Los cordobeses tenemos una creatividad inagotable. Que no solo se refleja en nuestro sentido del humor, sino también en nuestra forma de hablar. Por eso, te acercamos la definición de 5 verbos que, de no conocerlos, corrés el riesgo de quedar donado. Se trata de expresiones que usamos sin darnos cuenta de que no nos pueden entender. Ya que son parte del código cordobés. Estos verbos son frecuentes en el registro coloquial.
1. Junar
Es un término del lunfardo que usamos casi todos los argentinos. Pero en Córdoba se usa un montón. Para hacer enojar a alguien, le podés decir: “¿Quién te a juna a vo?”. O, si hay algo de lo que no tenés ni idea, podés decir: “Ni lo juno io”. Junar significa mirar, pero nosotros lo usamos más como sinónimo de conocer o saber.
2. Amotinarse
El verbo amotinar es nuestro preferido. Nos encanta amotinarnos, encaravanarnos, manijearnos. Amotinarse es la expresión que usamos cuando estamos en una. Cuando estamos con ansiedad y muchas ganas de que pase una situación, por ejemplo.
3. Darle la cana
Los buchones cordobeses no buchonean, dan la cana. Es un verbo con una connotación negativa. Significa delatar a alguien, ya sea con la policía o con amigos. Es el verbo que expresa que contaste un secreto. Para ser buen amigo en Córdoba, nunca tenés que darle la cana a alguien.
4. Comerse los mocos
Es lo que hacemos en la cuarentena, básicamente. Comernos los mocos. Dícese de la situación en la que estás aburrido, donado o regalado. No sabés qué hacer, entonces, te comés los mocos.
5. Quedar de cara/quedar donado
Quedar de cara, regalau o donau significa quedar colgado. Sin entender. La explicación de todos estos verbos la hicimos para que no quedés de cara en ninguna conversación. O sea, para que entiendas todo y no te comas los mocos. Para que puedas charlar en cordobés y no quedés donado. ¿Tamos?
Argentina, nacida en Córdoba. Investigadora en el área de lingüística. En formación constante sobre las Letras y sobre la vida, gracias a la Universidad Nacional de Córdoba. Mis experiencias en viajes me llevaron a aprender cada vez más idiomas y querer conocer diversas culturas desde adentro. Pienso en la escritura como una herramienta para transformar el mundo y volverlo un espacio justo y equilibrado.