Cuando empezó, pensábamos que iba a durar unas semanas nomás. Ilusos nosotros. Pasó el tiempo y acá estamos, viviendo una rutina que jamás hubiéramos imaginado. Poco a poco, nos fuimos acostumbrando a este nuevo modo de vida: sin abrazar a nuestros seres queridos, sin repartir besos en la mejilla a cualquiera que nos cruzamos, sin salidas, sin vida social, sin oficinas, sin gimnasios. Siempre esperando que las cosas algún día vuelvan a ser como antes. La cuarentena nos cambió la vida y nos trajo, también, algunas palabras nuevas que ya incorporamos, casi sin darnos cuenta.
Nombrar a las cosas es darles una entidad, reconocer que existen, que son algo. Así como hace tiempo nos es natural decir “googleá eso” o “te mando un whatsapp”, la pandemia trajo consigo una lista de palabras y neologismos que se volvieron tristemente cotidianas. Algunas ya existían, otras las inventamos por necesidad. Pero a todas ellas las decimos varias veces al día.
El glosario de la pandemia
- Cuarentena: Nunca en la historia de la humanidad se utilizó este término con tanta frecuencia como en los últimos seis meses. Y no solo el sustantivo: también inventamos el verbo (“cuarentenear”) y por qué no el adjetivo (“encuarentenado”).
- ASPO: La sigla más triste que podríamos haber imaginado. Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio. Todo eso. Es otra manera de llamar a la cuarentena, pero que vino en forma de decreto presidencial y nos cambió la vida de la noche a la mañana.
- Tapabocas: ¿Alguien pensó alguna vez que el ritual antes de salir de casa incluiría chequear si llevamos las llaves, el celular, la billetera y el tapaboca? Una prenda más de nuestro vestuario en los últimos meses, es otra de las palabras que nombramos varias veces al día. ¿O vos decís barbijo?
- Protocolo: Si hay algo que no nos gusta a los argentinos son los protocolos. Somos más bien de improvisar. Pero, en este contexto, los protocolos se volvieron parte de nuestra vida diaria.
- Sanitizar: (O desinfectar). Todo. Absolutamente todo. El paquete de bizcochitos y las verduras. Las manijas de la puerta y las manos, constantemente.
- 70/30: No, no es el fernet. Este 70/30 se volvió parte de nuestra vida. Y se lo echamos a todo. 70% de alcohol, 30% de agua. Triste pero real.
- Distancia social: Metro y medio es lo más cerca que podemos estar de cualquier individuo con el que necesitemos interactuar. Y con tapabocas, claro.
- Contacto estrecho: Se da cuando no está ese metro y medio que nos separa, o no hay distancia en absoluto. Si alguien contrajo COVID-19, la primera medida es ponerse a pensar en este tipo de interacciones.
- Fases: A veces parece que estamos en un videojuego, desbloqueando niveles. Y lo peor es cuando perdemos y volvemos para atrás. Cada uno en su ciudad espera ansioso poder avanzar en las fases de aislamiento para recuperar, lentamente, algo de la libertad perdida.
- Zoomple: De las más creativas. Es un cumple por Zoom, nuestra nueva plataforma preferida para juntarnos con la familia y con los amigos. Claro que no es lo mismo, pero quienes fueron cumpliendo años durante la cuarentena se vieron obligados a organizar estas reuniones virtuales para sentirse acompañados a la distancia.
- Coronnials: Los bebés que nacieron durante estos meses son nativos de este nuevo mundo. Y, tal vez, nunca lleguen a conocer el mundo anterior tal como era. Los coronnials pasaron sus primeros meses de vida encerrados en casa, con la familia más cercana, sin saltar de brazo en brazo entre familiares y amigos.
Estos son solo algunos de los términos que nos trajeron la pandemia y la cuarentena. ¿Se te ocurre alguno más?
Licenciada en Comunicación Social y correctora. Nacida y criada en el oeste del conurbano bonaerense. Sagitariana, vegetariana, crossfitera y viajera. Estoy convencida de que, con las palabras, podemos hacer magia. Pasen y lean.