Si hay algo que ya pensaron muchos lingüistas, y a mí me gusta seguir pensando, es que la lengua refleja una idea del mundo. Es tan así, que cada cultura y cada lengua tiene palabras para denominar ciertas cosas. Fue el antropólogo Franz Boas quien identificó que los esquimales, por ejemplo, tienen varios vocablos para diferentes tipos de nieve. Y así como los esquimales tienen este abanico de posibilidades, los cordobeses tenemos un abanico correspondiente a los aumentativos. Y sí, si somos exageradazos. En la siguiente lista te contamos cuáles son los mecanismos y expresiones a través de las cuales los cordobeses exageramos un montonazo:
Exageradazos para lo que sea, como sea y donde sea:
Lo que para cualquier argentino es rico, para un cordobés es ricazo. Lo que para cualquier argentino es bueno, para un cordobés tá buenazo.
¡Cuidado que es un montón!
En Córdoba, en el verano hace un calorón, y en invierno un friazón. Si vas al 15 de una prima, es un fiestón. Ah, pero si vas al baile…
La excesividad al palo
Si vas al baile es un fiestononón, y bailás unos cuartetazononones. Así es que la escala de exageración de los cordobeses tiene mil variantes… Son un montononón. La lista sigue...
Aumentativo escatológico
En Córdoba usamos el verbo cagar como aumentativo: te cago amando, te cago odiando, me caga de gusto. La emocionalidad se tiene que sentir así. Pura pasión escatológica. Si algo te enojó, pero no te cagó enchivando, es porque no te enojó tanto.
Muy mucho
Muy muchos cordobeses usamos el muy mucho. Si algo nos asustó, tuvimos muy mucho miedo. Si dormimos sin frazada, tuvimos muy mucho frío. O, si fuimos a un recital y estaba llenazo, era porque había muy mucha gente en un lugar.
En la escala de la exageración, los cordobeses somos exageradazos. Usamos muy muchos aumentativos para poder expresar cuando algo es un montononón. Nos caga de gusto expresar nuestras ideas poniéndole énfasis en muchas partes y poniéndoles emoción. Si querés aprender a hablar cordobés, no te pierdas el curso de cordobés con @matzorama, que te va a dar muy mucha risa.
Argentina, nacida en Córdoba. Investigadora en el área de lingüística. En formación constante sobre las Letras y sobre la vida, gracias a la Universidad Nacional de Córdoba. Mis experiencias en viajes me llevaron a aprender cada vez más idiomas y querer conocer diversas culturas desde adentro. Pienso en la escritura como una herramienta para transformar el mundo y volverlo un espacio justo y equilibrado.