sus variaciones son innumerables. Estos usos particulares del no y del nada son simplemente expresiones cuya carga negativa transformamos en positiva.

En Argentina, casi nada de lo que se dice es literal. Hay que saber ver las variantes, identificar los distintos usos: hay que estar atentos para diferenciar el no del no y el nada del nada.

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