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Ir a la secciónBuenos Aires - - Miércoles 07 De Junio
La vida en el extremo sur de nuestro país puede ser muy dura. Militares, investigadores, geógrafos e intrépidos de la climatología son algunas de las profesiones que ejercen los habitantes de las gélidas bases antárticas. Debido a las condiciones climatológicas y de aislamiento, estos pobladores tienen marcados días para proveerse de alimentos y combustibles, y también para desechar los residuos que juntaron durante un prolongado tiempo. El servicio brindado por los rompehielos ARA (Armada de la República Argentina) es fundamental para la subsistencia de estas personas.
El viernes 19 de febrero, luego de 35 días de navegación, el rompehielos ARA Almirante Irizar arribó al puerto de Ushuaia poniendo fin así a la segunda etapa de la Campaña Antártica de Verano (CAV). Las condiciones de la pandemia implicaron que las actividades del Irizar se realizaran bajo un estricto protocolo sanitario. Fueron 6201 millas náuticas las recorridas en esta segunda etapa de la Campaña Antártica de Verano 2020-2021, la cual incluyó trabajos en las bases conjuntas antárticas Marambio, Esperanza, Orcadas, Belgrano II y la Base Científica Carlini.
Mediante un comunicado del Portal Oficial de Noticias de la Armada Argentina (llamado La Gaceta Marinera), se informó que “el rompehielos y el aviso ARA “Bahía Agradable” realizaron el reabastecimiento de combustibles, aceites, víveres, materiales de construcción, carga general y especial de las cinco bases que incluyó el itinerario. Esta tarea logística, al igual que el repliegue de residuos, se realizó en conjunto con dos Sea King de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros y un helicóptero Bell 212 de la Fuerza Aérea Argentina. También se efectuó el recambio de las dotaciones de las bases conjuntas antárticas Orcadas y Belgrano II”.
Pero no todo es abastecimiento y logística en estos viajes anuales y rutinarios. Durante el período de navegación, entre cada base, se realizaron tareas de adiestramiento individual ¿Qué significa esto? Que los marineros embarcados, sobre todo los más jóvenes, fueron instruidos en ejercicios de lucha contra incendios y en roles de abandono de la unidad.
Además, las operaciones conjuntas también contemplaron el traslado desde Buenos Aires del personal que invernará en las bases del continente antártico Los viajes fueron realizados en los aviones y helicópteros de la Fuerza Aérea Argentina.
La CAV se encuentra bajo control operacional del Comando Conjunto Antártico, dependiente del Estado Mayor Conjunto de las Fuerza Armadas, y su objetivo es realizar todas las acciones de abastecimiento de las bases argentinas y el apoyo logístico a las actividades científicas que desarrolla el país en la Antártida. Por supuesto que en este tipo de campañas, la provincia de Tierra del fuego y el puerto de su capital, Ushuaia, son de vital importancia.
ESPERANZA: Junto a la chilena Villa Las Estrellas, son los únicos establecimientos de la Antártida en donde hay personal temporal cumpliendo funciones militares, científicas o de servicio acompañados de sus familias.
El lema de la base es: «Permanencia, un acto de sacrificio». En esta base existe un refugio de piedra conocido como Choza de los Suecos que tiene una particular historia; fue erigido en la bahía Esperanza por los náufragos del barco Antarctic de la Expedición Antártica Sueca dirigida por Otto Nordenskjold. Los náufragos ocuparon la choza entre el 12 de marzo y el 29 de septiembre de 1903, cuando fueron rescatados por la corbeta Uruguay. Fue abierta 17 de diciembre de 1953
MARAMBIO: Es la principal estación científica y militar permanente que Argentina mantiene en la Antártida. Se halla bajo dependencia de la Fuerza Aérea Argentina y se encuentra ubicada en la isla Seymour o Marambio sobre el mar de Weddell. Esta isla tiene alrededor de 14 km de longitud por 8 km de ancho y la base está construida sobre una meseta a unos 200 metros de altura. Las temperaturas en el lugar llegan fácilmente a los treinta grados bajo cero y los vientos a 120 kilómetros por hora; estos fuertes vientos, a su vez, son los que evitan una gran acumulación de nieve en la zona de la meseta.
El aeródromo de la base Marambio es el más antiguo de toda la Antártida y funciona como puente aéreo entre la Argentina continental y la Antártida Argentina. La pista de aterrizaje es de tierra compactada, en el permafrost, apta para operar con aviones de gran porte utilizando tren de aterrizaje convencional. Esta pista fue construida por los integrantes de la Patrulla Soberanía liderada por el Vicecomodoro Mario Luis Olezza, en el año
1969. En un entorno tan hostil y en condiciones muy precarias, viviendo en carpas y trabajando con picos y palas, la patrulla realizó un gran esfuerzo para lograr su objetivo, rompiendo así el aislamiento y generando un puente aéreo con el continente.
Fecha de Publicación: 27/02/2021
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