¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la secciónBuenos Aires - - Jueves 09 De Febrero
Cuando le preguntan a Ángelo Rossi qué cosas extraña de su país de origen, él responde con una sonrisa. “Extraño la variedad de frutas, quesos y jamones de todo tipo, y la nieve. Pero después de 20 días quiero volver a mi tranquilidad, allá viven estresados. Y eso es lo que no me aguanto más”, responde.
Angelo nació en Génova. En esa ciudad trabajaba para una empresa como soldador naval. Pero un buen día conoció a Elida Báez por Internet, con quien se casó, tuvieron un hijo y viajaron a Misiones. El italiano reconoce que, antes de conocer a su esposa, nunca antes había pensado en emigrar a la Argentina. Sin embargo, todo cambió cuando ingresaron al país. “Cuando llegamos, el nene tenía tres años y medio. Nos reinventamos, me enamoré, me gusta la tierra, la naturaleza. Y me quedé”.
Al llegar a la provincia de Misiones, Ángelo realizó todo tipo de trabajos. Hizo herrería, carpintería y diversas labores de corte y dibujo. Vivió mucho tiempo en la ciudad de Posadas, hasta que Elida, su mujer, falleció. Fue entonces que Rossi compró un terreno en Garupá, un lugar abierto y rodeado de naturaleza. Según cuenta el genovés, ese lugar lo había elegido su mujer y él disfruta mucho estar ahí. “Acá estoy tranquilo, hay mucha paz”, confesó.
En su propiedad de Garupá crecen plantas de pera, manzana, naranja, limón, durazno, mandarina, olivo, eucaliptus, higo, caqui, entre otras. Ángelo es un enamorado de la naturaleza misionera, aunque lamenta el desaprovechamiento que hace el misionero de ella. “Acá se escupe una semilla y sale una planta. En Italia quien tiene un pedacito de tierra planta de todo. Pero acá vienen y te piden. Hay gente que se dedica y planta, pero la mayoría que tiene un terreno lo cubre de cemento para evitar limpiar o cortar el césped”.
Génova es bastante grande, como dos veces la superficie de Posadas, la capital misionera. Pero, más importante que ser grande, es que se encuentra ubicada en Europa. Muchos jamás emprenderían la aventura de dejar una vida en el mundo desarrollado... pero Ángelo sí. Porque el italiano puso de un lado de la balanza algo sencillo y preciado: la tierra y la tranquilidad misionera. “Ya me voy a quedar acá”, dice, “sobre todo porque a mi hijo también le gusta esta vida.
Fecha de Publicación: 10/05/2020
Te sugerimos continuar leyendo las siguientes notas:
La dramática leyenda de las Cataratas del Iguazú
Las 5 costumbres argentinas que más sorprenden a los extranjeros
Taxistas y remiseros elegante sport
La inventiva a la orden del día en la Vía Blanca
Ser mujer y guardaparques en la selva misionera
¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la secciónNo hay comentarios
Comentarios
La ciudad del Astrólogo y el Aleph encierra muchas claves de otras realidades a la vuelta a la esqui...
Entre las escritoras injustamente olvidadas, Estela Canto vibra en el aura de leyenda. Adorada y des...
La mala relación del jugador con la hinchada, su convivencia forzosa con Mbappé y las presiones gene...
Gloria Alcorta es otra de las escritoras ninguneadas por su condición de oligarca y amiga del mundo,...
Suscribite a nuestro newsletter y recibí las últimas novedades