Un país generoso, un superclásico lleno de positivismo

Por Mariano Oropeza

Toda la información de la Argentina la tenés en “Un país generoso”, con nuestro MC Mamo Gutiérrez¿Querés el último número de casos de COVID-19 en el país? ¿O qué medidas tomará el querido municipio que vivís, en donde pagás religiosamente los impuestos? ¿La última pelea entre el Gobierno y la oposición? ¿Albert versus el Pelado? ¿A qué hora es el bocinazo o la marcha? Nada de todo esto encontrarás en “Un país generoso”, así que no pierdas el tiempo si querés metadata,  y seguí con otras notas en serargentino.com, una mirada federal y positiva que cumple tres años este 25 de Mayo ¡Ya pasaron tres años, amigos, gracias! Mes a mes construimos juntos una plataforma diferente, donde tu opinión importa, y sacamos lo mejor de los argentinos para el mundo.  Y algo bueno nuestro es el humor, sano y picantito, que chorrea como una rica empanada de humita jujeña en “Un país generoso”, u otra forma de que la actualidad  no te lleve puesto como la pandemia al plantel de River ¿Muchachos, qué anduvieron haciendo? Ejem….

En la semana que el Millo arañó la hazaña en la Bombonera, con un arquero sin contrato profesional que tapó tres mano a mano a Carlos Tévez, campeón olímpico, y alcanzó la gloria con Enzo Pérez en el arco, y la inestimable colaboración de los defensores colombianos, nadie dejó de hablar de los dirigidos de Gallardo. Seas de Boca o de Racing o de Camioneros, seguro que viste el partido del miércoles pasado por morbo futbolero. Allí estabas esperando que Enzo se convierta en héroe o meme. Los jugadores históricos se ofrecieron a disputar el partido de Copa Libertadores, con el amor en alto por su club, y la cuota de la prepaga, u obra social, al día. El Beto Alonso prometió la famosa pelota naranja para encandilar a los cafeteros, al igual que hizo con el Loco Gatti. Y el Pato Fillol los guantes que detuvieron los tiros de los holandeses, en la final de la Copa del Mundo del 78. Y el Ogro Fabbiani las miles máscaras de Shreck que tiene en el garaje.

No more, Mirtha

Poniendo un freno de mano a los chistes sobre la venerable Señora de la Televisión, de mano porque hidráulico no se había inventado en el 900, sorry, chicos, la última vez; en los últimos días se hicieron dos valiosos hallazgos para el patrimonio de los argentinos. Uno fue la recuperación en un campo cercano a Mar del Plata de innumerables objetos robados, entre ellos esculturas de plazas y carteles de señalización muy antiguos, más una cantidad de reliquias como soldaditos de plomo de variadas procedencias, y campanas de viejas iglesias coloniales. Otra significó el increíble descubrimiento de una represa en Catamarca de casi mil años, y anterior a la invasión de los Incas, quienes supuestamente eran hasta ahora los primeros en América en aplicar estas tecnologías,  y que permitieron el florecimiento de la agricultura y el comercio aborigen. Así que cuando hablen de que Europa nos trajo la civilización, mandalos de vuelta con las carabelas, y contales de los diaguitas catamarqueños.

Y en el cierre de la vigésima cabalgata delirante de una tierra de sol, llanura, desierto, montaña y chachachá, Mamo tira data dura, es para vos, Nelson, y comenta el cierre de las exportaciones de la carne. Una medida que cumple cien años con la misma ineficacia comprobada de siempre, compañeros. Porque como sabe cualquier paisano, o gurí, la culpa no es del chancho, en este caso la vaquita, que no es nuestra, es ajena, sino de quien le da de comer. No importa que sea de pastura o Feedlot. A desalambrar, decía el yoruga Viglietti.