Por Mariano Oropeza
Y se largó la quinta de “Un país generoso”. Nunca entendí por qué se dice “va la segunda” si es idéntica a la “primera”. O por qué en Disney son todos animales, pero la única mascota es Pluto (teléfono Vicky). Dejemos estas dudas inútiles del escriba para reconcentrarnos, recórcholis Batman, en una nueva cabalgata de este loco, loco, ispa que queremos tanto. Los queremos porque tiene genios, regenios, pendex en las ciencias y la moda, los queremos porque los influencers vernáculos piensan que eso que hacen es un trabajo (para ganar dinero no es necesario trabajar, Barrionuevis, filósofo peronistis sindicalistis, siglo XX DC) y porque nuestros cóndores no sólo saludan al sol sino a los turistas molestos (¡ojo donde hacés el asado!). Adiviná cuál es fake news y ganás increíbles premios en serargentino.com ¡Como siempre fuimos compañeros, compañeros, ganan todos! No me crees, pinche, pinche en https://www.serargentino.com/argentina/editorial/serargentinocom-comienza-a-premiar-lectores#.YBrdlLB5Djc.twitter
La fake news llegó para quedarse. Como el COVID-19 o Mirtha. Seguramente es tan vieja como la humanidad, y la humedad, pero la explosión exponencial de las redes, y el periodismo que arma una nota de un posteo, hicieron la magia de creernos cualquiera cosa en cualquier momento. Algunos especialistas la hallaron sueltita de cuerpo en la infodemia, muy contagiosa, no hay barbijo que aguante, y dicen achalay que no hay vacuna. Al tiempo ellos negocian con unos laboratorios malvados que cobrarían mil euros por un placebo. Lo último, mentirita, fake news, mala mía. Pero imaginen que un influencer capo de redes grosas, tal vez Dylan Fernández, subiera esta noticia y la compartiera con millones de seguidores. Otra que los marcianos de Orson Welles, sí, googleá y conocé a un genio, dale.
La Asociación Civil “Cámara de Influencers (Líderes Digitales)” hubiese sido una de las mayores organizaciones humanas, alto sitial del saber, y que concentraría el genio y el talento nacional.Pensemos en el impacto en la educación, con miles de horas de enseñanza de cómo no hablar castellano, o en la protección de la industria musical, en clases en vivo de miles de youtubers tratando de ser famosos destruyendo algún tema del verano. Ni hablar de la literatura, con esos booktubers que saben quién es alguna escritora de fantasy de Nueva Zelandia pero ignoran a Jorge Luis Borges y Cervantes. Y recomiendan eso que parece que no existe más, eso con hojas y que junta polvo en los estantes, ¿cómo se llamaba? La Inspección General de Justicia debería llamarse Inspección General de Injusticia y Maltrato Animal. Y todo por algunas líneas que escupieron una gran porción de estes muchaches hace algunos años, cuando recién podían escribir y leer, a la tierna edad de veinte o treinta años.
El cóndor pasa, ¡cuidado!
No estamos hablando del clásico tradicional de la música andina y que convirtió en hit planetario Simon And Garfunkel en 1970; y que en su versión original de Daniel Alomía Robles se considera el segundo himno del Perú (tampoco de cómo se inspiraron/chorearon los norteamericanos para otro de sus éxitos, “The Sound Of Silence") Estamos chamuyando de una falsa noticia, un fake, man, woman, bi o trans, que informaba sobre un “sorete de cóndor mató a turista” Lo que sería todo un caso de indigestión, qué bulones lastraste, papá Condorito. Levanten la manos quiénes leían este venerable ídolo de la historieta chilena y no les causaba nada de gracia. Bueno, volviendo a la noticia, era otra mentira más de la Matrix. Pastilla azul. Verás que todo es mentira decía Discépolo en 1929 sin tantos efectos especiales.
Para cerrar, las noticias alentadoras que nos indican que tenemos futuro porque tenemos presente. Lucía Chemes, Santiago Artemis, Julieta Porta, Sebastián Calvera López y Wenceslao Villegas, en distintas disciplinas, llevan por el mundo el orgullo del conocimiento, y trabajo, nacional. Un confirmación de que talento argentino nos sobra en la cancha. A remontar barriletes cósmicos.
Actor, comediante, guionista y director, oriundo de la ciudad de Bariloche.