En el mes de la lucha contra el cáncer de mama, salen a la luz distintas historias. Como esta en Bariloche, donde hay un grupo que le hace frente con una actividad deportiva recreativa que, desde hace más de dos décadas, comenzó a utilizarse para combatir las dolencias que padecen las mujeres que atravesaron cirugías de la enfermedad. Y, a la vez, llevar un mensaje de conciencia sobre la importancia de los controles y la detección temprana, que elevan las probabilidades de superarla en un 90 por ciento.
Se trata de una técnica de remo que se practica en grupo en los llamados botes dragón. Fue un médico canadiense el que corroboró los beneficios de este estilo para quienes sufrieron cáncer de mama, e inmediatamente la disciplina comenzó a practicarse en todo el mundo.
En nuestro país hay 15 equipos de Dragonas Rosas y uno de ellos está en Bariloche. Desde 2016 comenzó con la iniciativa de sumarse a este movimiento y, dos años después, comenzaron a remar en las aguas del Lago Moreno.
Luego de dar sus primeros pasos en un gomón cedido por el Club Regatas, llegó a Río Negro el bote dragón desde China para que este grupo de mujeres siga avanzando, generando un grupo de de contención para sobrevivientes del cáncer de mama que juntas navegan las aguas del Moreno contrastando sus chalecos rosas con el verde paisaje de la Cordillera.
El beneficio de esta práctica consiste en que, al remar, se hace un movimiento permanente, rítmico y repetitivo que genera una especie de bombeo, como un drenaje linfático natural que es necesario cuando a una mujer le quitan los ganglios. Durante la navegación, todas deben remar juntas a la par para que el bote no se desestabilice. Cada una debe hacer lo suyo para asegurar el éxito en el agua, más allá de que se trate de una actividad meramente recreativa.
Del grupo participan 25 mujeres, la mayoría de ellas son sobrevivientes del cáncer y otras son voluntarias, que forman parte del grupo y se acercaron para ser parte activa del proyecto que se reúne los lunes, jueves y sábados en las aguas del Lago Moreno. Además de la actividad física que ayuda a la recuperación para quienes pasaron por una mastectomía, se trata de una terapia emocional para las mujeres que buscan la comprensión y una palabra de empuje de otras pares que han atravesado por lo mismo.
Remo en bote dragón
La disciplina del remo en bote dragón es milenaria y tiene su origen en China. Una leyenda cuenta que, en el año 278 antes de Cristo, el poeta patriótico Qu Yuan se ahógó en el Río Milou el quinto día del quinto mes lunar chino, cuando el estado de Chu cayó en el estado de Qin.
Enterados de esos sucesos, sus coterráneos remaron en el río para buscar su cuerpo, pero no pudieron encontrarlo. Para preservarlo, navegaron golpeando el agua con sus remos y los tambores para ahuyentar a los espíritus malignos.
Hasta la actualidad, la carrera de remo en bote dragón es la actividad más importante durante el festival que se realiza cada año. En esas carreras, los equipos reman de manera armoniosa y apresurada, acompañados por el sonido de tambores. La creencia asegura también que el equipo ganador tendrá buena suerte y una vida feliz el año siguiente.
Luego de su implementación vinculada al cáncer de mama, la disciplina comenzó a practicarse en todo el mundo. Cada cuatro años, equipos formados por mujeres con historias de cáncer de mama hay en 30 países, entre ellos Argentina, Canadá, Brasil, China, Estados Unidos, Nueva Zelanda, participan del festival internacional de la actividad. La última cita fue en 2018 en Florencia, Italia, y la próxima será en 2022 en Nueva Zelanda.
Licenciado en Comunicación Social. Nacido y criado en Chubut, actualmente alejado del pago. Siempre que puedo, hablo de la Patagonia. Tengo buena memoria –para cosas bastante intrascendentes, pero buena memoria en fin–. Le meto ganas a lo que hago, porque sin pasión no vale la pena.