¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la secciónBuenos Aires - - Miércoles 29 De Junio
No es la primera vez que la fe y las creencias populares chocan contra el campo científico. En Corrientes, y en gran parte del interior, muchas personas siguen creyendo en leyendas, curanderos y lobizones. Mito o realidad, el asunto se convirtió en un serio obstáculo a la salud pública de todos los argentinos.
Ni en tiempos de cuarentena descansa el universo mitológico correntino. El insólito hecho ocurrió en Itacaruaré. A la altura del kilómetro 55 de la ruta provincial 2. Allí, la Policía había montado un operativo preventivo para detectar omisiones a la cuarentena obligatoria, impuesta por el Gobierno nacional. Todo iba relativamente bien, hasta que, a lo lejos, la vieron venir... Era una camioneta Toyota conducida por Esteban N., un hombre de 66 años. Sin embargo, lo más curioso era lo que llevaba en la parte de atrás del vehículo. Cuando los oficiales detuvieron la marcha del correntino, hallaron un caballo atado en la carrocería. Pero más extraño que un equino maniatado era la explicación de ello. Según afirmó don Esteban, había obviado la cuarentena porque vio deprimido a su caballo y lo llevaba a una curandera.
En otro contexto, los oficiales podrían haber dudado qué hacer. Después de todo, cada uno es libre de creer en lo que quiere. Pero los tiempos de coronavirus son los tiempos de cuarentena. El correntino quedó detenido por disposición de la Justicia. El vehículo fue retenido y el caballo fue entregado a un familiar luego de comprobarse la propiedad del animal. Fin del asunto.
Están los que creen y los que no. Los que se lo toman a gracia y los que lo sienten como una vergüenza nacional. Las opiniones se muestran divididas en las redes, aunque la ley es la ley.
“¡Adiós, señor!, le dijo un paisano a un caballo. Le saludo por las dudas, no vaya a ser que algún día sea gobernador”.
“¿Probó con darle comida al caballo?... capaz funciona”.
“No será que el caballo lo llevaba a él a la curandera????”.
Me gustaría saber el nombre del caballo y así le hago un vencimiento a distancia. Desde ya estará en presencia del Sr. Dios, al atardecer haré mis oraciones. Que el atardecer lleve las penas y angustias del amigo.
Fecha de Publicación: 04/04/2020
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