Ser Argentino. Todo sobre Argentina

Lingüistas expertas en el cordobés

Te contamos en esta nota la opinión de dos lingüistas destacadas y cordobesas que muestran la constante revitalización de la lengua en Córdoba.

Para las estudiosas de la lengua, los adolescentes y los jóvenes son los reyes de los neologismos. Son más osados, se animan a crear con libertades, sin vergüenza, sin tapujos y sin obedecer a ninguna regla.  Las diferentes comunidades de habla utilizan sus lenguas como forma de identidad, y los jóvenes, por su parte, también. Las formas de hablar y los neologismos son utilizados por ellos para diferenciarse del resto y para reafirmar su pertenencia –a través del lenguaje– a un grupo social.

Creando ando

Por estos motivos, los adolescentes, de todas las épocas, crean y emplean neologismos. Dos profesionales del lenguaje comparten en los medios sus saberes, de una manera simple y amigable. Se trata de Alejandra Menti, doctora en Ciencias del Lenguaje e investigadora del Conicet y del Centro de Investigaciones de la Facultad de Lenguas de la UNC, y Darío Delicia Martínez, especialista en Procesos y Prácticas de la Lectura y la Escritura y docente en la misma facultad de la Universidad Nacional de Córdoba.

Neo ¿qué?

“La palabra ‘neologismo’ proviene del griego ‘neo’ (nuevo) ‘logos’ (palabra). Los neologismos son palabras nuevas que comienzan a ser empleadas por un determinado grupo social o comunidad de habla. Estas palabras nuevas pueden provenir de otros idiomas (“same” es un ejemplo), derivar de palabras de nuestra propia lengua (como “previar”), estar compuestas por dos palabras de nuestro idioma (“milipili”) o bien pueden ser palabras que ya existen pero que comienzan a usarse con otro significado (“temaikén”)", plantea Menti.

Mientras, Delicia Martínez aporta: “Los neologismos nos muestran la vitalidad y el dinamismo propios de las lenguas y, a su vez, la capacidad creativa de quienes los emplean. Otros ejemplos de vocablos cuyas acepciones se amplían son ‘bruja’ (esposa, concubina), ‘decir la posta’ (decir algo en serio, cierto, verdadero), ‘estar inflado’ (estar enojado), ‘gomas’ (senos femeninos), ‘grasa’ (ordinario, vulgar), ‘ser pulenta’ (destacarse en algo). Todos, propios del habla de Córdoba”.

Nos salvan las nuevas generaciones

Pero los verdaderos “neologistas” parecen ser los jóvenes que, para Delicia Martínez, son “originales, ocurrentes e incluso extravagantes” a la hora de aprovechar los recursos que su propia u otra lengua les ofrecen. Además, en la actualidad y con las  redes sociales como Twitter e Instagram, las palabras se difunden rápidamente y adquieren un lugar en el imaginario popular.

Temaikén

Menti ilustra esta teoría con el  surgimiento de la expresión “¡Temazo, temón, temaikén!”. La expresión surgió a través de las redes sociales con la publicación de la foto de un hombre que portaba un cartel con la palabra “temazo” en un recital y lo desplegó cuando comenzó a sonar su canción favorita. Otra persona le sacó una foto y la publicó.

“Esta foto gustó tanto que comenzó a propagarse como la pólvora en una gran cantidad de memes. Este fenómeno trajo aparejado, además, el empleo masivo de la palabra ‘temazo’ en las redes sociales, como así también en las conversaciones cotidianas entre los jóvenes”, explica Menti. 

Luego, a la palabra “temazo” le añadieron “temón” (significado similar) y “temaikén” (que no está relacionada ni a temazo, ni a temón en cuanto a su significado, pero que formalmente comparte con ambas las primeras letras).

“En términos de (el lingüista Ferdinand) Saussure, el parentesco entre las tres palabras no estaría en su significado, sino en su significante. Es decir, la primera parte de las tres palabras se escribe y se pronuncia igual”, remarca Menti. Y agrega: “De manera parecida a lo que ocurrió en aquel recital, los jóvenes pronuncian la expresión completa “temazo, temón, temaikén” o una de estas palabras cada vez que escuchan una canción que les gusta mucho”.

Ponerles chimichurri a las palabras 

Entre los numerosos recursos que brinda la lengua para crear neologismos, el más productivo en el habla de los jóvenes parece ser la combinación y el cambio de forma de las palabras (por prefijos, sufijos o reordenamiento de sílabas). Algo así como agregarle chimichurri o condimento a un plato, con solo una sílaba, se crea un término innovador y que expresa algo que nunca antes se expresó.

Por otra parte, indica que otra herramienta neológica es emplear con otro significado una palabra ya existente en la lengua. Así, en Córdoba, un “guanaco” no es un camélido sino alguien muy astuto y, antes que a un caprino, “chivo” alude a la bronca o al olor de transpiración desagradable.

Y vos… ¿te animás a crear una nueva palabra?

 

Rating: 0/5.