Hay una máxima entre los tucumanos y es que nunca debemos pronunciar la frase “casita de Tucumán” para referirnos a nuestro mayor símbolo: aquella Casa que se hizo histórica y lejos está de ser una “casita”. Es que las palabras juegan con lo simbólico y lo representativo, por eso siempre que viene un turista y la nombra como “casita”, nosotros lo corregimos. Eso es lo que nosotros llamamos luchar y militar nuestra tucumanidad.
La periodista Florencia Larrea decidió hacer una lista con aquellas 20 cosas que los turistas deben aprender de su visita a nuestra provincia.
La lista
- No es casita de Tucumán, es Casa Histórica.
- No es disfraz de gaucho, es vestimenta típica.
- No es empanada de humita, será en todo caso empanada de choclo, la humita es otra comida.
- Si venís a Tucumán, comé empanadas en serio, las de jamón y queso y las vegetarianas ¡NO SON EMPANADAS!
- No es colación, es alfajor norteño.
- No son masitas, son tabletas de caña o de dulce de leche.
- Es alfeñique o, en su defecto, alfeñiqui (en tucumano básico), no es caramelito tucumano.
- No es panqueque con salchichas, es panchuque.
- El tipo que dirige el tránsito no es algo novedoso o excéntrico, es un agente de tránsito, un trabajador.
- La escultura de la peatonal NO TENGO NI LA MÁS PÁLIDA IDEA QUÉ CARAJO ES.
- En el norte se come en abundancia, mientras nos dejen, no te asustes.
- Hablamos fuerte, no gritamos.
- Decimos CULIAO por todo, como saludo, muestra de afecto o rabia.
- El CHUY y el TUY no son onomatopeyas sin sentido. Chuy significa frío; tuy, caliente, y siempre vienen acompañado de la palabra mierda.
- Si te dicen “¡chango i mierda!”, ya te hemos adoptado.
- Hablamos rápido y para adentro, si no entiendes lo que decimos pedí la repetición.
- No te vayas de Tucumán sin comer un sánguche de milanesa en uno de los tantos locales especializados (hace caso, no te vas a olvidar nunca de esa experiencia), un bollo, empanadillas de batata y cayote y locro salvaje o bien pulsudo.
- No te atrevas a criticarnos a la Gladys, la Negra Sosa es lo ma grande.
- Si un tucumano te invita a su casa y te ofrece comida, aceptalo, es nuestra forma de mostrar afecto, no tenés idea lo que fue capaz de hacer para que te sientas cómodo.
- CUANDO TENÉS UN TUCUMANO COMO AMIGO, SE QUEDA EN TU VIDA PARA SIEMPRE.
Eso que llamamos tucumanidad
Así, y en pocas líneas, se puede resumir un poco de nuestra pequeña, pero histórica, provincia, de la que estamos muy orgullosos y a la espera de visitas. Creemos que conocerla implica estas cuestiones y tantas otras de las que te sorprenderás. Esto es lo que nosotros llamamos tucumanidad.
El mundo llegó a él en un invierno tucumano de 1998, cree que por eso es su estación favorita. Tiene una máxima: toda historia se basa en hecho reales. Supo que quería ser periodista después de escuchar una entrevista a Pepe Mujica y lo reafirmó cuando leyó una crónica de Martín Caparrós. En 2016 empezó a estudiar Comunicación Social y en 2019 se diplomó en Fotografía Documental. Si le preguntan si el periodismo es el mejor oficio de todos, prefiere dudar. Aunque de lo que no duda es de que la fotografía y las letras son una de las opciones más lindas para conocer y entender el mundo. Amante de la naturaleza y de los paisajes que el norte argentino regala, es hincha de San Martín de Tucumán y le gusta ver documentales. Pocos lo conocen como Leopoldo, quienes son cercanos a él suelen decirle “Pety” o “Sope”, apodos en referencia a su baja estatura. Tiene una cuenta en Instagram donde publica sus fotos, y anhela que algún día se hagan libro; mientras tanto, y sobre todo, sueña.